La Asociación de Consumidores Orgánicos realizará el próximo jueves una manifestación frente a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de la Secretaría de Salud (SSA), para exigirle monitorear, responsablemente, el contenido de químicos en alimentos, como es su función.
En este caso particular, la protesta irá contra la empresa trasnacional Ben & Jerry’s, que engaña al público consumidor a través de su etiquetado y falsa fachada de responsabilidad social.
La Asociación de Consumidores Orgánicos y aliados, luego de encontrar herbicida en muestras de helados, de esta marca, le exigieron que transite hacia lo orgánico.
Por ello, los grupos en defensa de los derechos de consumo decidieron realizar el próximo jueves 10 de agosto, a las 12 horas, protestar, junto con activistas, en la sede de Cofepris, ubicada en la Ciudad de México, para exigir una mayor regulación en el control de la calidad de alimentos tanto nacionales como importados.
Esta protesta de citada asociación y aliados se sumará a acciones globales similares contra la marca Ben & Jerry’s, #malalecheBen&Jerry’s, que realizarán en siete ciudades de Estados Unidos: Austin, Texas; Burlington, Vermont; Chicago, Illinois; Los Ángeles, California; Minneapolis, Minnesota; Nueva York y Washington, D.C.
El pasado 25 de julio, el periódico New York Times publicó un artículo haciéndose eco de una investigación realizada por la Asociación de Consumidores Orgánicos internacional en el cual se revela que diez de once muestras de helado analizadas en laboratorio dieron positivo para glifosato, ingrediente principal de Roundup de Monsanto y/o para AMPA, metabolito del glifosato.
Por lo tanto, existe evidencia científica que indica que la existencia de glifosato, independientemente de la cantidad, implica riesgo de desarrollar enfermedades del hígado graso, tumores cancerígenos y daño renal, entre otras enfermedades.
El lema es: Ben & Jerry’s: basta de engañar a través de su etiquetado engañoso y falsa fachada de responsabilidad social
Ben & Jerry’s 20 años de mantener una farsa ecológica
Recientemente, escribí sobre la farsa ecológica de la leche orgánica, y cómo las industrias lácteas orgánicas, tales como Aurora Organic, no son más que Operaciones Concentradas de Alimentación Animal (Cafos) que la encubren.
No obstante, cuando se trata de crear una farsa ecológica y de incumplir con los objetivos de misión establecidos, pocas empresas son tan malas como Ben & Jerry’s.
La declaración de la visión de la empresa Ben & Jerry’s incluye una misión social, económica y en sus productos, que tienen como objetivo “crear un desarrollo relacionado con todas las personas, conectado con nuestro negocio”:
Misión Social: Para que la empresa opere de una manera que reconozca activamente el rol central que desempeña en la sociedad, al iniciar formas innovadoras de Improvisar la calidad de vida a nivel local, nacional e internacional.
Misión del Producto: Elaborar, distribuir y vender los helados de la más alta calidad, así como eufóricas creaciones, con el compromiso continuo de incorporar ingredientes saludables y naturales, y tener prácticas comerciales que promuevan el respeto hacia la Tierra y el medio ambiente.
Misión Económica: Para operar la empresa con una base financieramente sostenible de crecimiento rentable, incrementar el valor para nuestros accionistas y ampliar las oportunidades de desarrollo y crecimiento en la carrera de nuestros empleados.
En las dos últimas décadas, la empresa Ben & Jerry’s se ha enfrentado directamente con su falla al incumplir con su misión social y en sus productos, pero se han negado reiteradamente a abordar las problemáticas que se le han señalado.
Ben & Jerry’s, una de las mayores estafas ecológicas en el ámbito empresarial
Lo más probable es que, si le gusta el helado, le guste la marca Ben & Jerry’s– no sólo por sus eufóricas creaciones, sino también por su énfasis en la sostenibilidad y prácticas ecológicas, así como su apoyo en el etiquetado de transgénicos (GMOs). Es una lástima que sea una falsa fachada.
Recientemente, la empresa obtuvo una gran cantidad de mala publicidad cuando la Asociación de Consumidores Orgánicos (OCA) realizó pruebas independientes y descubrió trazas de glifosato en 10 de los 11 sabores de helado de la marca Ben & Jerry’s.
Pero eso sólo es la punta del iceberg y un problema menor en el gran esquema de las cosas. Como señaló Michael Colby, ex editor de la revista Food & Water Journal y cofundador de Regeneration Vermont, un grupo de defensa sin fines de lucro dedicado a hacer que Vermont tenga una agricultura regenerada y sostenible de nuevo:
“El mes pasado, hace 20 años, Food & Water publicó nuestro informe sobre la adicción de Vermont hacia la atrazina, un herbicida tóxico que está prohibido en Europa, pero que sigue utilizándose abundantemente en las 92,000 acres (36 hectáreas, aproximadamente) de maíz forrajero derivado de transgénicos, en Vermont —el cual está destinado en su totalidad a las vacas lecheras. Utilizamos el informe para llamar la atención de Ben y Jerry’s, y ¡funcionó!”.
Pensamos que cuando Ben Cohen y Jerry Greenfield abrieran ellos mismos las puertas de las oficinas seriamos capaces de proporcionarles el caso.
En ese momento, nuestra petición era igual a la actual: la empresa Ben & Jerry’s debe aplicar lo que predica y ayudar a que sus productores hagan la transición hacia una producción orgánica.
Si tomaran la iniciativa, argumentaríamos que todo el estado debería comenzar una transición y alejarse del tipo de sistema lácteo de materias primas de origen industrial, que causa tantos estragos en la agricultura de Vermont.
Pensamos que el desequilibrio obvio –e incluso la hipocresía directa y absoluta– entre lo que la empresa Ben & Jerry’s hacía y decía sería suficiente para hacer que estos hippies benefactores actuaran correctamente.
Estábamos utilizando la lógica. Porque, ciertamente, una empresa que deseaba «salvar el planeta» y «poner el planeta en primer lugar, antes que sus beneficios», querría dejar de ser uno de los principales contaminadores del estado, ¿verdad?
Incorrecto. El propio Ben nos contó, después de un año de reuniones, e incluso una oferta de trabajo para mí: ‘Trabajar con nosotros en lugar de ir contra nosotros», que Ben & Jerry’s no haría la transición hacia unas prácticas orgánicas, porque eso no les permitiría ‘maximizar los beneficios’”.
En realidad, no es del todo cierto que las vacas estén felices y saludables
En efecto, en el caso de las personas que podrían haber creído equivocadamente lo contrario; en realidad, la empresa Ben & Jerry’s apoya a uno de los mayores contaminadores del mundo –la industria lechera industrial.
Y la realidad de estas granjas industriales está lejos de la imagen idealista presentada en el reciente video de la campaña «Caring Dairy», en el que destacan la idea de que la empresa Ben & Jerry’s recibe leche de unas 300 granjas lecheras «operadas por familias» en los Estados Unidos y Europa.
«Combine una comunidad local fuerte, energéticamente inteligente, con suelos saludables y agricultores dedicados… y tendrá unas vacas felices», dice un video de la empresa.
No obstante, eso es incorrecto. Si bien, las vacas que aparecen en el video saltan felizmente en un prado, las vacas de Cafos son todo excepto felices y saludables, y de ahí es de donde la empresa Ben & Jerry’s obtiene su leche. No la obtienen de las granjas operadas por familias que pastorean sus vacas y las crían sobre pastizales, como dicta la naturaleza.
De acuerdo con los investigadores de la Universidad de Cornell, actualmente, la tasa de mortalidad anual en los rebaños Cafos es superior al 10%. En 2002, la tasa de mortalidad fue inferior al 4%. Como fue señalado por Will Allen, dueño de Cedar Circle Farm –una granja regenerativa localizada en Vermont– “Algo está muy mal en los establos lecheros”.
Beneficios a expensas de la salud animal
Parte de ello está relacionado con la manera en que los Cafos presionan a los animales a reproducirse en exceso. La cantidad promedio de leche producida por una vaca lechera fue de 7,000 libras (poco más de 3 mil kilogramos) anual en 1970. En 2012, fue de 22,000 libras– un aumento de 313 % en la producción por vaca.
Esta reproducción excesiva antinatural causa estragos en los animales; como lo es la modalidad de alimentación y vida antinatural a la que son forzados estos animales. Como fue señalado por Allen:
«Los programas de alimentación descritos por las corporaciones agroquímicas se han orientado hacia una cuestión: la producción de leche. Y la forma más rápida de hacerlo es al atiborrar a las vacas con una gran cantidad de alimentación continua…
Las actuales vacas súper productoras son alimentadas con casi 130 libras de alimento por día, más del doble de lo que solían comer hace unas décadas… El problema es que esta carga de nutrientes apunta directamente a la producción de leche, en detrimento del resto de la salud de la vaca.
Al final, la vaca lechera no puede mantenerse al día, ya que sucumbe a toda una serie de problemas de salud a temprana edad… durante su vida… y finalmente, esto le ocasiona una muerte temprana, ya sea por un problema de salud crónico y/o agotamiento general, que le ocasiona una salida poco ceremoniosa hacia los depósitos de carne, donde eventualmente, llegan todas las vacas lecheras que no son orgánicas.
«Las pérdidas de ganado lechero por muerte son un problema extremadamente importante», escribe el Dr. Franklyn Garry, DVM, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Colorado.
‘Estas pérdidas no sólo son un desastre económico, sino que también representan problemas muy importantes en el bienestar animal… Hay una necesidad real de los veterinarios y de la industria de la leche para reevaluar los sistemas de gestión de productos lácteos, con un enfoque en la salud animal óptima”.
Las operaciones CAFO no son ni social ni ambientalmente respetuosas en lo absoluto
Además, las Cafos son una plaga que ocasiona una enorme contaminación ambiental que destruye la calidad del suelo, agua y aire. Si bien, hace dos décadas, Cohen y Greenfield se negaron a tener prácticas orgánicas, Colby señala que la situación sólo ha empeorado desde que la empresa fue comprada por Unilever.
Hoy en día, las decisiones corporativas respecto a la marca Ben & Jerry’s se realizan en las oficinas centrales de Unilever, en Londres.
Colby continúa al establecer una cuestión sobre el registro directo de la empresa Ben & Jerry’s como «respetuosa con el medio ambiente», al indicar que:
«[L]os días en que no cobran el cono que la marca Ben & Jerry’s ofrece cada año para la población de Vermont no son tan gratuitos, ni tampoco las donaciones que hacían hacia tantos grupos de justicia ambiental y económica… la empresa Ben & Jerry’s espera lealtad hacia su farsa cuidadosamente orquestada:
El consumo de… helado cargado con pesticidas, que es una amenaza para el medio ambiente, basado en el abuso hacia el ganado vacuno y producido con la labor de trabajadores migrantes explotados, ¡nos lleva hacia una justicia social y ecológica para todos! De verdad, ¡Lo dicen en serio!…
Durante 20 años he estado en comunicación con la empresa Ben & Jerry’s, para demostrarles el daño que provocan en todos los niveles, desde el informe de atrazina en 1997, hasta el informe de transgénicos en 2016, y una serie de reuniones cara a cara entre ambas partes.
Pero, siempre termina de la misma manera, donde la empresa Ben & Jerry’s admite que el marketing les funciona bien. ‘Las personas piensan que somos orgánicos’, es lo que nos dijeron una y otra vez en reuniones privadas, mientras les pedíamos que realmente fueran orgánicos. Si engañar a las personas permite maximizar los beneficios, ¿Por qué dejar de engañarlos?»
Si fue engañado y pensaba que la marca Ben & Jerry’s era orgánica, es momento de quitarse la venda de sus ojos. Esta empresa no es orgánica, al contrario. Todo esto es una farsa ecológica cuidadosamente orquestada. Como fue señalado por OCA después de hacer pruebas para comprobar la presencia de glifosato:
«Ha llegado el momento de que la empresa Ben & Jerry’s anuncie que comenzará inmediatamente su transición hacia prácticas 100 % orgánicos. De lo contrario, los consumidores conscientes no tendrán más remedio que lanzar una campaña de protesta nacional, y un boicot internacional si es necesario».
La empresa ‘amigable con el ambiente’ es un importante contaminador
Además, Colby señala los siguientes hechos acerca de estas prácticas comerciales de la empresa Ben & Jerry’s, que son menos que ilustres, las cuales contradicen sus misiones establecidas para mejorar la calidad de vida, proporcionar productos de calidad y protección al medio ambiente:
- En realidad, la empresa Ben & Jerry’s les paga a sus productores de leche menos del costo de producción de la leche, lo que contribuye a que las granjas pierdan, en promedio, US$ 125,000 por año, mientras que los informes anuales de Ben & Jerry’s predicen US$ 100 millones de crecimiento anual.
- Por cada litro de helado de la marca Ben & Jerry’s que es vendido, en promedio, se vende alrededor de US$ 5, el productor de leche recibe 15 centavos de dólar, mientras que el costo promedio para producir la leche es de 22 centavos de dólar.
- Desde que se fundó la empresa Ben & Jerry’s en 1978 en Vermont, cerca de 3,000 productores de leche del estado fueron obligados a abandonar sus tierras, al ser incapaces de soportar las presiones financieras de trabajar de forma gratuita, o peor, trabajar con pérdidas.
- Las vías fluviales en Vermont se encuentran severamente contaminadas por causa de las Cafos. Incluso, el agua potable ha dado positivo a las de glifosato y atrazina —los herbicidas tóxicos utilizados para cultivar los alimentos para las vacas Cafo (donde, de inicio, la mayoría son transgénicos, a pesar de que la empresa Ben & Jerry’s apoya públicamente los productos libres de transgénicos).
Tan solo, el costo de limpiar el lago Champlain fue estimado en $ 2 mil millones de dólares.
De acuerdo con las autoridades estatales, las Cafos, tales como las que suministran la leche a la empresa Ben & Jerry’s son responsables de, al menos, la mitad del daño ambiental total en Vermont, y de casi el 80% de la contaminación del lago Champlain; sin embargo, la empresa no contribuye en nada en la limpieza.
De hecho, las Cafos quedan exentas de la suciedad cuando se trata de pagar por la contaminación que generan, mientras que la mayoría de las otras industrias contaminantes son responsables por la limpieza.
Lo que es peor, incluso, el secretario de Agricultura de Vermont, Chuck Ross, ha presentado propuestas risibles que debilitarían los requisitos de las prácticas de las granjas lecheras, que son las que rigen la contaminación del agua.
Para obtener más información acerca de la influencia destructiva de las CAFOs en Vermont, y para obtener las últimas actualizaciones, consulte el blog Regeneration Vermont.
Es el momento de hacer lo correcto
Colby, como parte de Regeneration Vermont, aún intenta hacer partícipe a la empresa Ben & Jerry’s. Después de todo, el fabricante de helados –junto con Cabot Creamery– es un actor dominante en la industria láctea de Vermont.
Al cambiar a tener prácticas orgánicas, esta empresa podría tener un impacto significativo en los productores y el medio ambiente, por no hablar de la salud de los consumidores en todas partes.
Actualmente, dado que más de 200 de las 800 granjas lecheras restantes de Vermont ya han hecho la transición a ser orgánicas y han vuelto a proporcionarles a sus vacas a una alimentación basada en pastura, volverse orgánico debería ser mucho más fácil que antes.
Por lo tanto, ahora, Regeneration Vermont solicita a Ben & Jerry’s (y Unilever) hacer lo que deberían haber hecho hace 20 años, y que se comprometan a:
- Hacer la transición de cultivos transgénicos y pesticidas/fertilizantes tóxicos a una agricultura orgánica regenerativa.
- Pagar salarios justos a las granjas, incluyendo primas basadas en puntos de referencia de regeneración y asistencia en la transición hacia métodos regenerativos.
- Asegurar una justicia económica para los trabajadores agrícolas, salarios justos y tolerables, vivienda digna, así como dignidad social y cultural.
- Adoptar técnicas de descontaminación climática, con énfasis en suelos saludables y cultivos de cobertura para el control de la erosión y la eliminación del carbono.
- Apoyar el trato humano de los animales de granja; una eliminación gradual de las industrias lecheras de confinamiento, y una transición al pastoreo y alimentación a base de pastura.
- Limpiar y proteger nuestras vías fluviales, arroyos, ríos, lagunas, lagos y aguas subterráneas.
Regeneration Vermont no sólo presiona a la empresa Ben & Jerrry’s a que se una a los esfuerzos con respecto a la producción de productos lácteos orgánicos. En una carta abierta al gobernador electo, Phil Scott, con fecha del 16 de diciembre de 2016, el grupo solicitó hacer una transición hacia la producción de leche regenerativa en todo el estado.
La carta fue co-redactada por el ex secretario de Agricultura de Vermont, Roger Allbee, y firmada por una larga lista de líderes empresariales ambientales y estatales.
La medida es alentar a que la empresa Ben & Jerry’s cumpla ‘de verdad’ con sus misiones declaradas
Asimismo, la Asociación de Consumidores Orgánicos (OCA) ha creado una petición para animar a la empresa Ben & Jerry’s a hacer la transición a utilizar prácticas orgánicas y dejar de engañar a los clientes, al hacerles creer que son orgánicos, donde afirman ser natural y ambientalmente responsables por completo. En realidad, no son ninguna de esas cosas.
Por favor, únase a apoyar esta iniciativa, al firmar la siguiente petición. Mejor aún, llame directamente a la empresa Ben & Jerry’s (802-846-1500), y solicítele que cumpla con sus misiones declaradas y aplique prácticas orgánicas.
“Es el momento de exigirle a la empresa Ben & Jerry’s que se haga responsable de los daños y exigir que realice una necesaria transición hacia métodos orgánicos/regenerativas”, escribe Regeneration Vermont.
«Los ejecutivos de la empresa Ben & Jerry’s saben lo perjudicial que es su cadena de suministro de leche. Ellos saben que existe una explotación. Saben que las vacas son explotadas antes de cumplir 5 años de edad, que los antibióticos son mal utilizados, que los productores que suministran la leche contaminan nuestro suministro de agua potable y la mayoría de los ríos y lagos de Vermont.
Ellos lo saben –porque se los hemos señalado durante años. Únase a nosotros en nuestra campaña para hacer una transición regenerativa a nivel estatal».