Apenas en la Navidad pasada, Pedro Pablo Kuczynski, el presidente de Perú, había librado el juicio político que, vía la vacancia, realizó el Congreso nacional para destituirlo del cargo. Esa vez ganó y se mantuvo en el poder, pero sólo por tres meses, porque hoy renunció, un día antes que el Congreso repitiera el mismo procedimiento.
«Lo mejor para el país es que yo renuncie a la presidencia», dijo el ahora exdirigente de Perú, relataron diversos medios y agencias internacionales. Desde muy temprano se filtró la noticia de que Kuczynski presentaría su renuncia y, al medio día, daría un mensaje por televisión.
Kuczynski, un conservador y exbanquero de Wall Street, de 79 años de edad, asumió el poder en julio de 2016, mandato que terminaría hasta julio de 2021.
Para sustituirlo, según la Constitución peruana, correspondería al primer vicepresidente y actual embajador de Perú en Canadá, Martín Vizcarra. En caso de que éste ni el segundo vicepresidente aceptara el cargo, el presidente del Congreso, el fujimorista Luis Galorreta, debe convocar a nuevas elecciones nacionales.
Pedro Pablo sería otro más de los mandatarios en problemas con el Caso Odebrecht, mismo que ocasionó que sus dos antecesores enfrenten problemas por su involucramiento en la llamada operación Lava Jato .
Este caso de Kuczynnski ocasiona inquietudes en el Continente, debido a que en abril entrante se desarrollará en Perú la Cumbre de las América, reunión a la que asistirán 30 mandatarios de la región, incluidos el presidente Trump, de Estados Unidos, y Nicolás Maduro (aunque sin invitación), de Venezuela.
Los peruanos no quedaron del todo satisfechos con la renuncia de Kuczynski; ahora quieren que también haga lo mismo el Congreso, cuya mayoría está controlada por Keiko Fujimori, la hija predilecta del expresidente Alberto Fujimori, y quien en la Navidad pasada, se enfrentó su hermano Keijo Fujimori, quien también controla una parte del Congreso peruano.
