Estados Unidos trabaja con países de todo el mundo para erradicar la circulación de opiáceos ilícitos, peligrosas y adictivas drogas que incluyen la heroína y las sustancias sintéticas como el fentanilo.
Las Naciones Unidas calculan que hasta 35 millones de personas en todo el mundo abusaron del consumo de los opiáceos en 2015. “Trabajando juntos, derrotaremos esta epidemia de opiáceos”, dijo el presidente Trump en un evento de fecha 26 de octubre en el que declaró la epidemia una emergencia nacional de salud.
Los opiáceos sintéticos tales como el fentanilo han llegado hasta las ciudades estadounidenses. El fentanilo y sus precursores químicos cruzan fronteras, legal o ilegalmente, y destruyen vidas.
Las agencias de Estados Unidos trabajan para asegurarse de que esto no continúe. El presidente Trump ha tomado estas medidas:
- Ha ordenado a las agencias de aplicación de la ley que bloqueen el tráfico internacional del fentanilo sintético.
- Ha destacado el continuado compromiso para asegurar las fronteras y detener el ingreso de drogas en Estados Unidos.
- Ha reafirmado el apoyo de Estados Unidos para la prevención, tratamiento y programas de recuperación de adicciones a las drogas en más de 60 países.
El Departamento de Estado también ha logrado en las Naciones Unidas un acuerdo vinculante que hace más difícil para los delincuentes acceder a precursores primarios del fentanilo.
“Ganaremos”, dijo el presidente Trump, durante una sesión informativa sobre la crisis que tuvo lugar en agosto. “No tenemos otra alternativa. Tenemos que ganar por nuestros chicos. Tenemos que ganar por nuestros jóvenes”.
