La realidad virtual (VR) ha tenido un amplio desarrollo en los años recientes principalmente en el diseño de videojuegos, no obstante, ha comenzado a demostrar un amplio potencial en el área educativa. “La realidad virtual ya está transformando la educación y es una tendencia de adopción en todo el mundo”, señaló Jorge González, del Departamento de Tecnologías para la Educación del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm). Si bien aún no es una tecnología barata, se masificará gradualmente, estimó el especialista.

Pero esta tecnología no resuelve la formación misma de los futuros profesionales, como en el caso de la medicina, puesto que son los alumnos y profesores quienes deben diseñar las actividades para generar un verdadero aprendizaje y trascender el efecto lúdico de la experiencia, dijo en su presentación titulada: “¿Cómo la realidad virtual está transformando la educación?”, dentro del Cuarto Congreso Internacional de Innovación Educativa, realizado en el campus Monterrey del Tec.

En esta institución han puesto en marcha un programa para emplear esta tecnología en el aprendizaje de anatomía, dentro de la carrera de medicina. En medio de un quirófano-consultorio, una pantalla ofrece todas las opciones por explorar: un panel muestra todas las regiones y sistemas del cuerpo integrados por grupos. Así, se puede seleccionar uno y adentrarse hasta sus entrañas, literalmente. Selecciona el hígado, el páncreas, todo el sistema digestivo o sólo el corazón; lo sujeta y desplaza de los demás órganos, lo disecciona y reagrupa.

Este vistazo a la anatomía humana es resultado de una aplicación llamada 3D Organon VR Anatomy, diseñada por una empresa australiana y visualizada por un equipo de cómputo que procesa las imágenes, experiencia virtual y por un visor de inmersión. El equipo en total puede ascender los 60 mil pesos, con la ventaja de evitar muchas disecciones a cadáveres, por ejemplo, o aprender anatomía en las páginas de libros u otro recurso unidimensional.

El especialista del Tec. de Monterrey enfatizó la importancia de diseñar actividades académicas para que el aprendizaje sea significativo y real, en el caso de su programa en la carrera de medicina, donde participaron 500 estudiantes, pusieron en marcha prácticas colaborativas que resultaron efectivas.

Jorge González enfatizó que esta tecnología no sustituirá al profesor, sino que se volverá un complemento a los salones de clase. Agregó que la realidad virtual fomenta la actividad colaborativa e interacción en espacios virtuales, pero también se analiza su efecto en el tiempo de aprendizaje de los estudiantes, añade, además de propiciar un conocimiento más duradero debido a su inmersión y personalización.

Después de incursionar en esta área de medicina, ahora, investigan su empleo en otras carreras, como el modelado 3D en un mundo virtual para el área de arquitectura y diseño y como en aplicaciones en ingeniería y química.

“En el futuro, se prevé que las universidades tengan sus propios salones de realidad virtual, similares a las bibliotecas”, señala González, donde en vez de buscar un libro, los estudiantes tomarán estos recursos digitales. “Esa sería una vía para masificar más el empleo de esta tecnología”.

La presentación de este proyecto se enmarcó en la inauguración del Laboratorio de Tecnologías Educativas Emergentes Mostla —en náhuatl significa “mañana”— un espacio para profesores y estudiantes donde pueden conocer y experimentar con este tipo de tecnologías.

Realidad aumentada, inteligencia artificial, escaneo e impresión 3D, programación y drones, Internet de las cosas y producción de videos académicos, son algunas de las áreas donde se busca que los académicos desarrollen programas de trabajo y los incorporen en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

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