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Washington, D. C., 10 de agosto de 2021.- Estados Unidos ha venido apoyando desde hace mucho tiempo el anhelo del pueblo birmano de democracia y libertades fundamentales.

Hace treinta y tres años, el 8 de agosto de 1988, millones de birmanos se manifestaron en favor de los derechos humanos y para terminar con años de régimen militar. Aunque el ejército reprimió violentamente las protestas, en la actualidad conocidas como el “Movimiento 8888” (por la fecha 8-8-1988), estas manifestaciones continúan inspirando el llamado a la democracia en respuesta al golpe militar del 1 de febrero de 2021.

“Hoy recordamos el movimiento prodemocrático 8888 y la lucha de décadas del pueblo de Birmania por la democracia y la paz”, dijo el 8 de agosto el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, al rendir homenaje a las perdurables aspiraciones democráticas del pueblo birmano. “Estados Unidos sigue apoyando a quienes en Birmania piden que se respeten sus derechos humanos y sus libertades fundamentales”.

Estados Unidos apoya los esfuerzos del pueblo birmano a la vez que aborda la represión. Estados Unidos ha proporcionado capacitación en materia de liderazgo en el Centro Americano de Rangún y el Centro Jefferson de Mandalay.

Los centros han ofrecido:

• Instrucción de idioma inglés.
• Recursos bibliotecarios, incluyendo conexión a Internet.
• Acceso a información y oportunidades de diálogo libre e intercambio cultural.

Al ofrecer más de 400 becas, pasantías e intercambios, los centros han proporcionado al pueblo de Birmania oportunidades de crecimiento.

Después de la represión del “Movimiento 8888” el gobierno de Estados Unidos impuso sanciones al ejército de Birmania, imponiendo costes al suspender preferencias comerciales y otras medidas.

En una llamada realizada el 4 de agosto con Zin Mar Aung, líder birmana en el exilio, la secretaria adjunta de Estado, Wendy Sherman, hizo hincapié en el apoyo de Estados Unidos tras el golpe militar a todos los que trabajan para restaurar el retorno de Birmania hacia la democracia.

Ambos hablaron también de los esfuerzos para combatir el aumento de las infecciones de Covid-19 y proporcionar ayuda humanitaria al pueblo birmano.

Este año, Estados Unidos volvió a imponer sanciones en respuesta a la violenta represión de las protestas por parte del ejército birmano, que ha dado muerte a más de 900 personas, entre ellas, muchos niños. El régimen también ha detenido a más de 5,000 personas, lo que ha provocado la condena internacional.

Estados Unidos y sus países asociados sancionaron a los militares birmanos responsables del golpe y de los ataques a manifestantes pacíficos. También sancionaron a las empresas birmanas que apoyan al régimen militar.

“Estamos con los representantes debidamente elegidos del pueblo de Birmania y con todos los que protestan pacíficamente contra esta toma de poder”, dijo Blinken, el 11 de febrero, al anunciar las sanciones contra los funcionarios militares. “El régimen militar debe abandonar el poder [y] restaurar el gobierno democráticamente elegido”.

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