Paradojas de la salud y la educación superior, en México

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En 2011, la normativa recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que del total de médicos que tiene un país, el 40 por ciento debe estar dedicado a la Atención Primaria de la Salud (APS), indicador que sólo cumplen cuatro estados de la República Mexicana, expuso Rafael Lozano Ascencio, en el simposio Atención primaria a la salud: De la política pública al cuidado integral, que se realizó en la Academia Nacional de Medicina de México.

“Guerrero con el 50.1, Hidalgo y Oaxaca 45.6, y Chiapas 41.8 por ciento, son los únicos estados que ubican a 40 por ciento o más de sus médicos en unidades de atención primaria. En el extremo opuesto, las cuatro entidades con menor porcentaje de médicos localizados en unidades de primer nivel de atención son la Ciudad de México 21.05, Aguascalientes 23, Tamaulipas 25.7 y Sonora 26.38 por ciento”, detalló el especialista.

En el caso de las enfermeras, la asignación sigue un patrón similar. Sólo cinco entidades (Guerrero, Hidalgo, Nayarit, Oaxaca y Michoacán) asignan 40 por ciento o más enfermeras a las unidades de primer nivel de atención, mientras que los estados con menor asignación en este rubro son la Ciudad de México, Jalisco, Campeche y Zacatecas, evidencia el artículo de investigación Eficiencia de los recursos humanos en salud: una aproximación a su análisis en México 2016, escrito por el doctor Lozano Ascencio, en colaboración con otros investigadores, el cual refirió durante su ponencia de la sesión de la Academia Nacional de Medicina de México, institución que forma parte de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

Los recursos humanos
El trabajo mencionado analiza los indicadores de eficiencia de los recursos humanos (RH) de la Secretaría de Salud de México. Esta investigación es parte del estudio Brechas en la disponibilidad de recursos humanos para la salud en el primer nivel de atención, que explora tres dimensiones de eficiencia: desperdicio de fuerza laboral, distribución de RH entre niveles de atención y productividad.

Los resultados del artículo muestran que el grupo de trabajadores de salud analizado se caracteriza por presentar niveles importantes de desempleo y subempleo, distribución distante de las recomendaciones internacionales y niveles de producción heterogéneos entre los estados.

“La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, en 2015, decía que en México había 96 facultades o escuelas de medicina, la mayor parte privadas. Todos los estados, con excepción de Baja California, cuentan con una facultad o escuela de medicina a nivel público. El mensaje es que el país produce más de 13 mil médicos; 26 escuelas están ubicadas en la Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco y el Estado de México, las cuales gradúan 52 por ciento del total. Llama la atención que prácticamente la mitad de los programas no están acreditados, no puedo decir cómo operan, pero gradúan a una proporción importante de médicos las escuelas no acreditadas del país.

“En el caso de las enfermeras el caso es muy similar: son 158 escuelas de las cuales dos tercios son privadas. Por ejemplo, el estado de Chiapas tiene 17 escuelas de enfermeras y ninguna está acreditada. Se gradúan al año 12 mil enfermeras y sólo en seis estados se gradúan más de 6 mil”, señaló el director general del Centro de Investigación en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública.

La conclusión del artículo antes mencionado señala que resulta imperativo diseñar e implementar un plan de recursos humanos en salud alineado a la demanda de la población y a la normativa internacional para brindar una mejor atención de la salud a los ciudadanos.

“Debe existir en todos los estados una enfermera de licenciatura por cada médico en las unidades públicas del estado. El personal de salud contratado vía fondos del Seguro Popular de Salud debe ubicarse preferentemente en unidades de primer nivel de atención y en segundo nivel cuando se justifique, con la finalidad de revertir el déficit que hasta 2015 tenía nuestro país, que era de 6 mil médicos y entre 7 mil a 13 mil enfermeras para cubrir las necesidades del primer nivel de atención de la Secretaría de Salud”, indicó Lozano.

Plantean estudiantes de posgrado mayor vinculación con empresas
En el conversatorio “La vinculación de la academia con el sector productivo: el desafío de saber, pero no aplicar”, que se llevó a cabo la semana pasada en el Senado de la República, Claudia María de León, estudiante de doctorado en ciencias materiales del Instituto Tecnológico de Ciudad Madero, comentó que el 40 por ciento de los empleadores experimentan dificultades para cubrir los puestos, esto de acuerdo con la Encuesta Anual de Escasez de Talento 2016-2017.

“En México se vive una crisis de talento. El número de vacantes que solicitan posgrado es escaso y los sueldos no corresponden al nivel de competencia requerido”, lamentó De León.

Durante su participación, Manuel Herrera Vega, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de la Estados Unidos Mexicanos (Concamin), destacó la importancia de hacer un análisis del talento en el país.

“Nosotros participamos como sector industrial en el Comité Nacional de Productividad y se conformó un grupo de alto nivel para el impulso del talento en México. Identificamos tres pilares en los que actualmente se está trabajando. Lo primero es que muchos de los países que han tenido un desarrollo importante en ciencia, tecnología e innovación, han tenido una política de atracción del talento; otra parte es la retención del talento y, finalmente, la generación de éste”, explicó el presidente de la Concamin, institución que forma parte de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

Lina Ornelas Núñez, jefa de políticas públicas y relaciones con gobierno para México, Centroamérica y el Caribe de Google, subrayó que en un ecosistema de innovación, los académicos son muy importantes, sin embargo, el gobierno debe tener una política pública para acercar a los académicos con las empresas con el objetivo de absorber los conocimientos.

El Conversatorio “La vinculación de la academia con el sector productivo: el desafío de saber, pero no aplicar”, formó parte del programa El otro lado de la moneda: Desafíos del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación desde la mirada de los estudiantes de posgrado.

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