La distancia entre la Ciudad de México y Lima, Perú, es de 4 mil 262 kilómetros. Distancia que, geográficamente, no es mucha, pero en cuanto a la apreciación anímica y, sobre todo, la cercanía de las fiestas navideña, la convierten en algo difícil de apreciar ahora y, en especial, conocer de fondo el problema político que enfrenta Perú: el debate sobre la vacancia de su presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK).

La vacancia presidencial es una figura político-administrativa que significa “remoción del cargo” y, en consecuencia, su reemplazo. Esto se daría sólo en cinco casos, según la Constitución Política (de Perú) en su Artículo 113: 1) Muerte del presidente de la República, 2) Incapacidad moral o física declarada por el Congreso, 3) Aceptación de su renuncia por el Congreso, 4) Salir del territorio nacional sin permiso del Congreso o no regresar dentro del plazo fijado y 5) Destitución, tras haber sido sancionado por algunas de las infracciones mencionadas en el artículo 117 de la Constitución.

La vacancia se discutió hoy en el Congreso peruano por incapacidad moral ante el presunto involucramiento de PPK en el caso Odebrecht, problema de corrupción que, desde hace meses, corroe las entrañas mismas de algunos gobiernos latinoamericanos, incluidos el de la nación andina y por el cual funcionarios de primer nivel, incluyendo exmandatarios cumplen condenas en prisión o son buscados en el exterior para su juicio respectivo.

Perú es un país que llamó la atención recientemente por la pulcritud con que realizó sus comicios federales que llevaron al triunfo a PPK, al superar a Keiko Fujimori, hija del exmandatario Alberto Fujimori, quien domina la escena política en el Congreso nacional y, por lo mismo, tiene fuerte poder en la vida política peruana.

El país andino saltó a la escena internacional en fecha reciente cuando inició la modernización de sus estructuras político administrativa para acomodarlas a la nueva visión mundial de desarrollo socioeconómico, a grado tal que ya existen propuestas para que se integre a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde), el poderoso club de naciones desarrolladas que dictan los cánones de la economía mundial.

Al margen de si logra o no ingresar a la Ocde, lo cierto es que Perú viene marcando la pauta seguir para sus vecinos: Bolivia y Paraguay, al igual que Ecuador y Venezuela, al instalarse dentro de la misma dimensión político, económica y social que ya presentan otras naciones suramericanas, como Argentina, Chile, Uruguay, Colombia y Brasil.

De hecho, ya se integra al bloque de naciones del Pacífico y está entre los posibles firmantes del acuerdo comercial Asia-Pacífico (TPP), que antes encabezaba Estados Unidos, pero que Trump lo sacó, aunque las conversaciones siguen adelante ya sin la participación de la Unión Americana.

Kuczynski pertenece a la oleada de nuevos dirigentes con visión más apegada al desarrollo económico antes que al político social tradicional, generación de mandatarios en todo el mundo que podrían ser precursores de la nueva era de mandatarios que, en el argot político administrativo internacional, la ubican como la generación de gobierno que ejercen su acción sin la necesaria presencia del Estado y que se simboliza por la realidad política actual cuando personajes y políticos de todo tipo abandonaron los principios ideológicos de sus instituto a los que pertenecen (o dicen pertenecer) para acceder al poder por caminos políticos diversos, a veces, hasta contradictorios.

Repercusiones del caso PPK
En una ilustrativa información del Diario El Comercio, de Perú, de esta mañana, se menciona que “Respecto al pedido de vacancia presidencial que se debatirá en el Congreso este jueves, la Cámara de Comercio de Lima (CCL) advirtió que se daría un escenario negativo para las grandes inversiones en el Perú si se concreta la salida del presidente Kuczynski”.

“Si se da un desenlace negativo el próximo jueves (hoy) en relación a la moción de la vacancia presidencial, la inversión probablemente se retraerá esperando la perspectiva de ejercicio de un siguiente gobierno”, expresó Mario Mongilardi, presidente de la CCL”.

En tan sentido, Mongilardi “exhortó a los parlamentarios de todas las bancadas a que realicen una evaluación serena sobre la situación, tomando en cuenta que esta tendrá un impacto económico en el futuro del país”.

Dijo que “la inversión es muy sensible a diferentes aspectos, entre ellos, la situación política de un país, por esta razón si se da un nuevo gobierno, este debe actuar de una forma clara, que transmita calma y seguridad para que el Perú siga avanzando”.

Fujimorismo no le está haciendo la vida imposible a PPK, sino al Perú

Mariela Aduvire,
Comunicóloga de Tacna, Perú

Mariela Aduvire, joven comunicóloga de Tacna, Perú, ciudad ubicada en la frontera sur del país, en los límites con Chile, comentó, también esta mañana, que “El fujimorismo no le está haciendo la vida imposible a PPK, le está haciendo la vida imposible al Perú”.

Este es su comentario: En medio de toda esta crisis política, aún hay gente sin empleo, trata de personas, la pobreza se incrementa, gente que ha ahorrado toda su vida para que un ladrón o una banda de ellos les quiten todo en un minuto y si no fuera suficiente acaben con su vida.

Todo lo que está sucediendo es una burla a los peruanos, los congresistas que nos «representan», sólo trabajan por sus intereses, en perjuicio de la tranquilidad de los pueblos.

Una pena lo que sucede ahora. Presenciar un debate, ¿a qué hora legislarán a favor de los peruanos? ¿Luego de que hayan botado al gabinete anterior y ahora quieran hacer lo mismo con el presidente? ¿Después sí legislarán?

Ya avísennos cuándo, porque la delincuencia no ha acabado.
Ya avísennos cuándo, porque aún se matan a personas por unos cuántos soles.
Ya avísennos cuándo, porque nos están matando y no queremos sólo espectadores que se llaman «Padres de la Patria».

Autodefensa de PPK
Antes de someterse a las preguntas del pleno, del Congreso en su defensa por el proceso de vacancia que se le ha iniciado, el presidente de le República quiso dirigirse a la ciudadanía, dio a conocer esta mañana Radio 1, de Lima, Perú.

“En pocas horas iré al Congreso para enfrentar el intento de vacancia de la Presidencia de la República, cuyo mandato ustedes me dieron. Tanto yo como mi abogado responderemos con claridad puntual a las acusaciones de un sector del parlamento. Haré frente a estas acusaciones, pero ahora siento que lo más importante, lo central es hablarles a ustedes compatriotas. Después de la entrevista del día domingo, se ha dicho que no pude aclarar las dudas sobre mi labor, cuando fui ministro hace más de 11 años atrás, se comenta también que no pude comunicar mis ideas; puede ser, la verdad es que no soy un buen comunicador, pero sí soy una persona transparente, alguien que nunca ha cometido un acto de corrupción en toda su vida. Si tuviera algo que ocultar no me hubiera presentado en vivo y en directo sin ningún tipo de censura, frente a cinco exigentes periodistas que yo no escogí…”.

Reconoció que la crisis que afronta es porque no enfrentó adecuadamente al fujimorismo; «Muchos me aconsejaron que a la primera censura respondiera con una cuestión de confianza, no los escuché y asumo mi responsabilidad. Decidí optar por el diálogo, no por la confrontación. Hoy, sin embargo, estamos viendo las consecuencias de esta decisión», afirmó.

«la Constitución y la democracia están bajo ataque, estamos bajo un golpe, las intenciones de los opositores quedan desenmascaradas con su comportamiento apresurado y abusivo, no queremos regresar a la dominación de un solo grupo que maneje todo un país a su antojo exigimos el respeto a la elección popular, con división de poderes».

«Yo no he mentido, no soy corrupto», habría dicho, Kuczynski, previamente, sobre el caso Odebrecht.

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