Algunas elecciones no son lo que parecen

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Cuando unas elecciones terminan y se declara a un ganador el margen electoral puede decir mucho.

Considere estos ejemplo.

Las elecciones abiertas alientan la oposición. Mientras que una victoria decisiva en el voto popular puede demostrar un fuerte mandato de los votantes para la agenda del ganador, una victoria demasiado grande pone en duda la legitimidad de toda la elección.

Ya sea el ganador un líder o el partido al que representa, la integridad de una elección depende del acceso de los votantes a la información sobre los candidatos y de la capacidad de los votantes para elegir libremente entre los candidatos.

Irfan Nooruddin, profesor de la Universidad de Georgetown, que estudia elecciones en todo el mundo, indicó que las elecciones en las que los candidatos ganan por casi el 100 por ciento, o “súper márgenes”, suelen ser una señal de que un gobernante autoritario está reprimiendo a la oposición.

En estos días, dijo Nooruddin, la represión suele consistir en acosar e intimidar a los candidatos de la oposición antes del día de las elecciones y restringirles el acceso a los fondos de la campaña y a los medios de comunicación.

Gracias al trabajo de los observadores electorales internacionales, comentó Nooruddin, “La integridad del día de las elecciones es mayor de lo que ha sido en décadas”, pero la creciente atención en la transparencia del día de las elecciones ha “forzado a los aspirantes a autócratas a trasladar la manipulación a antes de las elecciones”.

Tácticas como encarcelar a los líderes de la oposición, tipificar como delito las protestas pacíficas y tomar medidas enérgicas contra los medios de comunicación social en el período previo a una elección socavan la legitimidad de la elección incluso antes de que se abran las urnas. “Cuando los observadores no están presentes”, dijo Nooruddin, “es cuando la democracia se vuelve vulnerable”.

Algunas democracias emplean sistemas parlamentarios, que a menudo requieren que los partidos formen coaliciones cuando ningún partido obtiene el apoyo de la mayoría. Por ejemplo:

  • En las elecciones alemanas de 2017, la Unión Demócrata Cristiana/Unión Social Cristiana de Ángela Merkel obtuvo el mayor porcentaje de votos con un 33 por ciento.
  • El partido israelí Likud ganó las elecciones legislativas de 2015 en ese país con sólo el 23.4 por ciento de los votos.
  • El Partido Liberal Democrático de Japón se mantuvo en el poder después de las elecciones generales de 2017 con el 33.28 por ciento de los votos.
  • Anticipándose a las elecciones venezolanas de 2018, la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, dijo que las elecciones libres y justas “deben incluir la plena participación de los partidos políticos y los líderes políticos, un calendario electoral adecuado, una observación internacional con credibilidad y una autoridad electoral independiente”.
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