Desde hace 10 años los gobiernos capitalinos han dejado crecer un monstruo del monopolio de los espectáculos sin que hasta el momento se intervenga a favor del público que gusta de esta diversión o entretenimiento.

Son funciones que no tienen ningún control en las tarifas de entrada que paga la gente por ver un evento de entretenimiento en vivo, regularmente en un inmueble público.

Además, se imponen precios en la venta de alimentos, bebidas y suvenires donde se lleva a cabo el espectáculo. Y, por si fuera poco, controlan la comercialización de patrocinios de sus eventos con otras compañías de renombre.

Se trata de la empresa Operadora de Centros de Espectáculos, S.A. de C.V. (Ocesa), subsidiada de Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE) desde 1990 y que tiene un poderoso aliado o asociado: Televisa.

Televisa tiene una importante participación en Ocesa para la producción, promoción y operación de centros de entretenimiento, eventos teatrales, culturales y conciertos musicales en México.

Desde sus orígenes en 1990, CIE es uno de los participantes más destacados en el ámbito latinoamericano y mundial en la industria del espectáculo en vivo. Además, ofrece –según su sitio- una gama diversa de opciones de entretenimiento para una variedad de públicos y presupuestos en ciudades grandes y medianas de alto potencial económico y crecimiento poblacional del mercado mexicano, así como en la región centroamericana y en Colombia.

Destaca la página de esta empresa que dicha gama de opciones incluye conciertos, producciones teatrales, eventos deportivos, familiares y culturales, entre otros.
Además de la Compañía el Centro Banamex en la Ciudad de México, uno de los mayores y más importantes recintos de exposiciones y convenciones en el ámbito internacional.

Igualmente, es el más destacado productor y organizador de eventos especiales y corporativos en el mercado mexicano y opera uno de los centros de contacto más profesionales y reconocidos en México. El CIE –por si fuera poco- promueve y comercializa el Gran Premio de México de Fórmula 1.

Sus alianzas
Esta poderosa empresa monopólica, en 1991 celebra un convenio de coinversión con Ticketmaster (compañía líder en venta de boletos en Estados Unidos) para vender entradas a eventos públicos y centros de espectáculos en México y el resto de Latinoamérica, usando el software especializado con sede en el sótano del Palacio de los Deportes en el oriente de la capital mexicana.

Hacia 1993 construye y empieza a operar el Auditorio Coca-Cola (Fundidora) en Monterrey y obtiene los derechos para operar un conjunto para exposiciones (dos pabellones feriales) en el terreno del Palacio de los Deportes de la Ciudad de México y comienza a proporcionar teleservicios, rentar y vender sus bases de datos apoyada por su infraestructura y experiencia en estas actividades.

En 1994, establece sus operaciones en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, para contratar talento artístico, producción y promoción de espectáculos internacionales y mexicanos en vivo.

Un año después adquiere Reed Exhibition Companies, S.A. de C.V. (actualmente Representaciones de Exposiciones México, S.A. de C.V.) la entonces subsidiaria mexicana de Reed Elsevier, Ltd., empresa promotora líder a nivel mundial de ferias comerciales y exposiciones, lo que le dio una posición de liderazgo en el mercado mexicano.

CIE se constituyó como la empresa controladora de todas las operaciones del Grupo; se listan públicamente sus acciones en la Bolsa Mexicana de Valores. A principios de los 90, CIE inició sus operaciones a través de su hoy subsidiaria Ocesa, empresa promotora de eventos de entretenimiento en vivo y operadora de inmuebles como el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México e inicia la operación de venta de alimentos, bebidas y suvenires en sus centros de espectáculos. Empezó a comercializar los patrocinios de sus eventos con otras compañías de renombre, como Coca Cola.

Pide diputada Beatriz Olivares revisar concesiones
Al respecto, con todos estos antecedentes monopólicos de una empresa poderosa ligada a Televisa, la diputada local del PRD, Beatriz Olivares, sólo demandó revisar que esta empresa o cualquier otra no realice actividades monopólicas con favor de Gobierno y mucho menos pervierta el uso de lo público para un interés privado.

Explicó la presidenta de la Comisión de Juventud y Deporte en la ALDF, que ante las actividades monopólicas en las que ha incurrido Ocesa a lo largo de 10 años, subió un Punto de Acuerdo, que fue aprobado, al Pleno de la Diputación Permanente para exhortar a la Secretaría de Gobierno –a cargo de Patricia Mercado- para que por su conducto y en concurso con las instancias respectivas se revisen las concesiones respecto de inmuebles públicos otorgadas a esa empresa.

Dijo: “Nuestra finalidad es que los espectáculos públicos en la Ciudad tengan un alto contenido cultural, sean accesibles para la gran mayoría de la población y sean seguros. Esto sólo se obtiene con un piso parejo, ampliando el abanico de opciones y generando condiciones para que exista una competencia sana y sobre todo leal”, argumentó.

En tanto, si le hacen caso a la asambleísta del PRD, es evidente el control de foros de espectáculos, con competencia desleal, el poder del dinero y hasta estafas, que se enfrentan los promotores de espectáculos en México.

De acuerdo con información de un diario nacional -marzo, 2014- que abordó este tema, hay tres promotores que se enfrentarán con diferentes propuestas: el Electric Planet Music, el Hell and Heaven Corona Metal Fest y el Electric Daisy Carnival.

“La competencia es muy dura, te cierran las puertas y es hasta sucia (…), en cuanto comienzas a llamar la atención la gente que controla los recintos (Ocesa) en la Ciudad de México no te los rentan o te imponen cosas (…), por eso tratamos de descentralizar los shows”.

Así lo dijo en esa fecha -en entrevista- Christopher Ruvalcaba, uno de los organizadores del Hell and Heaven.

CIE es el principal promotor de espectáculos y operador de recintos en México. El poder de su división de conciertos, la pionera hace 20 años Ocesa, abarca su relación con agencias y mánagers, sistema de boletos y patrocinios, hasta el control de lugares como el Palacio de los Deportes, Foro Sol, Salón Vive Cuervo o Teatro Metropólitan.

Argumentan los desfavorecidos que esto hace difícil que promotores independientes tengan acceso a artistas y estos recintos; por eso, buscan habilitar nuevos espacios para sus festivales y mantener en secreto las negociaciones para traer a algún grupo o artista importante porque podrían perderlo.

Sergio Mayer dijo públicamente que esos lugares los maneja Ocesa. “No te los rentan, es imposible”. Este empresario, trajo a Rolling Stones, Bob Dylan, Shakira y a Dj David Guetta.
Mayer aseguró que lleva muchos años en este negocio y ha sido complicado ante el monopolio que tiene Ocesa con los patrocinadores, inmuebles, venta de boletos; “está muy cerrado, pero yo sigo luchando contra la marea».

Este polémico personaje ha dicho: «Mi interés nunca ha sido competir con ellos porque jamás les voy a ganar. Lo único que hago es abrir puertas, hacer mis espectáculos y generar empleos… yo trabajo todos los días y arriesgo mi dinero».

Mayer es licenciado en Administración de Empresas, actor, cantante y, desde hace varios años, dirige su propia empresa de espectáculos.

Ante esta competencia feroz, a decir de los promotores independientes, hay un pastel suculento. Por ejemplo, según datos de la empresa Pollstar, entre enero y diciembre del 2013, la venta de entradas para espectáculos en la capital del país alcanzó los 4 millones 577,426 boletos.

El pastel se divide así: 30% para el Auditorio Nacional; 20%, Foro Sol; 14%, Arena Ciudad de México; 8%, Palacio de los Deportes; 4%, Teatro Metropólitán, y el resto se distribuyó entre otros foros.

Así, el show en México y la oferta crecen con el dominio de Ocesa y en una competencia feroz.

Recientemente, en mayo pasado, un medio de circulación nacional publicó que la última investigación de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) apunta al conglomerado CIE, que tiene la participación mayoritaria en Ocesa Entretenimiento, la mayor promotora de conciertos y eventos públicos en México y la tercera más grande a nivel mundial y Ticketmaster. CIE es del empresario Alejandro Soberón Kuri.

Se investiga a CIE y allegados
Se publicó recientemente que la Cofece investiga al conglomerado de CIE por el manejo que tiene de los recintos, porque controla 60% de la organización de eventos a través de Ocesa Entretenimiento y porque Ticketmaster México controla 67.36% del boletaje.

Se sabe que Ocesa es el líder en el mercado mexicano en la promoción de eventos y durante el 2015 vendió 3.18 millones de boletos, lo que la colocó como la cuarta mayor promotora a nivel mundial.

Estos son datos de la revista especializada Pollstar, que realiza un seguimiento continuo del sector a nivel internacional. Esta publicación ubica a Zignia Live, otra firma mexicana, en el décimo lugar con 1.63 millones de boletos, gracias a la presencia de la Arena Ciudad de México, el sexto mayor recinto a nivel internacional por los ingresos que generó el año pasado. Esta compañía pertenece a su vez al Grupo Avalanz, que dirige Guillermo Salinas Pliego, hermano del presidente del Consejo de Administración de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego.

En tanto, la revista especializada Billboard ubica a Ocesa como la tercera mayor en el segmento de promoción de eventos, aunque no incluye en su lista a Zignia Live. La firma de Salinas Pliego también cuenta con la Arena Monterrey y con la firma de venta de boletos superboletos.

Con todo este panorama, argumenta Cofece que los procesos para determinar la existencia de prácticas monopólicas relativas pueden resultar más complicadas que las absolutas (sic…), pues en estos casos primero se debe determinar que los actores tienen la capacidad para influir con sus acciones en todo un mercado, el cual también debe identificarse ya sea de manera local, estatal o nacional.

Por ejemplo, para el especialista y ex regulador antimonopolios, Miguel Flores Bernés, no va a ser fácil. “La Comisión tiene un tema interesante, pues no es que ya esté claro que haya una práctica monopólica”, dijo.

La investigación, que puede derivar en multas de hasta 8% de los ingresos anuales de los involucrados, puede tardar hasta cinco periodos de 120 días en concluir, tras lo cual aún debe pasar por el Pleno de la Cofece.

Antecedentes
Dentro del país, existían diversas empresas dedicadas al entretenimiento fuera de casa, una de ellas el «Hipódromo de las Américas» de capital privado que se mantuvo inoperante por años, la operadora privada de espectáculos «Ocesa» y los parques de atracciones mecánicas operadas por el estado mexicano como «La Feria» de Chapultepec, entre otras, que en 1990 se agruparían bajo la tutela de los hermanos Soberón Kuri, como un consorcio global en el país del entretenimiento.

Desarrollo de la empresa
Durante los años 80’s, la familia Soberón Kuri se dedicó al ramo fílmico. Produjeron las películas mexicanas de sexycomedia a través de la empresa «Frontera Films», llevando a la cúspide a actores de comedia como César Bono y Alfonso Zayas.

Así, a principios de los 90’s, CIE inicia sus operaciones a través de su hoy subsidiaria Ocesa, empresa promotora de eventos de entretenimiento en vivo y operadora de inmuebles como el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México.

Inicia la operación de venta de alimentos, bebidas y suvenires en sus centros de espectáculos. Empezó a comercializar los patrocinios de sus eventos con otras compañías de renombre.

En 1991, celebra un convenio de coinversión con Ticketmaster para vender boletos de acceso a eventos públicos y centros de espectáculos en México y el resto de Latinoamérica, usando el software especializado citado. Hacia 1993 construye y empieza a operar el Auditorio Coca-Cola (Fundidora) en Monterrey. Obtiene los derechos para operar un conjunto para exposiciones (dos pabellones feriales) en el terreno del Palacio de los Deportes de la Ciudad de México.

Empezó a proporcionar teleservicios, rentar y vender sus bases de datos apoyada por su infraestructura y experiencia en la venta de boletos. En 1994, estableció sus operaciones en Nueva York, EU, para la contratación de talento artístico, producción y promoción de espectáculos internacionales y mexicanos en vivo. En 1995, adquirió Reed Exhibition Companies, S.A. de C.V. (actualmente Representaciones de Exposiciones México, S.A. de C.V.) la entonces subsidiaria mexicana de Reed Elsevier, Ltd., empresa promotora líder a nivel mundial de ferias comerciales y exposiciones, lo que le dio una posición de liderazgo en el mercado mexicano.

CIE se constituyó como la empresa controladora de todas las operaciones del Grupo; se listan públicamente sus acciones en la Bolsa Mexicana de Valores.

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