Amarah Ennis* / IJ Net

Washington, D. C., 4 de enero de 2023.- Es tan importante identificar a los actores que perpetúan la desinformación como a la propia desinformación: si un periodista es capaz de encontrar la fuente original de información falsa, será capaz de exponerla y neutralizarla.

Durante una clase magistral del programa Desarmar la desinformación del Centro Internacional para Periodistas (Icfj), celebrada en colaboración con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas, la premiada periodista de datos y directora del Máster en Periodismo de Datos de la Universidad de Columbia, Giannina Segnini, habló de estos «mercenarios digitales» y cómo detenerlos.

Mercenarios digitales
Los mercenarios digitales tienden a presentarse de forma errática en Internet. «Los llamo mercenarios digitales porque un día venden pantalones; al día siguiente apoyan a un candidato de izquierdas; al día siguiente, a un candidato de derechas», dijo Segnini. «Algunos son ideológicamente coherentes, pero, en general, es una industria no alineada, formada por científicos de datos y publicistas».

Segnini también ha apodado a los mercenarios digitales «hijos de Cambridge Analytica», en referencia a la consultora que recopiló datos de millones de usuarios de Facebook sin su consentimiento para publicidad política. No son solo individuos, advirtió: «Podría tratarse de grupos de inteligencia, operadores de inteligencia estatales, industrias transnacionales y muy poderosas, así como donantes individuales y grupos religiosos», dijo Segnini. «Utilizan datos para apuntar hacia personas que pueden ser susceptibles a la desinformación».

Tanto la campaña de Trump de 2016 como la campaña Vote Leave del Reino Unido sobre el Brexit fueron dirigidas por Cambridge Analytica. Hoy, sus «hijos» intentan imitar el éxito de esas campañas en países de África y América Latina.

Campañas de dos pisos
Los mercenarios digitales suelen dirigir proyectos encubiertos debajo de campañas políticas. «Son campañas que operan en varios países», explicó Segnini. «Normalmente, nunca nos enteramos de quién está detrás de ellas porque son mundos paralelos».

En el lado visible, los candidatos utilizan los fondos de campaña para pagar a su personal, hacer encuestas y financiar otras acciones por encima de la mesa. Bajo esta fachada creíble operan de forma anónima organizaciones transnacionales que desean impulsar sus propios programas. Gastan dinero en análisis y predicción de datos, producción de contenidos en multitud de plataformas y en dirigirse a grupos específicos de votantes en línea.

Las acciones de la campaña oculta ayudan a las de la campaña visible y viceversa. «Hay una explosión de campañas bien diseñadas que utilizan la inteligencia artificial para orientar determinados mensajes a un lugar concreto», dijo Segnini.

Ciclo de investigación
Segnini esbozó cinco pasos intercambiables para ayudar a los periodistas a encontrar información sobre mercenarios digitales ocultos en redes sociales y en otros sitios online:

• Revisa los informes oficiales de las redes sociales. Segnini destacó el Threat Analysis Group de Google y el Adversarial Threat Report de Meta.
• Busca en documentos públicos. Para investigar en Estados Unidos, Segnini recomendó utilizar el Índice Fara, una base de datos del gobierno estadounidense para rastrear agentes de partidos extranjeros.
• Investiga a personas en las redes sociales (Twitter, LinkedIn, etc.).
• Investiga las empresas visitando sus sitios web. Si no puedes acceder a un sitio web o a una página o quieres ver qué información había antes en el sitio, prueba utilizar Wayback Machine de Internet Archive.
• Sigue el dinero. Segnini señala que no todo se trata de transacciones bancarias. «En América Latina, hay campañas masivas de desinformación dirigidas por los gobiernos y es más difícil porque es el propio gobierno el que fabrica la infraestructura. Pero hay que pagar los contratos», dijo. «Hay que seguir los activos de forma coherente para hacerse una mejor idea del ecosistema. ¿Qué asignación presupuestaria se ha utilizado? ¿Por quién? ¿Qué activos se están liquidando allí?»

Una vez que el periodista descubre los nombres de empresas y personas de interés, puede buscar detalles más concretos. Hay que ser práctico a la hora de buscar más información sobre estas empresas y pensar con lógica en los siguientes pasos, instó Segnini.

«Si tenemos los nombres, podemos ir a los registros locales, los registros de empresas… pensar en términos reales en todas las operaciones que hay que hacer», dijo. «Si un edificio está siendo remodelado, por ejemplo, si tienes una dirección, puedes encontrar información en el Ministerio de Obras Públicas o en el Registro de Edificios o cualquiera que sea la entidad gubernamental. Puede haber inspecciones por remodelación; alguien que firmó esos documentos. Puedes ponerte creativo siguiendo los nombres en todas las bases de datos disponibles al público».

Información sobre dónde operan las corporaciones o los actores individuales también puede encontrarse en Google Maps y Tweetdeck. «Se puede encontrar en línea dónde están registradas estas empresas», dijo Segnini.

¿Quieres empezar a rastrear a los mercenarios digitales? Aquí tienes más recursos que puedes consultar.

Nina, una nueva base de datos en español desarrollada por el Centro Latinoamericano de Periodismo de Investigación, que reúne las conexiones entre empresas y contratistas individuales en América Latina. Registrarse en el sitio es gratis.
Hoaxy, una herramienta del Observatorio de Medios Sociales de la Universidad de Indiana (OSoMe) que puede utilizarse para rastrear cómo se difunde la información en Twitter.
Botometer, otra herramienta de OSoMe que puede estimar la probabilidad de que una determinada cuenta de Twitter sea un bot.
Rand Corporsation tiene una amplia base de datos de herramientas para luchar contra la desinformación como parte de su Countering Truth Decay Initiative.

Desarmar la desinformación es un programa dirigido por el Centro Internacional para Periodistas (Icfj) con financiación de la Fundación Scripps Howard, organización afiliada al Fondo Scripps Howard, que apoya los esfuerzos benéficos de The E.W. Scripps Company. El proyecto, de tres años de duración, capacitará a periodistas y estudiantes de periodismo para luchar contra la desinformación.

* Amarah Ennis es una estudiante de periodismo en Hampton University, originaria de North Chersterfield, VA. Forma parte del grupo de becarios de IJNet.

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