Dr. Mercola

Al nacer, tenemos entre 2 y 4 millones de glándulas sudoríparas y la cantidad de glándulas sudoríparas determinará, en parte, cuánto sudamos. Mientras que las mujeres generalmente tienen más glándulas sudoríparas en comparación con los hombres, desde hace tiempo se dice que las glándulas de los hombres suelen ser más activas y producen más sudor.

Sin embargo, posiblemente la creencia generalizada de que los hombres sudan más que las mujeres es falsa después de todo.

En cambio, las diferencias en la sudoración probablemente están más relacionadas con el tamaño corporal que con el sexo, pues los investigadores de la Universidad de Wollongong, en Australia, y la Mie Prefectural College of Nursing, en Japón, revelaron que el sexo de una persona implicó sólo el 5% de las variaciones en las respuestas al calor por parte de los individuos, una de las cuales fue la sudoración.

Es posible que la forma y tamaño corporal dicten cómo se enfría su cuerpo
En primer lugar, y con el fin de comprender los nuevos hallazgos del estudio, es útil conocer las 2 principales formas en que su cuerpo se enfría, estas son al sudar y aumentar la circulación en la superficie de la piel. No podemos elegir conscientemente la vía que nuestro cuerpo tomará cuando comienza a calentarse, así que, ¿cuál es el factor determinante qué hace que el cuerpo se incline por una vía en particular?

Los investigadores realizaron un estudio con 24 hombres y 36 mujeres que participaron en 2 ensayos, el primero incluyó ejercicios ligeros y el otro ejercicio moderado.

Los entrenamientos se realizaron a una temperatura ligeramente mayor de 82 ° F (28 ° C) y 36 % de humedad, que son condiciones en las que el cuerpo puede regular eficazmente su temperatura mediante alguna de las 2 formas antes mencionadas.

Los cambios de temperatura corporal fueron los mismos en todos los participantes, hombres o mujeres; sin embargo, los hombres y mujeres más pequeños con una mayor área de superficie por kilogramo de masa corporal mostraban una tendencia a enfriarse sobre todo al aumentar el flujo sanguíneo a la piel -y en menor medida al sudar.

Por otro lado, las personas más grandes, tanto hombres como mujeres, solían sudar más. De acuerdo con el estudio, que fue publicado en la revista Experimental Physiology:

«En ocasiones, se cree que el género modula de forma independiente la función cutánea vasomotora y sudomotora [glándulas sudoríparas] durante la exposición al calor.

Sin embargo, se formuló la hipótesis de que, al evaluarse durante el ejercicio compensable que evocaba requisitos de pérdida de calor equiparables entre los participantes, las diferencias de género en estos termoefectores se debían a las variaciones en la relación entre el área de superficie corporal y la masa (área de superficie específica).

… Se concluyó que, al evaluarse durante el ejercicio compensable, las diferencias de género en la función del termoefector se determinaron en gran medida, morfológicamente, en lugar de ser dependientes del género».

Investigaciones previas han aludido a las diferencias sexuales en la sudoración
El estudio presentado le da a la ciencia una nueva perspectiva respecto a la sudoración, sin embargo, no es la única. Múltiples estudios previos han sugerido que el sexo de una persona parece desempeñar un papel en la termorregulación durante el estrés por calor (es decir, el ejercicio).

Una revisión concluyó que «… las observaciones establecen claramente las diferencias sexuales en la actividad sudomotora durante el ejercicio, independientemente de las diferencias en las características físicas y la tasa de producción de calor metabólico». Estos hallazgos sugieren que las mujeres pueden tener una tasa de sudor máxima inferior durante el ejercicio.

En otro fascinante estudio, además de examinar las tasas de sudoración entre los hombres y mujeres, también se estudió las tasas entre hombres y mujeres con diferentes niveles de condición física (que entraban y no entrenaban). Los participantes hicieron ejercicio en bicicletas estáticas dentro de una habitación a 86 ° F (30 ° C) y aumentaron gradualmente la intensidad del ejercicio conforme avanzaba el entrenamiento (durante un tiempo total de 1 hora).

Aunque los hombres con buena condición física sudaban más, lo hicieron mediante una cantidad similar de glándulas sudoríparas activas en comparación con las mujeres con la misma condición física, sin embargo, las mujeres producían menos sudor en cada glándula. En contraposición, las mujeres sin condición física fueron las que menos sudaron y experimentaron un aumento de la temperatura corporal antes de sudar finalmente a plena capacidad.

El autor del estudio Yoshimitsu Inoue, Ph.D., profesor de fisiología en la Universidad Internacional de Osaka, declaró lo siguiente al respecto para el New York Times:

«Al parecer, las mujeres están en desventaja cuando necesitan sudar mucho durante el ejercicio en condiciones de calor …

[Que] las mujeres suden menos puede ser una estrategia de adaptación que le otorga gran importancia [a la preservación de los fluidos corporales] para la supervivencia [mientras que] la mayor tasa de sudoración por parte de los hombres puede ser una estrategia de adaptación para obtener una mayor eficacia del acto o el trabajo».

¿Qué más influye en su cantidad de sudor?
La cantidad de sudor que se libera como resultado del aumento de las temperaturas varía indistintamente en todas las personas. Aquellas con sobrepeso suelen sudar más en comparación con aquellas que tienen un peso saludable, lo que le confiere más credibilidad a los hallazgos del estudio presentado de que el tamaño corporal desempeña un papel en este proceso.

Además de esta característica física, los niveles de estrés y ansiedad también influyen en la sudoración.

Incluso en casos de hiperhidrosis, que es el término médico para sudoración excesiva, la sudoración suele aumentar cuando está bajo estrés y se cree que se desencadena por la respuesta corporal ante el mismo. La pediatra de Johns Hopkins, la Dra. Kate Puttgen, explicó para Medical Daily:

«No se conoce a ciencia cierta la causa de la hiperhidrosis focal primaria, sin embargo, se cree que se origina por la hiperactividad del sistema nervioso simpático de «lucha o huida» que envía atípicas señales a las principales glándulas sudoríparas del cuerpo».

Beber alcohol y fumar puede provocar la sudoración, al igual que consumir demasiada cafeína. Las afecciones médicas, como el hipotiroidismo, también pueden influir en esto. En el caso de las mujeres, es muy común que la incapacidad para sudar (también conocida como anhidrosis o hipohidrosis) se deba al hipertiroidismo.

Aunque esto puede sonar como algo positivo, puede ser mortal y quienes sufren la afección tienen un mayor riesgo de agotamiento por calor e insolación. Por otro lado, la diabetes, gota, hipertiroidismo, enfermedad de Parkinson e insuficiencia cardíaca son ejemplos de enfermedades que pueden provocar sudoración excesiva.

¿Sabe cuáles son los 2 tipos de glándulas sudoríparas?
Tenemos 2 tipos de glándulas sudoríparas: glándulas sudoríparas ecrinas, que se distribuyen en todo el cuerpo, y glándulas sudoríparas apocrinas, que se localizan en el cuero cabelludo, axilas y área genital. El objetivo principal de las glándulas ecrinas es regular la temperatura del cuerpo.

Conforme la temperatura corporal aumente, su cuerpo transpirará automáticamente para liberar un líquido salado de las glándulas sudoríparas con el fin de ayudarlo a enfriarse. Esto es dirigido por su sistema nervioso autónomo, que no puede controlar de forma consciente. De acuerdo con la Sociedad Internacional de Hiperhidrosis:

«El sudor es vital para la supervivencia humana porque sirve como refrigerante corporal, lo que elimina el exceso de calor corporal (que es producido por el metabolismo y los músculos activos) y lo protege de un sobrecalentamiento. De hecho, incluso las personas que no tienen hiperhidrosis están sudando constantemente; sólo que no se dan cuenta.

Cada vez que la temperatura corporal comienza a aumentar, su sistema nervioso autónomo estimula las glándulas sudoríparas ecrinas (la persona promedio tiene 2.6 millones) con el fin de secretar líquido en la superficie de su piel.

Conforme este líquido (llamado transpiración o sudor) se evapora, su cuerpo comienza a enfriarse. En circunstancias normales, una sola gota de sudor del tamaño de un chícharo puede enfriar casi 1 litro (aproximadamente 1 cuarto de galón) de sangre a 1 ° Fahrenheit (-17° C)».

El lado emocional de la sudoración
Ciertas emociones, como la ansiedad, ira, vergüenza o miedo, pueden hacer que sude más. Este-emociones-es el principal desencadenante del sudor proveniente de las glándulas apocrinas. Por cierto, estas glándulas también producen bacterias para desintegrar el sudor, y este proceso causa olor corporal.

Es por este motivo que el olor corporal proviene principalmente de la parte inferior de los brazos – no tanto por el sudor que se forma en el pecho o los brazos, por ejemplo. Además, el sudor que se produce durante el ejercicio o el sobrecalentamiento se compone principalmente de agua y sal. El sudor que genera cuando está estresado también contiene agua y sal, junto con sustancias grasas y proteínas, que interactúan con las bacterias y producen un olor particular.

Curiosamente, las personas pueden detectar la diferencia entre el sudor del estrés y el sudor del ejercicio, e incluso pueden cambiar la percepción que tiene a causa de ello. En un estudio publicado en la revista PLOS One, los hombres que olieron el sudor del estrés de las mujeres, las calificaron como menos seguras de sí mismas, confiables y competentes.

Por qué sudar es bueno para su salud
La sudoración es un elemento vital para mantener la temperatura corporal regulada, sin embargo, sus beneficios abarcan mucho más. La sudoración actúa como una importante vía de desintoxicación que, entre otras cosas, ayuda a excretar metales tóxicos como el arsénico, plomo y mercurio.

Se ha utilizado desde la antigüedad como parte de las tradiciones mundiales, desde baños en Roma y saunas en Escandinavia, hasta cámaras de sudación en poblaciones aborígenes. Los investigadores que escriben para el Journal of Environmental and Public Health explicaron lo siguiente:

«A lo largo de los siglos, grupos de todo el mundo han visto a la sudoración por calor y/o ejercicio, como una ‘depuración’… La sudoración ofrece posibles beneficios para ayudar a eliminar elementos tóxicos del cuerpo y merece nuestra atención.

…Tal y como se observó en los rescatistas de Nueva York, la sudoración no sólo mejora la excreción de los elementos tóxicos que le atañen a esta investigación, sino que también puede aumentar la excreción de diversos agentes tóxicos o, en particular, constantes ignífugos y bisfenol-A…

Es necesario investigar más a fondo la optimización del potencial de la sudoración como un mecanismo excretor terapéutico».

Los investigadores señalaron los siguientes prometedores papeles del sudor en la desintoxicación:

  • El sudor puede ser una importante vía para la excreción de cadmio cuando un individuo está expuesto a altos niveles de este elemento
  • El uso del sauna inductor del sudor puede proporcionar un método terapéutico para aumentar la eliminación de los oligoelementos tóxicos
  • La sudoración debería ser el tratamiento inicial y predilecto de los pacientes con niveles elevados de mercurio en la orina

¿Cuánta sudoración es «normal»?
Lo que es normal para unos puede ser atípico para otros, por lo que es difícil determinar una cantidad «normal» de sudoración. Ahora bien, muchas personas hacen grandes esfuerzos por sudar menos cuando en realidad deberían aprovechar las oportunidades para sudar más.

El uso de antitranspirantes, que usan agentes antimicrobianos para matar bacterias y otros ingredientes como el aluminio para bloquear las glándulas sudoríparas, es un ejemplo que debe evitarse (lavarnos con agua y jabón debería ser suficiente para mantener el área sin olores). Por otro lado, comenzar a sudar mientras hace ejercicio es una de las razones por las cuales la actividad física es beneficiosa.

Aunque prácticamente cualquier tipo de ejercicio intenso hará que sude, hacer ejercicio en temperaturas cálidas (o en una habitación con calefacción, como en Bikram yoga) hará que sude todavía más. Como se señaló, si está en forma, su cuerpo sudará antes y de manera más fácil. Muchas personas no les encanta esta idea, pero en realidad es un beneficio, porque cuanto antes comience a sudar, su cuerpo se enfriará antes y esto le permitirá seguir ejercitándose con más intensidad y durante más tiempo.

Asimismo, puede provocar la sudoración con ayuda de una sauna, ya sea tradicional o infrarrojo. Los saunas infrarrojos son una gran opción y pueden agilizar significativamente el proceso de desintoxicación. El acondicionamiento hipertérmico, o «aclimatarse al calor no está relacionado con la actividad física aeróbica sino con el uso del sauna», también parece provocar una sudoración más rápida y fácil, similar a tener una buena condición física.

Si le preocupa que su nivel de sudoración no sea «normal» – ya sea que sea demasiado o muy poco – concierte una consulta con un profesional de la salud holístico con el fin de descartar cualquier posible afección médica subyacente.

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