Ciudad de México, 3 de marzo del 2022.- Las empresas familiares son pieza clave para el crecimiento económico de nuestro país. De acuerdo con el Instituto de Familias Empresarias para México y Latinoamérica del Tecnológico de Monterrey, las empresas familiares contribuyen, cuando menos, con el 85% del Producto Interno Bruto (PIB).
Una empresa familiar tiene las mismas características que cualquier empresa, pero cuenta con ciertas singularidades, como la conexión especial entre sus miembros y la influencia que poseen los integrantes de la familia en las decisiones de negocio, lo que hace fundamental que exista una buena dinámica personal para evitar que las dificultades familiares se transmitan a la empresa. Al mismo tiempo que presentan grandes fortalezas como su permanencia a través del tiempo gracias a su arraigo hacia los valores de la organización, la misión, visión, comunicación, filosofía y la tradición familiar.
Estos valores se reflejan en la relación con sus colaboradores, creando un sentimiento de pertenencia y orgullo de pertenecer a una empresa formada a partir del sueño de su fundador. Estas son algunas razones por las que este tipo de compañías logran tener mayor rentabilidad, en comparación a las organizaciones no familiares, sin olvidar que en tiempos difíciles se esfuerzan más para salir adelante.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las empresas familiares equivalen al 90% de las unidades de negocio en México, las cuales han enfrentado dificultades alrededor de los últimos dos años, pero debido a su enfoque familiar sobresalen por su capacidad para afrontar las adversidades por su alto sentido de empatía.
En México, existen importantes empresas familiares que generan empleo contribuyendo al crecimiento económico del país y generando mejores oportunidades de desarrollo personal y profesional para sus colaboradores, además de promover el crecimiento de las comunidades.
