Cuando se firmó el Tratado de Libre de América del Norte (Tlcan) uno de los puntos clave fue la promoción del sur sureste mexicano, región altamente fértil en varios sentidos, que abarca los Estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Puebla, sur de Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

La propuesta del Tlcan era construir y desarrollar a Puerto Progreso, una ciudad de la costa yucateca, que sirviera como pivote para sacar por allí la producción de la región, enviarla hacia Nueva York y, de aquí, dispersarla por todo el mundo.

Para concretar tal idea, más tarde, se proyectó el Plan Puebla-Panamá, que incluía no sólo el sur sureste mexicano, sino que se alargaba por todo Centro América hasta Panamá, la última frontera, limitante con Sudamérica.

Este proyecto fue rechazado por organizaciones político-sociales, que lo echaron abajo. En esta estrategia jugó un papel importante la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (Cnte).

Posteriormente, se ideó la Iniciativa Mesoamericana, proyecto casi similar al Plan Puebla-Panamá. Tampoco fue viable su realización, por similares motivos contestatarios de la población y de organizaciones político-sociales.

El último intento se está dando ya más particularmente con los proyectos de Zonas Económicas Especiales (ZEE) que, por lo hace a México, cinco de ellas se ubican en la misma región. La mayoría ya está en marcha, aunque su desarrollo es más bien de microrregiones.

El sur sureste mexicano es una zona tropical y, por ende, cuenta con toda la riqueza propia de estas regiones, a nivel mundial, pero, al mismo tiempo, es la comarca más empobrecida, ancestralmente, no obstante, los fuertes recursos económico que el gobierno federal le dedica cada sexenio.

En la época de la posterior a la segunda Guerra Mundial del siglo pasado, México desarrollo El Bajío, conformado por Querétaro, Guanajuato, Jalisco y, parcialmente, Michoacán, hasta convertirlo en el granero de México.

Cuando empezó su etapa de agotamiento, el gobierno federal se fijó en el noroeste, compuesto por Nayarit, Sinaloa, Sonora y las dos Baja California, que, con apoyo de gobierno y empresarios agropecuarios de Estados Unidos, crearon un emporio agroindustrial en esta zona, a grado tal que aún mantiene ese signo, sólo opacado por la Iniciativa del Caribe que la Unión Americana utilizó, pragmáticamente, cuando así convenía a sus intereses.

Hasta los estados norteños (Sonora, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León) se convirtieron en prósperas entidades ganaderas, pese a ocupar grandes extensiones del desierto y semidesierto mexicano.

Decálogo de López Obrador
El virtual presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, propone, como programa de trabajo para su administración, un decálogo que, curiosamente, se enfoca en gran medida en el rescate del sur sureste nacional.

Para empezar, en el punto 3, que trata sobre la descentralización del gobierno federal, propone que la Secretaría de Turismo (Sectur) se ubique en Chetumal, Q. Roo; la Secretaría de Medio Ambiente, en Mérida, Yucatán; Petróleos Mexicanos (Pemex), en Ciudad del Carmen, Campeche; Secretaría de Energía (Sener), en Villahermosa, Tabasco; Comisión Federal de Electricidad (CFE), en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Comisión Nacional del Agua (Conagua), en el Puerto de Veracruz, Veracruz; Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), en Oaxaca, Oaxaca; Secretaría de Educación Pública (SEP), en Puebla, Puebla; Secretaría de Cultura, en Tlaxcala, Tlaxcala; Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras), en Cuernavaca, Morelos; Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), en Toluca, Estado de México, y la Secretaría de Salud (SSA), en Acapulco, Guerrero. Además, la Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedatu) iría a Pachuca, Hidalgo.

Esta lista indica que la mitad de las dependencias federales y paraestatales, que conforman el gabinete legal y ampliado del gobierno federal, se ubicarían en la región a rescatar.

El punto 4, dice lo siguiente: Se rescatará al campo y a sus pobladores del abandono y la pobreza. Se dará prioridad a los pueblos indígenas. Desde las comunidades, ejidos y pueblos, se fomentará al sector agropecuario, pesquero y forestal. El nuevo gobierno fijará precios de garantía para los productores agrícolas, producirá fertilizantes y los distribuirá a precios bajos y promoverá la siembra de un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables y otorgarán créditos ganaderos a la palabra. El propósito es que el país sea autosuficiente en maíz, frijol, arroz, trigo, sorgo, leche, carne de res y de cerdo, pollo, huevo y pescado. En pocas palabras, vamos a producir en México los alimentos que consumimos.

En el 6, anota: … Se construirán dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía (ubicado en el norte del Valle de México) para resolver el problema de saturación en el actual aeropuerto de la Ciudad de México (esto estaría en análisis, frente al nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que ya se construye)… Habrá un tren turístico-cultural en la zona maya, que recorrerá la ruta Cancún-Tulum-Calakmul-Palenque. Se creará la zona franca o libre a lo largo de los tres mil 180 kilómetros de frontera con Estados Unidos. Se pondrá en ejecución el programa integral de desarrollo en el Istmo de Tehuantepec.

Estos tres puntos son claves para el sur sureste nacional, donde se incluye Tabasco, el estado natal de López Obrador y Chiapas, donde se ubica su rancho de descanso.

Solalinde da otros puntos interesantes del plan de gobierno de López Obrador
El sacerdote católico Alejandro Solalinde, uno de los consejeros más cercano de López Obrador, en entrevista que concedió al reportero Héctor Guerrero, del diario español El País, y que transmitió en México, Jacobo García, desveló algunos datos interesantes sobre su próximo gobierno. Llama la atención la parte final de la entrevista.

El reportero le pregunta a Solalide:
P. ¿El Gobierno pondrá fin al plan que reforzó policialmente la frontera con Chiapas para impedir la entrada de centroamericanos, el Plan Frontera Sur?

R. Se tiene que acabar, por supuesto. La frontera se va a fortalecer en los aspectos comercial y turístico. La policía no debe estar para reprimir migrantes y la Secretaría de Migración tendrá que atenerse a su papel administrativo y las estaciones migratorias deben dejar de ser centro de detención para pasar a ser centros de atención”.

P. Hasta ahora ha habido cordialidad, pero el tema migratorio puede ser motivo del primer enfrentamiento con Trump. ¿Hay alguna propuesta clara?

R. “Estados Unidos le va a pedir a México que acoja más migrantes y no lo moleste en sus puertas. Nuestra propuesta es que México les va a dar refugio, documentación, trabajo y posibilidad de educación y salud. Por ello, se recibiría un dinero que se destinaría a atenderlos y paralelamente a un plan regional de desarrollo que va desde Panamá al Río Bravo [en la frontera con EE UU]. De esa forma, México recibe a sus hermanos y los atiende de forma humanitaria y cuando salgamos de la crisis ellos harán lo que quieran, seguir al norte o volver a su casa”.

La experiencia de EU sobre este tema en África
La Agencia de Información del gobierno norteamericano, ShareAmerica, ha venido desplegando una serie de nota y artículos sobre la nueva relación que existe entre este país y África, donde destaca que la promoción de las poblaciones africanas es la mejor forma de asentarla en sus propios países para detener el flujo migratorio de indocumentados a Europa y Estados Unidos, que, a finales del siglo pasado, registró su mayor auge.

Algo similar, aunque con menor énfasis, se viene dando también en el sudeste y suroeste asiático, en especial en naciones aledañas al Medio Oriente.

Anuncio

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí