El Istmo de Tehuantepec es la franja más corta de México entre los océanos Atlántico y Pacífico. Sólo 200 kilómetros los separan. Se trata de una zona rica en petróleo y en recursos maderables y una de las regiones de México con mayor presencia indígena del país, donde conviven huaves, zapotecos y zoques.
Se encuentra en una zona de clima tropical cálido, excepto en las elevaciones de la Sierra Atravesada, donde los vientos provenientes del Pacífico proporcionan un clima comparativamente más fresco y saludable. El promedio anual de pluviosidad en la vertiente atlántica del istmo de Tehuantepec es de 3,960 mm/año.
Geográficamente, la comparten los Estados de Veracruz, Oaxaca y Chiapas. Se considera que es la frontera entre Norte y Centroamérica.
Este año, la zona oaxaqueña enfrenta una grave sequía que obligó a la intervención de las autoridades federales a acudir en su auxilio, en tanto inicia la temporada pluvial, que es el 15 de mayo, o sea, dentro de un mes y una semana.
El gobernador de esta entidad del sur nacional, Alejandro Murat Hinojosa, aseguró que ha tenido atención directa de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para atender la sequía que afecta la zona del Istmo de Tehuantepec, principalmente la presa en Jalapa del Marqués, la cual se encuentra a un 15 por ciento de su capacidad.
Roberto Ramírez de la Parra, titular de la Conagua, indicó que en menos de 15 días de haber solicitado ayuda, se canalizarán 240 millones de pesos para que se atienda el suministro de agua potable en zonas urbanas y 105 millones de pesos para el tema hidroagrícola.
En los diagnósticos generales, se indica que la sequía actual es resultado de que el año pasado se tuvieron lluvias menores al promedio y no se tuvo forma para la recarga de los mantos freáticos.
Por ello, el gobierno federal acudió en ayuda al estatal con infraestructura para atender el suministro, 28 de los 48 municipios de la región, afectados por este tienen este problema.
Afirmó que van a rehabilitar más de 300 pozos para apoyar el riego, en beneficio de 6 mil habitantes con 105 millones de pesos. En la parte urbana se autorizó la perforación de 14 nuevos pozos profundos para dotar a más de 600 mil habitantes, que llegaría hasta la capital, incluso se mandarán pipas a las zonas en donde no se tiene infraestructura para llevar el líquido. Se aplicará una inversión de 240 millones de pesos para la perforación de esos pozos.
Señaló que se espera que las lluvias lleguen y se puedan recuperar las presas y se recarguen los mantos freáticos en beneficio de la población.
Destacó que se esperan las lluvias conforme los promedios, aunque al final del año se tendría un fenómeno de El Niño, nuevamente, lo que provocará cambios en el clima.
En los últimos años, en esta región se han construido grandes instalaciones petroleras, eólicas, extensiones agroindustriales y mineras. Desde hace más de un siglo se tiene la visión de construir un ferrocarril que acorte la distancia de la transportación de mercaderías provenientes de Europa y con destino a Asia, sin tener que ir hasta el Canal de Panamá.
Recientemente, se incluyó como parte primordial en el fracasado Plan Puebla-Panamá (PPP) que, ahora, algunos analistas creen que la versión mexicana a ese proyecto sería el Zonas Económicas Especiales (ZEE), puesto en operación en la administración actual del presidente Peña Nieto.
Al menos, tres de esas ZEE estarían ubicadas en la región istmeña: Coatzacoalcos-Minatitlán, Salina Cruz-Tehuantepec y Puerto Chiapas, que líderes sociales y políticos han criticado duramente.
