Siempre será muy interesantes visitar la Feria Internacional de las Culturas Amigas (Fica) que se presenta en la Ciudad de México.
Está edición, la número 9, inaugurada ayer, presenta un cambio por demás ilustrativo: está presente en dos sedes. Una parte ocupa el Zócalo capitalino; la otra, está en la Plaza de Santo Domingo, tres cuadras al norte. Ambos lugares son históricos y cuentan con una importante carga emocional en el ánimo de los habitantes de la Ciudad de México.
El Zócalo es el corazón de México y destino, durante muchos años, de las manifestaciones de protesta antigubernamentales y centro preferido de las expresiones del gobierno en turno, fuera para festejar los grandes hitos de México como para el desagravio de algunos pasajes de la historia gubernamental.
Santo Domingo fue muchos años el centro de los escritores populares, llamados evangelistas, quienes se ubicaban en el corredor, abajo de los Portales, con sus máquinas de escribir para redactar las cartas de amor que hombres y mujeres dedicaban a sus enamorados cuando la mayoría de los mexicanos era analfabeta o no se animaba a escribir sus propias cartas. También acudían personas que procedían del interior del país para que esos evangelistas les redactaran las misivas que enviaban a su familiares de provincia.
Ambos sitios los ocupa ahora la Fica. En la plancha del Zócalo se presentan las manifestaciones de cultura, arte, ciencia, tecnología, conocimiento y artesanías de los más de 100 países asistentes.
Así, pueden conocerse los programas que las naciones europeas presentan en materia de conocimiento, arte y cultura, incluyendo las ofertas de becas y una alta promoción turísticas para visitar estos país del llamado Viejo Mundo.
La Aldea Global ha acercado a los países y ha abatido los costos que en épocas pasadas privaban a la sociedad a visitarlos. Ahora viajar a ellos es económico y con una economía bien planificada miles de personas podrían hacer el viaje.
Las naciones de los otros Continentes prefirieron exponer sus estilos de vida, mediante el vestido, artesanías y hasta evocaciones de su forma de enfrentar la vida, desde tiempos antiguos.
La Plaza de Santo Domingo se reservó para que esos mismos países participantes presentaran sus platillos nacionales, por lo que es posible no sólo observar y gustar su preparación, sino también saborearlos, hecho que ahora se ha generalizado por la irrupción de las redes sociales y la abundancia de alternativas de alimentación que, día con día, presentan.
Es curioso observar algo que es muy importante para los gobierno e instituciones dedicadas a los planes y programas de alimentación mundial.
De hecho, la dieta en la actual Aldea Global se reduce a dos elementos básicos: granos y carnes, a los que se agregan las legumbres. Las frutas se utilizan, en lo general, para preparar bebidas y en unos pocos casos para realzar el sabor de los alimentos, mientras que las verduras sólo son acompañantes de los platillos fuertes.
Esto muestra claramente que las dietas macrobióticas y veganas sólo tienen un peso relativamente bajo entre la población, pese a los esfuerzos que se hacen para colocarlos en la base de la pirámide nutricional mundial, que ahora presenta un nuevo perfil: la tendencia a promover las dietas con producciones frescos naturales y locales.
De acuerdo a los que se puede observar en la Fica, la agricultura y ganadería continuarán todavía mucho tiempo como base de la alimentación humana.
