Jorge Herrera Valenzuela

Felicidades a todos los padres y abuelos en este Día del Padre.

Termina un sexenio en que la asistencia médica oficial sólo mejoró en discursos y publicidad, más no en el servicio a las clases populares y menos para los millones de mexicanos integrantes de la Tercera Edad. Informaciones periodística se refieren a los hospitales construidos en algunos Estados de la República, donde no hay médicos, se carece de lo indispensable para dar primeros auxilios, se reciclan las jeringas, faltan instrumental y equipos; algunos fueron construidos e inaugurados a partir del 2013.

Sé que existe una Coordinación de Hospitales Federales, dependiente del secretario de Salud, José Ramón Narro Robles, y creo que al globalizar el término, también se incluyen los hospitales y clínicas del Issste y las del Seguro Social. Por lo anterior es que mi comentario está dirigido al exrector de la Unam y exprecandidato presidencial, como jefe del Sector Salud en este sexenio, porque el problema que confrontan y afrontan los pacientes del Hospital Darío Fernández, ubicado en Avenida Revolución y Barranca del Muerto, en el Sur de la Ciudad de México, requiere de una cirugía mayor, burocráticamente.

En primer término, el director de ese hospital, me afirmaron, no tiene trato para nada con los enfermos; a la una tarde se retira de la oficina y punto. El trato a los pacientes, en su mayoría de la Tercera Edad, es deshumanizado. No hay la menor atención de parte del personal administrativo, comenzando por los “policías” que resguardan la entrada.

El reparto de citas comienza a las ocho de la mañana y está a cargo de personas que no ocultan su prepotencia, argumentando que el sindicato les protege. Un ejemplo confirmado por este comentarista: un señor de ochenta años la semana pasada solicitó cita para ser atendido por el médico geriatra y le fue otorgada para octubre, sin importar el estado de salud de la persona. Sí, el enfermo deberá esperar “nada más” cuatro meses y no se le ocurra faltar, porque la siguiente cita será agendada para un día de 2019.

Más penoso es ver a las personas haciendo fila en rededor del edificio del hospital para recoger sus medicinas. La gente llega desde las seis de la mañana, los empleados comienzan a trabajar después de las ocho y lo hacen con tal lentitud hora y media después apenas están atendiendo al que está en el lugar 12 de la fila. ¡Ah!, pero si al llegar a la ventanilla y entregar la receta le dicen que no tienen la medicina, la atención termina con un simple “vuelva el miércoles”. Cuando uno de los medicamentos no existe en la farmacia, habrá que sacar otra cita con el médico o la médica para recibir una nueva receta.

Debo precisar que al hablar con las personas que estaban “al rayo del sol”, me informaron que el cuadro básico de medicinas está reducido; dijeron que la mayoría de los medicamentos son genéricos. La queja más frecuente es el mal trato de los individuos que están en las ventanillas, con sus lacónicas e imprecisas respuestas. En ese hospital no hay quien escuche a las víctimas.

Otro de los graves problemas que confrontan los hombres que acuden al referido hospital, es que en los tres pisos solamente un sanitario funciona, pero carece de toda limpieza; el piso siempre está encharcado, sin que se ordene su aseo. Me dijo un anciano que es verdaderamente indignante que la autoridad no haga nada, inclusive durante tres años llevan “remodelando” las instalaciones. Los elevadores están descompuestos y los discapacitados no cuentan con auxilio para llegar a los pisos donde están los consultorios.

El director general del Issste jamás se ocupa de los problemas de los derechohabientes. Es un político dedicado a sus negocios y relaciones personales, lo cual abarca el mayor de su tiempo y, por supuesto, aparece fotografiado al lado del Presidente Peña Nieto y de los gobernadores. Nunca se le ve recorriendo las clínicas, los hospitales, las oficinas administrativas delegacionales ni las subdelegacionales, menos las desvencijadas tiendas.
Los empleados aseguran que no lo conocen ni en fotografía. Bueno, pues les doy un tip: el director general se llama Florentino López Castro, es sinaloense y los restauranteros y comerciantes de Iztapalapa lo recuerdan como el Delegado Político que nunca pagaba sus consumos de alimentos y bebidas, haciéndose acompañar por diez o más amigos.

Pregunta para meditar:
¿Llegará el comentario hasta el escritorio de José Narro, porque los pacientes del mencionado hospital requieren ser escuchados?

De 9 gubernaturas, una para el PRI
Todo indica que la gloria del Partido Revolucionario Institucional llega a su fin el próximo domingo 1 de julio. Están en juego nueve gobiernos estatales y hasta el pasado día 12 el PRI solamente tenía posibilidades de triunfo en Yucatán. Las encuestas perfilan a cinco de Morena-PT-PES: Rutilo Cruz Escandón Cadenas, en Chiapas; en Puebla, Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta; para Morelos, increíble, el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo; mientras en Tabasco puntea Adán Augusto López Hernández; en la Ciudad de México desbancarán al PRD, auguran como ganadora a Claudia Sheinbaum Pardo. Veracruz y Guanajuato para los seguidores de la coalición PAN-PRD-MC, en tanto que en Jalisco dan a Enrique Alfaro Ramírez como triunfador. Ah, el PRI retendría Yucatán con Diego Sinhué Rivero.

La PGR en su peor época
El encargado del Despacho en la Procuraduría General de la República, Alberto Díaz Beltrán, debe estar pagando graves faltas y cargando con culpas ajenas. Entre las muchas travesuras, tiene el encargo de hacerle la vida imposible a Elba Esther Gordillo Morales, considerada “por ya sabes quién” como presa política. La PGR solicitó y obtuvo del juez sexto de Distrito en Procesos Penales Federales autorización para catear el “penthouse” del piso 12 en Galileo 7, Polanco, Delegación Cuauhtémoc. Por su parte, a la chiapaneca le fue otorgada una suspensión provisional por el Tercer Tribunal Unitario Penal de la Ciudad de México, para impedir la visita policíaca. ¿Saben qué quieren saber en la PGR? Ni más ni menos, si la exlideresa del Magisterio Nacional tiene, donde mantiene arresto domiciliario, alguna puerta “por donde se fugue y salga a recorrer las calles”. Prohibido reírse.

El fútbol “hermanó” a Donald
Lo que no lograron los expertos en relaciones internacionales, es ya una obra realizada con vistas al 2026, lo hicieron los dirigentes del deporte más popular en el mundo y el negocio empresarial cada vez más en ascenso. Cuando se estará a cuatro del centenario de la celebración de los Campeonatos Mundiales de Fútbol, México será por tercera vez sede de la competencia mundial de balompié. Lo fue en 1970 y en 1986. Ahora compartirá el honor con Canadá y con Estados Unidos de América, lo que “hermanó” a Donald Trump con dos gobiernos a los que les niega firmar solidariamente un Tratado de Libre Comercio. De los 80 partidos que jugarán 48 selecciones nacionales, a México le corresponden 10 y el Estadio Azteca, por tercera vez, será escenario de este evento mundial; Guadalajara y Monterrey también serán sedes.

P.D. En el Diario de la Historia, del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones Mexicanas, leí que en el mes de junio de 1918 el presidente norteamericano Woodrow Wilson ante la neutralidad que mantenía el gobierno mexicano de Venustiano Carranza, en los días de la Primera Guerra Mundial, no se contuvo y declaró que para los mexicanos “Vamos a ser, como si dijéramos, el hermano mayor de ustedes, ya sea que quieran o no. Nosotros no nos preguntamos si sería conveniente para ustedes que nosotros fuéramos su hermano mayor, nosotros hemos dicho que vamos a serlo”. Fue él quien ordenó la invasión del 21 de abril de 1914, en el puerto de Veracruz y la de 1916 cuando diez mil soldados durante diez meses invadieron territorio mexicano en una acción punitiva, so pretexto de capturar a Pancho Villa. Hay una amplia historia sobre las presiones y las represalias, pero Carranza no se doblegó y fue celoso al defender la soberanía nacional.

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