Tecnología para las baterías del futuro está en el aire

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Washington, D. C., 28 de marzo de 2019.- Pulau Sekunyit (Indonesia), el pueblo de Bejobaka en Madagascar y Mount Sterling, en Carolina del Norte, todos lugares hermosos y remotos. Para su electricidad también dependen de las baterías de aire y zinc, consideradas la próxima generación en la tecnología energética.

Las células de combustible de zinc y aire, elaboradas por los científicos de la empresa tecnológica NantEnergy, con sede en Arizona, hacen una realidad el acceso permanente a la energía continua y renovable para miles de personas en lugares alejados de las redes eléctricas centrales. También ofrecen una fuente de energía sin carbono si la energía se agota cuando el sol se ha puesto o cuando el viento deja de soplar.

Sean Petersen, de la Corporación Financiera Internacional, califica la batería de zinc y aire “como algo que va a cambiar las condiciones para la electricidad asequible y para reducir el uso del hidrocarbono en los países con mercados emergentes”.

Las baterías de zinc y aire utilizan moléculas del oxígeno en el aire para convertir la energía eléctrica en energía química y volver a convertir esta en energía eléctrica, haciéndolas recargables. Una unidad de baterías de zinc y aire se conectan a la corriente, como una formación de paneles solares, y puede capturar la energía para uso futuro, algo que las energías renovables dependientes del clima no pueden hacer por sí mismas.

La batería de zinc y aire también tiene potencial para un mayor desempeño por menos esfuerzo. Un estudio de seis años sobre las microrredes en Indonesia demostró que las baterías de zinc y aire pudieron abastecer de electricidad constante por el equivalente a 100 dólares por kilovatio-hora, el punto en el precio que los economistas dicen que puede impulsar a las redes energéticas a adoptar un sistema completamente libre del carbono.

“Es destacable porque esto elimina la necesidad del plomo, del litio y del cobalto, que son materiales escasos y peligrosos”, dijo el director ejecutivo de NantEnergy Chuck Ensign, en referencia a los componentes claves de las baterías a base de litio e iones y con ácido de plomo.

En comparación, el zinc es un recurso relativamente abundante y el uso del aire como cátodo ayuda a reducir los costos de producción y mantenimiento. Estos factores hacen que las microrredes de NantEnergy sean una posible opción para poblaciones que enfrentan otra década de espera antes de tener conexión a su red nacional de electricidad.

En los seis años pasados se han distribuido 120,000 baterías en ocho países de África, Asia y las Américas, dando electricidad a más de 100 poblaciones y 1,000 torres de telecomunicación. Además de Madagascar, Indonesia y Estados Unidos, NantEnergy opera en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, México y Costa Rica. La cantidad de electricidad generada por renovables, gracias a las baterías de zinc y aire, ha librado casi 50,000 toneladas métricas de dióxido de carbono.

“Al aprovechar la biología, la química, el aire y el sol, estamos diseñando las fuentes energéticas del futuro”, dijo Patrick Soon‐Shiong, presidente de NantEnergy.

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