Jorge Herrera Valenzuela
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Ciudad de México, 28 de septiembre de 2023.- 27 de septiembre de 1821, Consumación de la Independencia. Triste, pero en México es una fecha más. ¿No es Fiesta Nacional?
Quiero pensar que todavía quedan personas interesadas en proyectar programas, a futuro inmediato, para comenzar la titánica misión de devolver la seguridad, la paz y la tranquilidad en un País que sufre, de costa a costa y de frontera a frontera, la peor etapa de 200 años como República Mexicana.
Deseamos todos los habitantes de este hermoso territorio, respirar y caminar por las calles citadinas, por las carreteras, autopistas, caminos interestatales o simples veredas campiranas, sin el Jesús en la boca, porque sorpresivamente aparecen los delincuentes en lujosas camionetas, armados como si fueran a un combate. No respetan la vida de mujeres, hombres, jóvenes, niños.
Estamos a casi un año del inicio del sexenio 16, el quinto de este siglo. La presidenta de los Estados Unidos Mexicanos jurará, con el brazo extendido, que respetará y hará respetar la Constitución Política. Le colocarán la banda presidencial sobre su pecho. Aplausos. Vivas. Sonrisas. Oiremos un discurso de conceptos, promesas y programas, tradicionales.
Desde Palacio Nacional hay que ver hacia adelante. No deberá volver la mirada hacia atrás. Trabajar desde la tarde del 1 de octubre de 2024. Acciones, hechos, soluciones. Fin a la verborrea, justificadora de la impreparación, de la incapacidad, de llamar a los amigos y compadres de confianza, aunque no sepan cómo desempeñar el trabajo. La hidalguense Xóchitl Gálvez con palabras vulgares afirma, en caso de ganar, no aceptaría flojos, ignorantes y rateros.
Sí, los gobiernos anteriores están etiquetados como corruptos, impunes, inmunes, voraces. Lo procedente es que el jefe del Poder Ejecutivo Federal, por medio de las dependencias correspondientes, deberá ordenar las investigaciones correspondientes, iniciar los expedientes o carpetas, aportando todas las pruebas. No es válido acusar verbalmente y esperar a que las golondrinas lleguen.
Un futuro incierto
Es preocupante que el presidente de México continúe con evasivas, bajo el argumento de que él “ya entregó el bastón de mando”. El tabasqueño ofendió a los indígenas que le otorgaron el respetable Bastón de Mando, el cual él debió entregar a los indígenas no a su candidata presidencial.
La suma de todos los eventos realizados por los narcotraficantes, con absoluta libertad y sin la intervención de la autoridad, pronostican que la incertidumbre no desaparecerá. En el más reciente suceso, en el sur de Chiapas, donde los narcos desfilaron y fueron ovacionados por el pueblo, en Palacio Nacional minimizaron el hecho.
“Ya ordené que haya más elementos del Ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal”, dijo el tabasqueño en su programa de televisión del pasado lunes 25. Por supuesto que atribuyó a “publicidad contra la transformación y a la gente le dan despensas o lanzan amenazas para amedrentarla”.
El triunfo de la candidata oficial implica que se gobierne, con mano dura, para evitar que el País quede totalmente controlado por los narcotraficantes. Si en un año este gobierno no captura y extradita a “Los Chapitos”, se correrá el peligro de acciones violentas por parte de los Estadas Unidos.
Lo cierto es que el chacotear con lo más trascedente de un país, como lo es la elección del presidente no es garantía de un buen futuro. No puede imperar más la frase de “abrazos no balazos”. La continuidad de los programas es aceptable, pero que sean para solucionar los gravísimos problemas, el de los inmigrantes, por ejemplo.
Elecciones históricas
Celebrar los 200 años de los Estados Unidos Mexicanos, el nacimiento de la República Mexicana, con las elecciones federales, estatales y municipales, las más importantes en la Historia Patria, es un suceso que debe tener toda la solemnidad que implica.
Los electores decidirán quién será la titular del Poder Ejecutivo Federal, la integración del Congreso de la Unión, 128 senadores y 500 diputados, nueve Estados tendrán nuevo gobernador, más de mil 481 presidencias municipales serán renovadas y 16 Alcaldías de la Ciudad de México, así como Congresos locales en 30 entidades.
Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, “estrenarán” gobernador o gobernadora. En la Ciudad de México hay una decena de tiradores para la Jefatura de Gobierno.
En Coahuila, no hay renovación de la Legislatura Local y en Durango solamente votarán para elegir diputados locales. En 2024 no hay elección de presidentes municipales en Veracruz y en Oaxaca de sus 570 municipios, solo estarán en juego 153 presidencias.
Fox y YSQ se violentaron
Si en el segundo año de gobierno Vicente Fox Quesada pensó en la sucesión de su mandato, porque nunca imaginó lo que era ser presidente de México, el actual, el tabasqueño con mucha anticipación abrió las puertas de Palacio Nacional, su despacho y residencia privada.
El guanajuatense nacido en el Distrito Federal aguantó vara, como se dice en las banquetas de la Plaza de la Constitución. YSQ inició el chacoteo en 2021 y reveló a quien postularía él, no su dizque partido político. Se pasó de gracioso al declararse “destapador” y nombrar despectivamente a sus “elegidos” como “corcholatas”, término que por primera vez y única vez inserto en mi comentario. (En el diccionario leí que chacotear, es burlarse, chancearse, divertirse con bulla, voces y risas).
Precisamente eso hemos presenciado. El presidente de México jamás ha respetado su investidura, desconoce la institucionalidad del cargo, exige o quiere que respeten esa figura cuando es él quien promueve las censuras, las críticas, las caricaturas.
En las recientes festividades, el Grito del 15 y el 16 el Desfile Militar, así como en la ceremonia para honrar a los Niños Héroes, no invitaron a los representantes de los Poderes Legislativo y Judicial. Hizo a un lado la Constitución, borró la División de Poderes y aplicó la política chicharronera.
No fue a una entrega de la Medalla Belisario Domínguez 2023, “porque tengo que cuidar la investidura presidencial y tengo que cuidar la autoridad”. La recipiendaria Elenita Poniatowska, su gran amiga y defensora, aguantó el desaire. La verdad es que el tabasqueño no quiso enfrentarse a la senadora Lily Téllez.
¿Dónde encaja la burla del hombre de Tabasco?
En el hecho de que fue nombrando a sus posibles sucesores y al último le permitió anexarse a la lista. Atribuyéndose funciones que le corresponden a la autoridad electoral estableció fechas, modos, estilos y advirtió que no se permitían ataques entre los del cuarteto, que tampoco participarían en un debate. Se trataba de una actividad interna de su dizque partido político.
Se ha divertido de lo lindo. La bulla es el desplazamiento; sus colaboradores soñadores, cuando ya él tenía tomada la decisión. Seguramente se río, a mandíbula batiente, cuando reiteró que habría una encuesta y siguió el gasto no de 20 millones de pesos, sino de muchos millones más para la única mujer en la en farsa.
La legislación electoral no fue violada, fue pisoteada. La actividad no fue partidista, sino campaña político electoral de tres hombres y una dama.
Para no tener obstáculos, el tabasqueño procedió a colocar en la presidencia del Instituto Nacional Electoral, a una incondicional, que tiene problemas visuales y auditivos.
El INE no será árbitro electoral. El INE actuará como lo ordene el omnipotente inquilino del Colonial Edificio. El INE perdió su autonomía. El INE que certificó el triunfo del tabasqueño, está liquidado gracias el tabasqueño.
En otro comentario referiré lo que acontecerá con las listas de aspirantes a gobernadores, a senadores, a diputados federales, a diputados locales, a diputados de la Ciudad de México y a los presidentes municipales. Sin descanso en Palacio Nacional, no en las oficinas del dizque partido político.
Queda claro, estimados visitantes de este diario digital, que, de Guadalupe Victoria a Porfirio Díaz, hubo un total desorden, no había una línea política. Sin embargo, ni en los 20 años del “santaanismo” se chacoteó. López de Santa Anna impuso a una veintena de mexicanos, con apoyo del Congreso, para presidentes.
En estas elecciones del 2 de junio de 2024 las mexicanas y los mexicanos estamos jugando con el futuro de México. Hay que votar, sin presiones, sin amenazas, sin agradecimiento por los apoyos económicos. Analicemos a las personas aspirantes al cargo.
No aceptemos fotografiar la boleta con el voto marcado y entregarla a quien la pidió.
El voto es secreto
No debe permitirse entrar a la casilla portando un celular.
Las y los electores merecemos respeto.
Anécdotas residenciales
Lo que estamos viviendo y que puede extenderse más allá del próximo sexenio, no tiene antecedente en cuanto a la sucesión presidencial.
Hubo una etapa de desorganización tal, que en los primeros diez años, contados a partir de 1829, hubo 14 presidentes, entre ellos, los repetidores Santa Anna y Gómez Farías En diciembre de ese mismo año hubo: cuatro en funciones: Victoria, Guerrero, dos interinos y un electo que no tomó posesión.
Guadalupe Victoria terminó el 31 de marzo de 1829 y debió sucederlo Manuel Gómez Pedraza, triunfador en las elecciones. Sin embargo, un movimiento encabezado por Antonio López de Santa Anna lo impidió y el Congreso nombró a Vicente Guerrero, candidato derrotado. El militar insurgente renunció y dio paso a los dos primeros interinatos.
Del 13 al 31 de diciembre de 1829, gobernaron dos abogados. El aguascalentense José María Bocanegra por seis días y el zacatecano Pedro Vélez, compartiendo el poder presidencial con Lucas Alamán y Luis Quintanar, del 23 al 31 de diciembre.
En el Siglo XIX están registradas 48 tomas de posesión presidenciales, el número no corresponde a los que detentaron el poder porque, Antonio López de Santa, asumió el cargo 11 veces. Su suplente en 4 ocasiones, Valentín Gómez Farías, quien tuvo una más al salir José María Salas. José Joaquín de Herrera y Nicolás Bravo, tres veces, al igual que Pedro María Anaya. Otro más, Manuel Peña y Peña, dos ocasiones.
En ese mismo período de 1829 a 1880 recordemos que don Benito Juárez estuvo en Palacio Nacional de enero de 1858 al 21 de marzo de 1872. Su paisano Porfirio Díaz, de corrido del 1 de diciembre 1884 al 25 de mayo de 1911; aunque en 1876 y en 1877 también ocupó brevemente la silla presidencial.