Derecho a los Cielos Oscuros

Versión transcrita de la charla “Derecho a los Cielos Oscuros”, en los espacios del Centro de Cultura Digital de la Ciudad de México

En el primer día del encuentro organizado por la UNESCO, expertos y periodistas platicaron sobre la importancia de crear políticas públicas para la protección de los Cielos Oscuros.

Pregunta: ¿Qué es el Derecho a los Cielos Oscuros?

Miguel Roth (astrónomo chileno, encargado del proyecto Giant Magelian Telescope Organización-GMTO): Voy a ejemplificar con una anécdota. Nosotros (en Chile) llevamos a un grupo de estudiantes al observatorio, los encerramos dos semanas e hicieron un trabajo muy bonito, pero lo más curioso fue cuando ya iban de regreso en el autobús. Una joven se asombró de haber visto una vaca, nunca antes había tenido esa experiencia. Esa niña obviamente vivía en la ciudad ¿Cuánta de la gente que vive en las ciudades ha visto lo que hay en las zonas rurales?, eso nos hace entender que esa gente jamás ha observado el cielo.

Silvia Torres (Presidenta de la Unión Astronómica Internacional-IAU): Es muy difícil que hoy día la gente pueda conocer la Vía Láctea, tendría que haber un corte de luz generalizado, por lo que podría asegurar que hay 20 millones de mexicanos que viven en la ciudad que nunca han visto la Vía Láctea.

José Franco (astrofísico y coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico): Cuando iniciamos la campaña para redactar la ley de cielos oscuros, en el Senado hicimos un slogan que vale la pena compartir con todos ustedes: “Apago un foco y prendo una estrella”.

En la UNESCO nos interesa la protección de todo lo que tiene que ver con ese fenómeno, que es un fenómeno mundial y que viene desde la prehistoria. Toda una serie de programas han ido acercándose al tema de la astronomía.

La astronomía es un lugar común a muchísimas capacidades de cooperar con los estados. El año pasado se celebró el Año Internacional de la Luz, es por eso que se ha querido llamar a todos los programas a unir fuerzas y a conseguir que los científicos cada vez sean más conocidos y reconocidos por lo que hacen, su contribución a la cooperación internacional.

Para eso que nos parece muy atractivo que todo el mundo quiera saber sobre el cielo y que ahora debe ser más y mejor. Ya sabemos lo que hacen los astrónomos, ahora la pregunta es ¿Qué puede hacer el ciudadano de a pie por los cielos? Esa es la idea de juntar a tantas disciplinas, de hacerlo desde México e invitar a los expertos chilenos que, al igual que los mexicanos, han desarrollado este tema con una mayor extensión. Lo más importante es que de aquí salga una cooperación directa de los países y que se generen políticas públicas para defender los cielos.

Pregunta: ¿Se podría decir que uno de los enemigos de los astrónomos es el alumbrado público?

José Franco: El alumbrado público no es el enemigo, serían las luminarias mal diseñadas. Esas son el enemigo.

Pregunta: ¿Qué tanta es la comunicación que se tiene con el sector privado para que se diseñen mejores luminarias?

José Franco: Hasta el momento no se ha entablado ninguna plática, pero se tiene pensado hacerlo. Es muy importante pensar en las luminarias de diferentes maneras, no solamente son para la seguridad, también pueden ser en sí mismas obras de arte y yo creo que hay que visualizarlas así. Por otro lado, dan un servicio que cuesta mucho y toda la luz que se va hacia el cielo significa un desperdicio de dinero de los contribuyentes y un desperdicio de energía. Si logramos tener luminarias adecuadas para que la luz vaya hacia abajo, se ahorrará una cantidad de dinero gigantesca, pues entre 25% y 30% del presupuesto de los municipios se va en alumbrado público. Es necesario tener a la iniciativa privada como aliado en todo esto, porque ellos harán buenos negocios produciendo buenas luminarias.

Miguel Roth: En Chile tenemos una buena relación con empresas de iluminación. Allá tenemos un dicho: “Para qué vamos a iluminar las panzas de la gaviota”, obviamente no es necesario. La norma lumínica es muy clara: debe haber cero luminarias que alumbren al hemisferio superior. En las tres zonas donde hay observatorios se delimitan los intervalos de longitud de onda, y la solución la tenemos a la mano y es energéticamente favorable y amigable: los leds; pero no cualquier led, sino los cálidos o ámbar.

Silvia Torres: Aquí en la Ciudad de México tenemos unos problemas enormes de luz. Hay anuncios luminosos en la calle, que además se mueven y son dirigidos a los conductores; si miras el anuncio corres un gran riesgo. Hay otros que están en los paraderos de los autobuses, que son de superficies brillantes que deslumbran. Esto se traduce en lo antes mencionado: hay todo un problema de alumbrado público.

Pregunta: ¿Ustedes tienen algún tipo de acuerdo con los urbanistas?

Nuria Sanz: Tenemos relación con toda una serie de expertos: con minería, con educación, medio ambiente; con el ministerio del interior y con el ministerio de finanzas. Pero falta el desarrollo urbano. Este tiene que ser uno de nuestros mantras en la declaración final. Ahí deben estar los técnicos especializados en iluminación y todos aquellos que planifiquen ciudades.

Pregunta: El doctor Carramiñana mencionaba en su presentación que más allá de la legislación lo que ha beneficiado al Gran Telescopio Milimétrico (GTM) para las observaciones astronómicas es la escasa población aledaña ¿Se tendría que legislar para mantener ese tipo de zonas, libres de contaminación lumínica?

José Franco: Yo creo que si tienes una buena iluminación, si hay buenas luminarias y tienes una ley de protección que funcione, se pueden tener asentamientos urbanos que no molestan la observación. En el caso del experimento en Isla Guadalupe, que nos ilustró Omar López, el problema estriba en que ellos se ocupan de otras frecuencias, algunas utilizadas en telecomunicaciones, televisión o celulares, por ejemplo. Ahí no hay mucho que hacer, a menos que todo fuera por cable, pero no será el caso.

Pregunta: ¿Cómo se puede convencer al tomador de decisión de que urbanizar correctamente es una necesidad imperante?

Silvia Torres: Primero que nada por la economía, la única manera es que les duela en el bolsillo. Es un círculo virtuoso en realidad, porque ganas cultura, educación, y ahorras energía. Tú no puedes detener el progreso, pero hay formas que podrían costar menos, aunque en realidad no es fácil convencer a nadie.

Pregunta: ¿Hay alguna certificación para que el tipo de luminaria más adecuado para México?

Nuria Sanz: Hay un compromiso internacional de por medio. Si el presidente no cumple, si el alcalde no cumple, quien sea, la UNESCO puede decir: “Señores, qué está pasando aquí”. Pero hay otra vía intermedia: que haya una política nacional que defina cuál es el orden de toma de decisión. Por ejemplo, en un momento determinado, Colombia tomó la decisión de que no hubiera una sola carretera que pasara por un parque nacional protegido, sin que fuera autorizada por el ministerio de medio ambiente. Esta es una política de país. Hay una serie de políticas nacionales que sí pueden decir quién tiene la última palabra, y que la última palabra no se reduzca sólo en un ministerio.


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