Mujeres estadounidenses de origen turco abordan desafíos del gobierno

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Washington, D. C., 15 de junio de 2021.- Mujeres estadounidenses de origen turco están ayudando a elaborar la política exterior de Estados Unidos, y así siguiendo la tradición de Estados Unidos de confiar en los conocimientos y la experiencia de su diversa población.

Naz Durakoğlu, nacida en Estados Unidos de padres turcos inmigrantes, y Özge Güzelsu, que emigró a Estados Unidos desde Turquía, son dos las funcionarias de más alto rango en la administración Biden en materia de política exterior.

Ambas mujeres han trabajado como personal en el Congreso y ahora supervisan los asuntos legislativos para agencias gubernamentales de Estados Unidos. Durakoğlu es secretaria adjunta de Estado en funciones para Asuntos Legislativos y Güzelsu trabaja en el Departamento de Defensa como viceasesora jurídica general para Asuntos de Legislación.

En sus nuevas tareas de liderazgo impulsan la colaboración entre las ramas ejecutiva y legislativa del gobierno de Estados Unidos.

“Una de las cosas por las que me siento muy agradecida es el hecho de que puedo ser ciudadana de Estados Unidos y estar muy orgullosa por ser estadounidense de origen turco, y eso de ninguna manera disminuye mi capacidad de cumplir con mis tareas y servir al gobierno de Estados Unidos”, dice Güzelsu, que llegó a Estados Unidos cuando tenía tres años de edad.

Durakoğlu se basa en su experiencia de trabajo en el Senado y la Cámara de Representantes y el Departamento de Estado de Estados Unidos para reforzar la colaboración entre este Departamento y el Congreso. “Es un trabajo emocionante. Soy muy afortunada al tener esta oportunidad”, dice.

El presidente Biden le ha dado máxima prioridad al aprovechamiento de la diversidad de Estados Unidos. En una orden ejecutiva sobre igualdad racial, emitida en su primer día en la presidencia, Biden calificó a la igualdad de oportunidades como “el fundamento de la democracia estadounidense”. Su orden convoca a un enfoque sistemático para eliminar las barreras a la igualdad y arraigar la justicia en el proceso de toma de decisiones gubernamentales.

Durakoğlu y Güzelsu dominan el idioma turco y siguen estrechamente conectadas con su patrimonio. Nacida en Estambul, Güzelsu llegó con su familia a Estados Unidos para que su padre trabajara como profesor visitante en la Universidad de Yale, en New Haven (Connecticut).

Güzelsu todavía cocina platos turcos que aprendió junto a su abuela durante las vacaciones de verano en Estambul y Çeşme. Sin embargo, sus platos favoritos como la baklava y el doner kebab, son muy complicados o no tienen el mismo sabor.

“Uno solo puede conseguir un verdaderamente bueno doner kebab en Turquía o, posiblemente, en Berlín”, dice Güzelsu. Esa ciudad alemana concentra la población turca más importante fuera de Turquía. Alrededor de 350,000 estadounidenses de ascendencia turca viven en Estados Unidos, según la Coalición Turca de Estados Unidos.

La familia Durakoğlu llegó a Estados Unidos cuando su madre obtuvo una beca para estudiar música en la Escuela Juilliard de Nueva York. La familia de Durakoğlu es oriunda de Izmit y Estambul. La mayoría se hallan ahora en Estambul, y Durakoğlu los visita con regularidad. Cuando no puede visitarlos, disfruta con la lectura o mirando películas sobre la profunda historia multicultural de Turquía.

“Estados Unidos, y otros países, incluyendo a Turquía, tienen más éxito cuando aprovechan la diversidad plena de sus poblaciones”, afirma Durakoğlu.

Güzelsu dice que los inmigrantes y miembros de otros grupos minoritarios traen consigo ideas frescas para los desafíos de la gobernabilidad. “Todos nosotros servimos a la democracia de Estados Unidos mucho mejor por medio de nuestra diversidad”, dice.

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