Washington, D. C., 8 de julio 2019.- Los piratas contemporáneos del Caribe no tienen nada de parecido con los de las películas. En realidad, son bandidos venezolanos dedicados al contrabando de narcóticos y niños, a menudo de la mano de funcionarios corruptos de la guardia costera de Venezuela y de otros países de la región.
La mala gestión y la opresión por parte del régimen de Maduro han provocado apagones eléctricos y escasez de alimentos y medicinas, lo que ha causado el colapso del orden y la ley. A medida que la escasez aumenta, el contrabando de bienes desde Trinidad, apenas a 16 kilómetros de distancia en el golfo de Paria, se ha convertido en una opción atractiva para aquellos que disponen de los recursos.
Según informes en los medios de comunicación, las lanchas motoras que puedan ser usadas para el contrabando se han convertido en un artículo valioso. Numerosos pescadores de Trinidad, Guyana y Surinam han sido asesinados para robarles sus lanchas u obligados a punta de pistola a entregarlas a los piratas. Algunos pescadores han abandonado la pesca para dedicarse al contrabando de alimentos básicos y pañales a Venezuela, y regresar con armas, drogas y gasolina. Otros actúan como ojos y oídos para pandillas del crimen organizado.
Pero algo más aparte de cocaína y gasolina se está traficando desde Venezuela: mujeres y niños. “Debido al deterioro de la situación económica en su país natal, los venezolanos son particularmente vulnerables al tráfico ilegal y en años recientes ha habido una gran afluencia de venezolanos a Trinidad y Tobago”, de acuerdo al Informe sobre la Trata de Personas de 2019 del Departamento de Estado de Estados Unidos. La ONU calcula que para finales de 2019 más de cinco millones de venezolanos habrán huido de su país.
La administración Trump ha respondido a la crisis en Venezuela trabajando política y económicamente para aislar al régimen de Maduro. Estados Unidos también ha posicionado más de 500 toneladas métricas de alimentos y suministros de ayuda humanitaria en la frontera con Venezuela y proporcionado casi 260 millones de dólares en ayuda para los países que apoyan a los venezolanos desplazados.
