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No es raro que una compañía minera provoque impactos medioambientales en la comunidad que la rodea al ampliar sus operaciones.

Sin embargo, en las montañas del sur del Perú la empresa de Estados Unidos dueña de la mina de cobre Cerro Verde ofreció a la cercana Arequipa, una ciudad de un millón de habitantes, algo más que un detalle.

Como parte de una ampliación valorada en 5,000 millones de dólares, la mina Cerro Verde, afiliada a Freeport-McMoRan Inc., invirtió 500 millones de dólares para construir la primera planta para tratamiento de aguas servidas para la segunda ciudad más importante del Perú, la que derramaba sus aguas servidas en el río Chili.

La planta ayudó a la compañía, que necesita mucha agua para refinar el mineral de cobre. La planta también ayuda a los agricultores río abajo, dado que ya no usan agua contaminada para regar sus cultivos.

Por la manera que dio resultados en la comunidad, las municipalidades y el gobierno federal, la Sociedad Minera Cerro Verde, nombre formal de operaciones de la mina, ha sido designada uno de los ganadores del Premio del Secretario de Estado de Estados Unidos a la Excelencia Corporativa 2016 (ACE). El premio se otorga a las empresas de Estados Unidos que sostienen las más elevadas normas éticas y muestran lo mejor de los valores estadounidenses en su trabajo en el mundo.

El cobre ha sido extraído desde hace mucho tiempo en los alrededores de la histórica ciudad de Arequipa, enclavada en los Andes y fundada en el siglo XVI.

“La minería es un negocio difícil ahí donde operemos por su impacto en el medioambiente y las comunidades”, dijo Richard Adkerson, presidente y director ejecutivo de Freeport-McMoRan, cuya empresa extrae cobre, cobalto y oro en cuatro Continentes. “Estos temas surgen todos los días entre los temas a tratar por los principales. No es algo que simplemente se asigne a un grupo de sostenibilidad”.

La idea para la planta procesadora de aguas servidas no surgió de los administradores municipales de la ciudad, sino en las oficinas del equipo de Adkerson en Perú. Primero se planificó construir otra represa sobre el río Chili para conseguir la enorme cantidad de agua que necesitaban, pero eso provocó controversias, dijo Adkerson, hasta que “se nos ocurrió la idea de instalar un sistema recolector de aguas servidas para toda la ciudad”.

Freeport hace una práctica de tratar de “mejorar la vida de la gente en las inmediaciones de nuestras minas, con algo que vaya más allá del pagar impuestos y regalías”, anota Adkerson. Cerro Verde ya había gastado anteriormente 120 millones de dólares en una planta que aseguró a la población de Arequipa agua potable durante 24 horas.

Para la ampliación realizó más de 20 foros comunitarios, publicó información en los medios sociales y trabajó con universidades para mostrar su plan de impacto medioambiental. En la ceremonia de dedicación el primer ministro de Perú, Pedro Cateriano, dijo que este proyecto “ejemplar” demuestra que la minería puede “respetar el medio ambiente”.

Los otros ganadores de ACE 2016 son las empresas Bureo e Interface, que reciclan redes de pesca para fabricar patinetas y alfombras; General Electric, que creó un centro de negocios para la mujer en Arabia Saudita; McDonald’s en Alemania, por contratar a 900 refugiados para sus restaurantes, y Andela, que capacita a desarrolladores de programas de computación en Lagos, Nigeria.

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