Nuevo reporte de 13 agencias federales (EUA) reafirma urgencia de tomar acción climática

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Karen Janett Carranza
Strategic Communications Senior Consultant/Director

El pasado viernes, trece agencias federales de la Administración Trump presentaron la “Cuarta Evaluación sobre El Clima”, misma que concluye que el cambio climático provocado por la actividad humana es un peligro real y presente para los habitantes de los Estados Unidos. Las conclusiones de este reporte contrastan con la agenda anti-regulaciones y de escepticismo del presidente Trump en torno al cambio climático. “Este es nuestro reporte, para nuestro tiempo, y el mensaje es muy claro: el cambio climático no es un juego político”, dijo la presidenta de Nrdc, Rhea Suh. “Es una amenaza para la existencia de nuestra nación y nuestra gente”.

El reporte, ordenado por el Congreso de los Estados Unidos y producido por las 13 agencias federales que conforman el Programa de Investigación de Cambio Global de los Estados Unidos –una iniciativa instaurada por el presidente Ronald Reagan– resume lo que significa el cambio climático para los Estados Unidos. Las agencias incluyen la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa), Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (Nasa), Pentágono y el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

De acuerdo con el reporte, la actividad humana, en especial aquella relacionada con el uso de combustibles fósiles está provocando el cambio climático. En promedio, las temperaturas en Estados Unidos han incrementado 1.8 grados Fahrenheit durante el último siglo y continuarán aumentando en un promedio de 3 grados o más; podría ser que incluso se alcancen más grados encima de esa cantidad para el 2100 y no existe posibilidad de que la tendencia se desacelere sin realizar alguna intervención, ni de que se revierta por sí misma, como el presidente Trump ha sugerido públicamente.

«Desde las inundaciones que anegan nuestras costas, hasta las sequías que acaban con nuestras cosechas, pasando por los incendios en las montañas hasta los corales que mueren en el mar…», dice la presidenta del Nrdc, Rhea Suh. «Estados Unidos nos está diciendo a todos que es tiempo de reducir la dañina contaminación derivada de los combustibles fósiles –que, además, está impulsando el cambio climático global– antes de que sea demasiado tarde».

El informe también reafirma lo que los científicos han estado diciendo durante décadas: el cambio climático seguirá poniendo en riesgo la salud de las personas. Las enfermedades respiratorias como la fiebre del heno y el asma serán más frecuentes y más graves. El calor extremo amenazará a los más vulnerables, desde los ancianos hasta los niños y las distintas comunidades étnicas. Las enfermedades infecciosas transmitidas por insectos que una vez fueron relegados a climas tropicales, como el Virus del Nilo Occidental y el Zika, se moverán hacia el norte, cobrando miles de vidas más y costando miles de millones de dólares más.

Cuanto más rápido reduzcamos las emisiones al hacer la transición a fuentes de energía limpia menor será el riesgo que enfrentaremos. Los riesgos son altos: la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, para fines de siglo, podrían potencialmente salvar miles de vidas anualmente y generarían cientos de miles de millones de dólares en beneficios económicos relacionados con la salud. La última Evaluación Nacional del Clima hace eco al más reciente informe de cambio climático del Ipcc, que sugiere una completa transición hacia el desuso de los combustibles fósiles dentro de los próximos 12 años, para limitar el calentamiento a 1.5 grados.

No obstante, el gobierno de Trump ha duplicado su apoyo a la industria de los combustibles fósiles y está trabajando para revertir algunas de las políticas climáticas más ambiciosas de la era de Obama, incluidos el Plan de Energía Limpia y los estándares de emisiones vehiculares. Quizás lo más preocupante: el gobierno ha menospreciado repetidamente el papel de la ciencia en la elaboración de políticas federales que reflejen con precisión los riesgos que plantea el calentamiento global.

«Es hora de que cada servidor público, y cada ciudadano, lea este informe y piense qué significa para nuestra prosperidad, nuestra seguridad y nuestra forma de vida», dice Suh. «Es hora de que aquellos que nos representan a nivel estatal, local y federal lideren la lucha contra el cambio climático o de apoyar a quienes lo hacen. Es hora de reducir nuestra contaminación de carbono hoy, para que nuestros hijos no hereden la catástrofe climática el día de mañana».

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