Las empresas farmacéuticas gastan miles de millones de dólares y emplean a miles de científicos en la búsqueda de nuevos medicamentos. Sin embargo, también invierten en empresas incipientes, porque, según un experto en esa industria, “ninguno de nosotros es tan listo como todos juntos”.
Joris Van Dam, que investiga farmacéuticos para la compañía global Novartis, dice que la simbiosis entre los pequeños emprendedores y las grandes compañías multinacionales se alimenta del deseo común de desarrollar tecnología electrónica para la salud, denominada eHealth, que puede ayudar a mejorar las ganancias y la atención de los pacientes.
Muchas empresas o negocios incipientes de la iniciativa “eHealth” están repartidas en incubadoras tecnológicas, espacios para la innovación que están surgiendo en Nueva York, Chicago, Boston, París y otras ciudades para replicar el modelo colaborativo y empresarial que hizo del Valle del Silicio la envidia del mundo.
El gobierno de Estados Unidos también está trabajando junto a otros países y asociándose con el sector privado en innovaciones de “eHealth”. En el proyecto Roadmap (hoja de ruta) Estados Unidos y la Unión Europea pretenden estandarizar resúmenes internacionales de los historiales de pacientes, de manera que la información pueda cruzar fronteras. Las normas comunes también pueden ayudar a que los productos innovadores lleguen más rápidamente al mercado.
La evolución de “eHealth”
El año pasado el estado de Illinois invirtió 4 millones de dólares en la incubadora MATTER, que se autodenomina una “comunidad de innovadores en el sector de la salud que aspiran a lograr cambios heroicos”. Alberga a 125 diferentes emprendimientos incipientes, algunos que trabajan en programas de computación y otros que exploran instrumental médico y pruebas para diagnósticos. La entidad vincula a empresarios con mentores, auspicia conferencias e incluso permite a los innovadores tratar de hacer cosas en un cuarto de hospital ficticio. Hospitales, grandes empresas y universidades invierten en esta operación.
El Laboratorio para la Innovación y Tecnología de Cuidados de la Salud (HITLab), en Nueva York, realiza trabajo analítico para ayudar a las grandes instituciones y a las partes interesadas a reducir el apoyo equivocado a nuevas ideas para la atención de la salud que no son prometedoras, según dijo su presidente, Stan Kachnowski. “Uno escucha a mucha gente hablar de la revolución ‘eHealth’. No hay tal cosa. Es una evolución. Todos están tratando de entender qué es lo que resulta, en qué lugar y con quién”. HITLab ha realizado estudios para gobiernos y fundaciones de 20 naciones.
Novartis fue uno de los primeros inversionistas en TriNetX, empresa incipiente de Cambridge, Massachusetts, que amasa información masiva anónima sobre pacientes de hospitales de Estados Unidos y Europa. “Nuestra misión es interrumpir el espacio de diseño para las pruebas de laboratorio al liberar el poder de los datos que actualmente están custodiados”, dijo Gadi Lachman, director ejecutivo de TriNetX.
Rock Health, empresa de capital de riesgo en San Francisco, dice que las empresas dedicadas a la digitalización de la salud atrajeron en 2015 la suma récord de 4,500 millones de dólares en financiamiento. Las empresas que venden instrumentos portátiles para hacer seguimiento del mantenimiento de la forma física y otra información sobre la salud figuran entre las más buscadas. También lo son las empresas o negocios incipientes que ofrecen nuevas maneras de darle sentido a cantidades enormes de datos informáticos.
Steven Collens, director ejecutivo en MATTER, de Chicago, considera que la colaboración entre las firmas en sus primeras etapas es esencial. “Es muy difícil para un inventor solitario que trabaja en un garaje poder realizar una solución como la de “eHealth”. Las mejores soluciones han de proceder de empresarios que trabajen conjuntamente con los sistemas de salud y las compañías farmacéuticas”.