Mexicano promedio genera 33.69 toneladas de basura en su vida

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Jaquelin Bárcenas

En los últimos años, la generación de residuos sólidos se ha convertido en un tema de suma importancia a nivel mundial. Con el incremento de la población y su proceso de urbanización, la acumulación de desechos va al alza, una cuestión seria que no sólo conlleva implicaciones ambientales, también afecta la salud pública; por ello, debe tratarse de manera puntual e inmediata.

La palabra residuo describe la parte o porción que queda de algo o que resulta de su actividad, funcionamiento o destrucción. El concepto se emplea como sinónimo de basura por hacer referencia a los desechos que el hombre ha producido.

De acuerdo con La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (Lgpgir; DOF, 2003), son materiales o productos que se desechan en estado sólido, semisólido, líquido o gaseoso, que se contienen en recipientes o depósitos y que necesitan estar sujetos a tratamiento o disposición final. Se clasifican de acuerdo a sus características y orígenes en tres grupos: residuos sólidos urbanos (RSU), residuos de manejo especial (RME) y residuos peligrosos (RP).

En México, de acuerdo con el con datos del informe más reciente de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), la generación de RSU llegó a 53.1 millones de toneladas, el equivalente a un aumento del 61.2% con respecto a 2003 (10.24 millones de toneladas en ese periodo), lo que significa que cada habitante genera 1.2 kg al día, es decir, 438 kg al año.

Gestionar adecuadamente los RSU es uno de los mayores problemas a nivel global en la actualidad. En México existen empresas dedicadas y comprometidas al tratamiento, manejo y disposición final de los desechos, como Tecmed que desde 1995 aplica sus procesos en nuestro país, generando una solución técnica-económica, ambientalmente efectiva y socialmente aceptable.

Los residuos sólidos producidos por los habitantes de las urbes aumentan con gran velocidad. Éstos se producen en casas habitación como consecuencia de la eliminación de los materiales que se utilizan en las actividades domésticas (restos de productos de consumo y orgánicos, envases, embalajes y empaques), también pueden encontrarse en establecimientos o en la vía pública con características domiciliarias.

Los procesos de Tecmed incluyen la recolección, tratamiento y confinamiento de los tres grupos de residuos: sólidos urbanos, de manejo especial y peligrosos. Asimismo, cuenta con la ingeniería para aprovechar los diferentes tipos de desechos y mediante el control de los depósitos de residuos, según su tipo, aplica diversas técnicas desde la clausura, sellado y cierre definitivo de basureros y vertederos; hasta la generación de energía eléctrica renovable. Lo que contribuye al reciclaje y disminución de pasivos contaminantes.

La mayoría de las sociedades modernas está logrando su desarrollo sin controlar adecuadamente las presiones ambientales generadas en su entorno. Este desarrollo se ha forjado mediante procesos y actividades que llevan implícitos la producción de una gran cantidad de residuos, como el crecimiento urbano, desarrollo industrial, modificaciones tecnológicas y cambio en los patrones de consumo de la población, entre otras.

Los países con las economías más desarrolladas pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) generan más RSU que el resto de la población mundial. En 2010, cerca del 44% de los RSU producidos en el planeta corresponden a los integrantes de la Ocde; Latinoamérica y el Caribe contribuyeron con el 12% del total, detrás de los países que integran las regiones del Pacífico y del este de Asia con 21%.

Datos de la publicación «Qué pasa con los residuos, una revisión global del manejo de desechos sólidos», editado por el Banco Mundial, indican que para 2012 la cifra de RSU estaba por los 1,300 millones de toneladas diarias y se calcula que para 2025 llegaría a 2,200 millones.

Sin duda, la acumulación de residuos sólidos urbanos se ha convertido en un problema global, la mejor alternativa que atacar la situación desde nuestros hogares, ya que, al ser un asunto de impacto ambiental, resulta imperativo contribuir a fomentar un mejor espacio para nuestras futuras generaciones.

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