De la Ciudad: En memoria del amigo y colega Brody

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Mi más sincero pésame a María Enriqueta, Giselle, Hilda Andrea y Ricardo

Ciudad de México, 10 de diciembre de 2020.- El pasado 30 de noviembre a las 13.55 horas, falleció nuestro entrañable amigo y colega Miguel Ángel Duran Guapio. Periodista, escritor, maestro, diseñador, corrector de estilo, fotógrafo, editor, asesor y director de la revista digital Cardinalia, en la cual colaboramos por más de 20 años.

Miguel Ángel nació en la Ciudad de México, en 1956. Tenía 64 años de edad y era el mayor de siete hermanos. Se dedicó a la actividad periodística, en todos sus géneros, durante 40 años.

Precisamente, recién fue galardonado por esta trayectoria periodística por parte del Club Primera Plana (CPP). En este gremio, como miembro, propuso al Club apoyar a los colegas que, además, eran también artistas plásticos, con la difusión de sus obras, para que las vendieran y pudieran obtener un ingreso extra.

Trabajo como periodista en varios medios nacionales, entre ellos: La Prensa, El Nacional, Tribuna y la agencia de noticias Notimex. Fue corresponsal de guerra en Guatemala por el periódico La Jornada. Además, fue maestro, dio talleres de Periodismo y de Fotografía; este último, en el Centro Cultural de San Ángel.

También, fue editor de libros y revistas, y desde hace más de dos décadas creó su propia publicación, una revista turística, cultural y social que tituló: “Cardinalia”, la cual, primero, apareció impresa para luego convertirla en un medio digital. No podía quedarse atrás del avance de las tecnologías y, con ello, las redes sociales, por lo cual, en principio, tomó cursos al respecto para poder ofrecer a su público y en lo general una publicación no sólo de interés, sino digna de la profesión.

Su esposa, la también periodista María Enriqueta Pérez Velasco, con quien tuvo tres hijos: Giselle, Hilda Andrea y Ricardo, nos comentó que, desde pequeño Brody mostró interés por el aprendizaje; primero, en escuelas, y después de manera autodidacta para convertirse en un hombre culto que podía hablar de todos los temas que abarcó. En principio, incursionó en la fotografía para, posteriormente, tener la oportunidad de escribir y así, de lleno, dedicarse al periodismo.

Miguel Ángel era un lector empedernido. Aprender le fascinaba. Estudió dibujo en el Instituto Nacional de Bellas Artes (Inba) y logró obtener un amplio aprendizaje sobre los géneros periodísticos, así como en la ortografía y la redacción. Fue, de igual manera, escritor de cuentos y, sin descanso, siempre pensaba en hacer y aprender cosas nuevas: un innovador.

Y, en su arte pictórico más que un creativo incursionó desde lo abstracto hasta lo conceptual. Presentó sus pinturas en varias exposiciones, en recintos como La Biblioteca General del Congreso de la Unión, El Parque Ecológico de Xochimilco y La Casa de Arte de Xochimilco.

María Enriqueta comentó que en este 2020, en medio de la pandemia por el Covid-19, Miguel Ángel dedicó parte de su tiempo a su revista digital y la pintura, pero no se conformaba pues siempre quería hacer más y afinaba otros proyectos.

“Su mente siempre estaba ideando proyectos y nuevas cosas que hacer. La pandemia lo alcanzó, pese a que se cuidaba mucho, porque sabía que a sus 64 años de edad era parte de los grupos vulnerables que más sucumbían a este virus”, nos reveló María Enriqueta.

Miguel Ángel enfermó el 13 de noviembre y el 20 del mismo mes fue hospitalizado. Murió el 30 de noviembre a las 13.55 horas.

Más que un amigo y colega, Miguel Ángel, hijo de Benita Guapio Atriano y Andrés Durán Peregrino, fue mi “Brody”; así nos identificábamos como colegas-hermanos. Muy tenaz y correcto en las profesiones que abarcó. Nunca hubo dudas de su honestidad. Descanse en Paz.

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