Claves para cubrir obesidad durante la pandemia

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Inaara Gangji* / IJNet

Washington, D. C., 10 de enero de 2021.- Las personas con obesidad sufren y mueren más a causa del Covid-19, de acuerdo un informe publicado por la Federación Mundial de Obesidad en marzo pasado. Esto convierte a la obesidad en un factor de alto riesgo, similar a otras comorbilidades como la diabetes y las enfermedades cardíacas.

“Sabemos claramente que cuando tienes obesidad, cuando tienes mucho exceso de peso, probablemente tengas comorbilidades y trabajan juntas para hacerte menos saludable y menos capaz de combatir un virus», dijo Johanna Ralston, directora ejecutiva de la Federación Mundial de Obesidad, durante un seminario web del Foro de la Crisis Mundial de la Salud de Icfj-IJNet.

En el momento de la publicación del informe, 2.2 millones de los 2.5 millones de muertes reportadas debido al Covid-19 ocurrieron en países donde más de la mitad de la población tiene sobrepeso, dijo Ralston. Solo algunos pequeños estados insulares con medidas de salud pública más efectivas han podido controlar mejor el virus a pesar de las mayores tasas de obesidad, agregó.

Por qué están aumentando las tasas de obesidad
Las tasas de obesidad vienen aumentando en todo el mundo desde hace décadas, tanto en niños como en adultos, debido en gran parte a la genética, el aumento de la ingesta de medicamentos y un mayor consumo de refrescos y alimentos ultraprocesados.

El Covid-19 ha exacerbado los riesgos y la prevalencia de la obesidad, dijo Ralston, ya que la pandemia ha tensado los sistemas alimentarios y las cadenas de suministro, ha alterado los patrones de alimentación, especialmente entre los niños, y ha aumentado la inseguridad alimentaria. Las personas también han estado menos activas físicamente y han experimentado más problemas de salud mental, entre otros factores.

Soluciones durante la pandemia y más allá
A medida que continuamos luchando contra la pandemia en todo el mundo, se deben implementar soluciones para abordar la obesidad a fin de salvar vidas. «No vamos a abordar la obesidad con una sola cosa. Tenemos que hacer muchas cosas al mismo tiempo», dijo Ralston.

Soluciones como cambiar el etiquetado de los alimentos, eliminar las grasas trans de las dietas, instituir impuestos al azúcar y hacer cambios en el marketing pueden funcionar para combatir la obesidad. La solución debe ir más allá del aumento de la obesidad impulsado por la pandemia, señaló Ralston.

Aproximadamente 800 millones de personas viven con obesidad en la actualidad. Si bien la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas han introducido objetivos en el pasado para reducir la obesidad, no se están cumpliendo.

La obesidad, al frente
La obesidad es una enfermedad no transmisible, es decir, no se puede transmitir de una persona a otra. Las enfermedades no transmisibles son hoy la principal causa de muerte a nivel mundial, pero como se manifiestan durante períodos prolongados, no reciben tanta atención entre los responsables de la formulación de políticas.

En algunas culturas, el peso extra también se ve de forma positiva e incluso se puede percibir como «prosperidad». El objetivo es combatir el «peso no saludable» que tiene una correlación directa con complicaciones como enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y similares, dijo Ralston.

También es importante alejarse del lenguaje y las imágenes estigmatizantes. “La gente ha considerado a la obesidad como un signo de debilidad y pereza; ahora sabemos que hay una tormenta genética mucho más compleja detrás y que tiene que ver también con la comida con la que se dispone. Los factores son muchos. Sin embargo, solemos creer que las personas que tienen obesidad se la han provocado a sí mismas, y así las representamos».

Si bien no siempre se dispone de datos confiables sobre las tasas de obesidad, también es importante ser riguroso con las estimaciones. El índice de masa corporal (IMC) puede ser una medida imperfecta, pero es el mínimo común denominador y un buen lugar para comenzar, explicó Ralston.

Todavía no sabemos lo suficiente sobre la obesidad y su conexión con el Covid-19. Sí sabemos que la obesidad tiene costos económicos y sociales reales.

Ralston espera que la enfermedad esté a la cabeza de la agenda mundial y que los entornos obesogénicos se combatan con cambios sociales y de políticas. «No podríamos haber detenido la pandemia abordando la obesidad, pero podríamos haber evitado la muerte de mucha gente», dijo.

* Inaara Gangji es una periodista freelance especializada en género, justicia social y desarrollo. Vive en Doha y reportea para Estados Unidos, Medio Oriente y África.

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