La astronomía es un buen vehículo para acercar a la gente a la ciencia, por lo que su conocimiento es vital para el desarrollo de la población, señaló Enrique Anzures Becerril, integrante de la Sociedad Astronómica de México (SAM).

Mirar al cielo es una actividad ancestral, por lo que “la astronomía es nata en el ser humano. Hoy por hoy, tenemos la certeza de que no habría civilización humana sin astronomía”, destacó el especialista.

En la conferencia Por la divulgación de la astronomía, que se realizó ayer como parte del programa Charlas de astronomía “El Universo hoy” de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), el ganador del Premio de la Juventud 2010 comentó que cuando el humano se hizo sedentario necesitó de la medición del tiempo para realizar actividades en la agricultura y poder sobrevivir. A partir de eventos como ése comenzó la civilización.

La astronomía en México
En 1878, se fundó el Observatorio Astronómico Nacional. En aquel tiempo los ingenieros Guillermo Beltrán y Puga, Teodoro Quintana y José María Chacón trataron de fotografiar la Luna usando un telescopio y el resultado fue tan sorprendente que fueron invitados a Francia para cartografiar la bóveda celeste. Gracias al apoyo de Porfirio Díaz, se compró en 1889 el telescopio llamado Carta del Cielo: “México fue de los pocos países que cumplió con la cartografía de la zona que les correspondió”, añadió el joven divulgador.

En 1902, nació la Sociedad Astronómica de México, impulsada por Luis Gonzaga León Mondragón, aficionado a esta ciencia, con el objetivo de popularizar y despertar el gusto por la astronomía entre la población.

“Era periodista científico. Él comenzó a generar textos dedicados a la ciencia de una manera que la gente pudiera entender (…). La Sociedad Astronómica de México no se formó con astrónomos, puesto que no existían astrónomos de profesión, eran aficionados e ingenieros a los cuales se les daba materias de geodesia y cosmología, así como docentes, militares, entre otros”, señaló el exasesor científico en la Cámara de Diputados.
El boletín de la agrupación de astrónomos fue de las primeras publicaciones sobre ciencia, escrita de manera clara y sencilla.

La SAM es la segunda sociedad astronómica más antigua del mundo, sólo después de su homóloga de Francia. En nuestro país, algunos personajes que han formado parte de ella y han sido reconocidos por sus aportaciones políticas y científicas son Justo Sierra, Amado Nervo, Luis Enrique Erro, Porfirio Díaz, Francisco I. Madero y José López Portillo.

El divulgador de la ciencia destacó la importancia de la cultura científica para la toma de decisiones en la vida cotidiana, y una de las promotoras en nuestro país es la SAM.

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