Lexington, Ky.– Las Naciones Unidas (ONU) estima que la población crecerá a más de 9 mil millones de habitantes en la tierra para el 2050. No sólo habrá más bocas que alimentar, las tendencias nutricionales y exigencias de los consumidores han introducido nuevos retos para la producción agrícola, especialmente en Brasil, el cuarto mayor productor de alimentos en el mundo. Esta conversación gana protagonismo en octubre con la celebración del Día Mundial de la Alimentación, fecha que resalta la importancia de debatir políticas públicas y nuevas tecnologías relacionadas con la producción.

Para Steven Borst, director global de Alltech Crop Science, empresa que suministra productos naturales para la agronomía y horticultura, la alimentación de la población, tanto en términos de cantidad como calidad, requiere prácticas de producción sostenible.

«Tenemos que hacer esto juntos», dijo Borst. «El uso de soluciones sostenibles para mejorar la producción y calidad nos ayudará. Alimentos con el doble de contenido nutricional del que se encuentra hoy influirá en la cantidad de producción necesaria para alimentar al mundo».

Algunos estudios ha indicado un descenso del 40 por ciento en el valor nutricional de las frutas y verduras durante los últimos 70 años. Por esta razón, la búsqueda de cantidad no debe dejar atrás metodologías que mejoren la calidad del rendimiento de los cultivos.

Walter Belik, fundador de la Asociación Prato Cheio y quién es responsable del área de seguridad alimentaria del proyecto Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en Brasil, explicó que el cumplimiento de esta creciente demanda sin presionar el medio ambiente es uno de los principales desafíos.

«No vale la pena aumentar la disponibilidad de alimentos si no hay calidad», dijo Belik. «Sería una solución a corto plazo, pero si miramos hacia el futuro, podría resultar en un problema enorme».

De acuerdo con Belik, el uso de productos naturales en la producción de alimentos sería complementaria a la aplicación de nuevas tecnologías en el campo, promoviendo un aumento en la producción de los cultivos de manera equilibrada.

«Estas son tecnologías limpias que se pueden utilizar para ahorrar recursos», agregó Belik. «No podemos seguir creando modelos en los que el equilibrio de la energía y el medio ambiente es desastroso», dijo.

Además, los hábitos alimenticios más saludables están influenciando en la producción a nivel mundial.

«Los consumidores están exigiendo saber dónde, cómo y qué se utiliza en la producción de los alimentos que consumen», dijo Borst. «El resultado es que los productores están comenzando a centrarse en enfoques más y más sostenibles de producción», agregó.

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