Rescatan al saramuyo

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), organismo descentralizado de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), realiza estudios para rescatar el fruto conocido como saramuyo el cual tiene un alto potencial de producción y comercialización, ya que es utilizado para la elaboración de licores, helados, paletas, refrescos y jarabes debido a sus propiedades nutricionales.

Desde el 2008, en municipios de Campeche y Yucatán se inició la colecta en campo para conservar la diversidad de esta especie, con lo que se obtuvieron 30 muestras, de las cuales ocho tienen características agronómicas destacadas.

El campo Experimental Uxmal del Inifap, en Yucatán, investiga la diversidad genética del fruto saramuyo, con el objetivo de identificar, conservar y aprovechar este importante fruto tropical, a través de un banco de germoplasma.

El Inifap destacó que los bancos de germoplasma desempeñan un papel fundamental en la conservación de la diversidad genética de los cultivos, porque mejoran la seguridad alimentaria y se preservan la disponibilidad de los recursos genéticos para la investigación y reproducción.

La Red Mexicana de Anonáceas (Rema) del Sistema Nacional de Recursos Genéticos (Sinarefi), en coordinación con el Inifap, establecieron como meta la conserva del fruto bajo condiciones ex situ —fuera de su hábitat natural— en un banco de germoplasma en el Sitio Experimental Uxmal.

El investigador del Inifap, Felipe Santamaría, indicó que el Saramuyo (Annona squamosa L.) es una especie con alto potencial de producción y comercialización, por su sabor dulce, textura, olor y color, características usadas para elaborar licores, helados, paletas, refrescos y jarabes.

Además es un producto muy preciado por sus propiedades nutricionales con alto contenido de vitamina C, proteína y fósforo, utilizado para prevenir problemas de reumatismo, gastrointestinales, respiratorios y renales.

Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (Siap) en el 2015, se reportaron 40 hectáreas sembradas y una producción de 384 toneladas en los municipios de Akil, Dzan, Mani y Oxkutzcab, Yucatán.

La diversidad genética de las especies de la familia Annonaceae, están siendo conservadas debido a los efectos ocasionados por la intervención del hombre y a los factores ambientales adversos derivados del cambio climático que representan riesgos de erosión y pérdida genética.


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