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Washington, D. C., 16 de mayo de 2023.- Las contribuciones de los científicos estadounidenses de origen asiático están ayudando a la gente a vivir más tiempo y más saludables.

Doctores e investigadores estadounidenses de origen asiático han sido pioneros en el tratamiento contra el VIH/Sida, han mejorado la atención a los pacientes, han abordado las disparidades sanitarias y han limitado la propagación de enfermedades infecciosas.

Cada mes de mayo, Estados Unidos celebra la función fundamental de los estadounidenses de origen asiático, hawaiano y de los isleños del Pacífico (Aanhpi) en la cultura y la sociedad estadounidenses. Sus contribuciones incluyen ayudar a construir las vías de ferrocarril que conectan las costas este y oeste de Estados Unidos, protagonizar películas de Hollywood e inspirar a los atletas del mañana.

En este Mes de la Herencia de Asia, Hawaiana y del Pacífico, ShareAmerica destaca a varios investigadores de origen asiático y de las islas del Pacífico que hicieron avanzar la ciencia médica y mejoraron la salud mundial.

La lucha contra el VIH/Sida
Las innovaciones de los investigadores médicos estadounidenses de origen asiático en el diagnóstico y tratamiento del VIH/Sida han contribuido a la respuesta de Estados Unidos a la enfermedad, que ha permitido salvar 25 millones de vidas gracias al Plan de Emergencia del presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida (Pepfar).

En la década de 1980, la viróloga estadounidense de origen chino, Flossie Wong-Staal, formó parte del equipo de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos que descubrió el virus que causa el sida. Su mapeo y clonación del VIH sirvió para los diagnósticos y para mejorar la comprensión científica de cómo el virus evade el sistema inmunitario.

Criada en Hong Kong, Wong-Staal se trasladó a Estados Unidos para cursar sus estudios. Los investigadores han adoptado sus métodos para investigar otros virus, incluido Covid-19. Wong-Staal falleció en 2020.
La doctora Katherine Luzuriaga, médica y científica estadounidense de origen filipino, desarrolló las primeras pruebas para el diagnóstico del VIH en niños, así como terapias antirretrovirales avanzadas para pacientes pediátricos.

El trabajo de Luzuriaga con Deborah Persaud, viróloga estadounidense nacida en Guyana, también condujo al primer paciente pediátrico sin niveles detectables de VIH en 2013.

Avanzar en la atención al paciente
El Dr. Abraham Verghese, autor de las memorias médicas “My Own Country: A Doctor’s Story” (Mi propio país: Historia de un médico), ha abogado por dar una mayor consideración a la experiencia de los pacientes en la atención médica.

Criado en Etiopía de padres de la india, Verghese llegó a Estados Unidos para terminar sus estudios de medicina y atendió a pacientes de VIH/Sida en Tennessee en la década de 1980 antes de que hubiera tratamientos disponibles. Al trabajar con enfermos terminales, se centró en incluir la empatía como componente fundamental de la atención al paciente.

Hacer frente a las disparidades sanitarias
La investigación de la Dra. Marjorie Mau se centra en la diabetes y cardiopatías en las personas originarias de Hawái, una comunidad que se enfrenta a un riesgo de diabetes y muerte por ataque cerebral significativamente mayor que la población general estadounidense.

La primera endocrinóloga originaria de Hawái, Mau pretende mejorar los resultados sanitarios mediante programas de pérdida de peso y prevención y tratamiento de la diabetes que empleen la lengua local y modelos culturales específicos de la comunidad hawaiana-estadounidense.

Limitar la propagación de enfermedades infecciosas
Cuando Peter Tsai inventó el material para filtrar el aire que luego se utilizó en las mascarillas N95, nunca se imaginó que esa tecnología salvaría millones de vidas durante la pandemia de Covid-19.

Natural de Taiwán, Tsai llegó a Estados Unidos para cursar sus estudios en la década de 1980. Más tarde dirigió un equipo de investigadores de la Universidad de Tennessee que desarrolló el material para atrapar polvo o bacterias, lo que permitió la creación de la mascarilla N95, diseñadas originalmente para proteger a los trabajadores de la construcción.

Los trabajadores del sector médico comenzaron a utilizar la mascarilla N95 después de que los Centros de Estados Unidos para el Control de las Enfermedades se enteraran en 1996 de que esas mascarillas también bloqueaban los virus. Aunque estaba jubilado cuando se produjo la pandemia de Covid-19, Tsai volvió al trabajo para averiguar cómo reutilizar de forma segura las mascarillas N95 para proteger a más personas.

“Mi invento es simplemente un invento común en tiempos extraordinarios”, afirma Tsai.

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