La exploración espacial por los civiles es algo esencial a Estados Unidos

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Washington, D. C., 22 de febrero de 2022.- Para una creciente cantidad de exploradores el espacio es la nueva Antártida o el monte Everest. Incluso, cuando el programa espacial de la Nasa de Estados Unidos ya puso en el espacio a cuatro astronautas el año pasado, más de dos docenas de personas sin afiliación con el programa espacial del gobierno han viajado al espacio.

Uno de ellos fue el actor William Shatner, que hizo el papel del capitán Kirk en la serie original de televisión Viaje a las estrellas. Su vuelo en octubre hizo de Shatner la persona de más edad (a los 90 años) que haya volado al espacio.

Aunque el gobierno de Estados Unidos tiene el deber de asegurarse que un viaje espacial no dañe a los espectadores, abrir las oportunidades a los negocios privados para hacer vuelos espaciales es un avance natural, según dijo Scott Pace, profesor de Asuntos Internacionales en la Escuela Elliot de la Universidad George Washington y director del Instituto de Política Espacial. El gobierno es bueno en explorar algo que no tiene sentido económico para los intereses comerciales, según indica, pero una vez establecido el sector espacial privado se pueden hacer las cosas más rápido y con más eficiencia.

Este mes, el 28 de febrero, la primera tripulación totalmente civil, de cuatro personas, se dirigirá a la Estación Espacial Internacional como parte de una misión organizada por la compañía Axiom Space. Viajarán en un “Crew Dragon” de SpaceX.

“A medida que más personas viajen al espacio y hagan más cosas durante sus vuelos espaciales se atrae aún a más gente para hacer actividades en órbitas bajas de la Tierra, lo que refleja el crecimiento del mercado que pensamos que ocurriría cuando hace diez años comenzamos el Programa de Tripulación Comercial”, dijo Phil McAlister, director de vuelos espaciales comerciales en la sede de la Nasa.

La Asociación de Exploradores Espaciales tiene anotadas a 609 personas que ya han volado suborbital u orbitalmente, según el director ejecutivo Andy Turnage. La cantidad de astronautas privados es hasta el momento de unos 30, pero está aumentando.

Hay un reciente auge de multimillonarios que han agregado “astronauta” a su hoja de vida. En el año 2021, el fundador de Virgin Galactic, Richard Branson, un ciudadano británico, lanzó el primer vehículo financiado privadamente, con él a bordo. El estadounidense Jeff Bezos, fundador de Amazon, lo siguió pocos días después en su nave espacial llamada Blue Origin.

“Este año es el del verdadero renacimiento de los vuelos espaciales humanos, tanto cuando llevamos a astronautas de la Nasa como a astronautas internacionales asociados en naves espaciales comerciales de Estados Unidos a la Estación Espacial Internacional, y también observamos una ampliación de las misiones privadas de astronautas”, afirmó McAlister.

Pioneros en el espacio
Bezos y Branson no fueron los primeros ciudadanos privados en ir al espacio.

Un intento temprano de la Nasa para abrir el espacio a los civiles terminó cuando la viajera elegida, la maestra Christa McAuliffe pereció en la explosión del Transbordador Espacial Challenger en 1986. En 1990, el periodista radial japonés Akiyama Toyohiro pasó siete días en la estación espacial MIR, de Rusia, convirtiéndose en el primer particular que se hizo astronauta.

La Rusia postsoviética hizo del turismo espacial una opción lucrativa. En el año 2001, el empresario estadounidense Dennis Tito pagó para volar en una nave espacial rusa, con lo que se convirtió en el primer ciudadano particular en volar a la Estación Espacial Internacional.

Pace dice que a la gente le han interesado los vuelos comerciales espaciales desde hace años y que su ampliación dependerá tanto de la reducción de los costos (actualmente de decenas millones de dólares por persona por vuelo) como del riesgo.

Futuros vuelos
En Estados Unidos los vuelos suborbitales están disponibles por medio de Blue Origin y de Virgin Galactic. SpaceX y Boeing están planeando vuelos orbitales. El Starliner, de Boeing, tiene previsto ser lanzado en mayo a la Estación Espacial Internacional.

Camille Alleyne, de la Nasa, considera que las empresas privadas pueden aportar innovaciones y agilidad a la economía del espacio. “Con la competencia los costos bajan y eso es siempre muy bueno para el gobierno”, afirmó Alleyne, viceadministradora del Programa de Desarrollo Comercial de Órbitas Bajas, en un pódcast de la Nasa.

Y Pace afirma que la exploración espacial “contiene un simbolismo de lo esencial a Estados Unidos: Aventura, espíritu empresarial y salir hacia una nueva frontera”.

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