¿Incrementa el fraude académico en la virtualidad?

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Bogotá, Colombia, 16 de julio de 2020.- Uno de los aspectos que más preocupa a los docentes, tradicionalmente presenciales y que han tenido que reorganizar sus rutinas académicas a la virtualidad, es cómo evaluar y evitar el fraude, pero a esto se le suma el cómo controlar la identidad y autoría de la actividad, al igual que el saber qué herramientas y metodologías para la evaluación online se deben utilizar. «Sin duda son muchas las preguntas que han surgido en los docentes desde la pandemia y son de peso, ante esta situación, nuestra propuesta es divide y vencerás, es decir, ir introduciendo pequeños cambios, evaluando a los estudiantes por partes. A partir de ahí, podremos progresivamente llegar a desarrollar toda la asignatura con todo el proceso de evaluación de una forma óptima», afirma Ana Elena Guerrero, profesora de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Para la docente Guerrero, formar estudiantes basados en aprendizajes repetitivos ya no es suficiente para enfrentarse al mercado laboral y mucho menos si se hace desde la virtualidad; en su experiencia trabajando en una universidad 100% online como la UOC, los docentes deben evaluar por competencias y habilidades de manera continua, más que conceptos en un examen final. «Somos partidarios de centrarnos en la mayoría de las asignaturas en la evaluación continua, intentamos que esa evaluación sea preferentemente formativa, pues es más completa, permite hacer múltiples actividades prácticas virtuales, de manera que el estudiante las vaya trabajando de forma continua y paulatina; así en la medida de lo posible, se reduce la posibilidad de validar contenidos a través del examen final» a lo que Josep Prieto, docente de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, añade «Algunas de las actividades deben ser reentregables, en el fondo, esa es la filosofía de una evaluación formativa, no solo te doy una nota y un feedback, sino, además, te permito que de alguna manera puedas reevaluar esas actividades en función de los comentarios que yo te he hecho llegar y puedas mejorar esas actividades de aprendizaje y así lo mejores en una segunda versión. Así el estudiante podrá comprender en qué se equivocó, qué le falta, cómo mejorar y cómo llegar a conseguir esas competencias que necesitan adquirir durante la asignatura», puntualiza.

Para los expertos Guerrero y Prieto, con el fin de lograr que la evaluación formativa sea óptima y el estudiante logre desarrollar las habilidades y competencias que el docente busca, el reto está en diseñar y planificar con anterioridad las actividades adaptándolas a las necesidades y a las herramientas a implementar en cada una de estas. Sin embargo, la implementación de este modelo evaluativo no es una decisión unilateral de una asignatura o de un profesor, de acuerdo a Prieto, este formato debe ser liderado por la institución. «Partimos de la base que existen diferentes tipos y modelos de evaluación, todos válidos, eso si consideramos que no todos son apropiados para intentar pasarnos a una virtualidad, quizás, unos mejores que otros, pueden encajar en la filosofía; cada institución y su modelo educativo».

Evitar el fraude con herramientas y modelos de evaluación online
Las pruebas masivas virtuales suponen un reto de grandes proporciones hasta para las universidades online en cuanto a recursos tecnológicos y humanos, además porque se debe comprobar la identidad del estudiante y evitar el plagio. Por la contingencia, la UOC realizó más de 30,000 exámenes virtuales adaptando sus sistemas y poniendo en marcha los conocimientos que durante años ha recogido en cuanto a modelos de evaluación online. «Nosotros usamos dos tipos de software diferentes, uno de tecnología propia y otra externa. El primero sirve para, en el caso de las evaluaciones, comparar exámenes entre sí, mientras que el segundo lo hace con fuentes accesibles en la red», indica Emili Rubió, vicegerente de Operaciones de la UOC.

Para validar la identidad del estudiante, la UOC ha liderado el desarrollo del proyecto TeSLA, un sistema de evaluación en línea, el cual auténtica la identificación de los estudiantes y la autoría de las actividades de aprendizaje en entornos online, a través del reconocimiento facial, reconocimiento de voz, patrones de tecleado y el antiplagio, entre otros. El desarrollo de TeSLA se ha logrado gracias a la participación de 80 profesionales de diez organizaciones expertas, ocho universidades, tres agencias de calidad, cuatro centros de investigación y tres empresas tecnológicas; adicionalmente, se ha desarrollado una versión open source de este software el cual estará disponible a partir de enero del 2021 para las instituciones que lo deseen implementar, con apoyo de servicios consultorías guiados por la UOC para entender cómo funciona y cómo a nivel educativo tiene sentido su implementación.

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