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Washington, D. c., 8 de noviembre de 2018.- Hace cien años, a las 11 de la mañana del undécimo día del undécimo mes, en un vagón de ferrocarril en Compiègne (Francia), los Aliados y Alemania entraron en un alto el fuego y pusieron fin a los combates de la Primera Guerra Mundial.

El armisticio del 11 de noviembre de 1918 marcó el final de más de cuatro años de lucha durante los cuales más de 40 millones de personas murieron o fueron heridas, convirtiéndose en una de las guerras más sangrientas de la historia de la humanidad. Cuando se anunció el armisticio, la gente aplaudió en las calles.

Este año, muchos en Estados Unidos y en todo el mundo celebraron el centenario del armisticio de la Primera Guerra Mundial

El Museo y Monumento Conmemorativo de la Primera Guerra Mundial en la Ciudad de Kansas, en Misuri, celebró una lectura de cartas de soldados y una exposición especial de esculturas de amapolas de la artista Ada Koch conmemorando a los hombres y mujeres que prestaron servicio militar y perdieron sus vidas.

“Después de la Primera Guerra Mundial, la amapola se convirtió en un símbolo de recuerdo, esperanza y resistencia”, dijo el presidente del museo, Matthew Naylor. “Mostrar la instalación de arte de Ada en el año del centenario del armisticio parece un tributo apropiado a los hombres y mujeres que dieron sus vidas por su país”.

En el Cementerio Nacional de Arlington, un lugar de descanso final para muchos de los héroes militares de Estados Unidos en las afueras de Washington, en Virginia, hubo una ceremonia de colocación presidencial de coronas por las Fuerzas Armadas con todos los honores en la Tumba del Soldado Desconocido.

Se esperaba que el presidente Trump y el secretario de Estado, Mike Pompeo, se unieran a las docenas de líderes mundiales en París para conmemorar a los millones que fallecieron, incluyendo a los 116,516 estadounidenses. Durante su visita, Trump y Pompeo tenían planeado visitar cementerios militares estadounidenses en Francia y reunirse con el presidente francés Emmanuel Macron.

El centenario también marca el inicio del primer Foro de la Paz de París, una oportunidad para los líderes mundiales, la sociedad civil y las organizaciones internacionales de reunirse y compartir ideas sobre el buen gobierno, la paz y la seguridad.

La Primera Guerra Mundial empezó en 1914, tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria que comenzó una secuencia de acontecimientos que provocaron una guerra. Los Aliados (Gran Bretaña, Francia, Rusia e Italia) lucharon contra las potencias centrales (Alemania, el Imperio Austro Húngaro, Bulgaria y el Imperio Otomano).

Aunque Estados Unidos fue oficialmente neutral durante los dos primeros años de la guerra, fue un proveedor clave de ayuda, dinero y suministros a los Aliados. Estados Unidos entró oficialmente en la guerra del lado de los Aliados en 1917.

En más de un año de lucha, aproximadamente 1.4 millones de estadounidenses fueron desplegados en el frente occidental de Europa. La incorporación de las nuevas tropas estadounidenses al frente de batalla se considera decisiva y condujo a la victoria de los Aliados.

Como dijo recientemente el presidente Trump en una proclama presidencial en la que celebraba a los veteranos y a las familias militares de Estados Unidos, “generación tras generación, hombres y mujeres han respondido al llamado para defender nuestro país y nuestra libertad, enfrentando el peligro y la incertidumbre con un coraje poco común”.

Para saber más sobre Estados Unidos y la Primera Guerra Mundial, conozca la manera en la que la participación estadounidense cambió el curso de la guerra, salvó a millones de la hambruna, impulsó el empleo de la mujer y cambió el arte en Estados Unidos.

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