Ciudad de México, 6 de junio de 2021.- Desde siempre, en todas las sociedades humanas existen personas y grupos de personas que tienen el poder de hablar, escribir, ordenar y gobernar. Son quienes emiten opiniones y dan sus puntos de vista frente a cualquier situación o problema nacional.
Ellos son los que manejan los gobiernos, a su modo y criterios, siguiendo los dictados propios de quien o quienes mandan. Siempre ha sido así y lo seguirá siendo en el futuro.
Sin embargo, por debajo de ellos, existe una gran masa de individuos que no tiene acceso a hacer valer sus opiniones y sus puntos de vista. Esto hasta antes de la irrupción de las redes sociales que, aún con imperfección, les da ciertas formas de hacerse escuchar, pero aún son los pocos en relación con la generalidad de la población.
Esta enorme masa, la mayoría de las veces amorfa, conforma lo que se denomina El Resto. El Resto es una teoría surgida entre los grupos judaicos antiguos que fue, posteriormente, recogida como tal por la Biblia para esclarecer algunos pasajes de corte político social, válida, al menos, para el mundo occidental.
De ahí su nombre de Teoría del Resto que no es otra cosa más que la realidad que cada país vive en los comicios electorales.
Aunque existen los grandes personajes o conglomerados que tratan de alcanzar la victoria en las elecciones o de mantenerse en él, son los integrantes de El Resto quienes deciden lo conducente con su acción y participación.
En México, el hecho más significativo de este tipo fue cuando El Resto decidió acabar con el gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que durante 70 años gobernó al país y le puso un alto para que continuara siendo el ganador.
El paso, que democráticamente, se llama alternancia del poder, permitió que el tradicional enemigo político del PRI, el Partido Acción Nacional (PAN) asumiera al poder nacional y que gobernara durante dos sexenios (12 años) para que ese mismo Resto devolviera el poder al PRI, al que solo le permitió seis años, para dar el paso a un nuevo conglomerado que resultó ser una mescolanza de priistas, panistas y perredista que se amalgamaron, como tribus (otra vez, la connotación bíblica), en un denominador común que se denominó Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que es el que actualmente gobierna en México y que hoy tuvo sus primera revisión en las urnas con la participación, precisamente de El Resto.
