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Washington le está diciendo adiós a Bao Bao, la amada panda gigante que el 21 de febrero dejó el Zoológico Nacional Smithsoniano. Su próxima parada: China.

Con 3 años de edad, ha fascinado a los washingtonianos y a los amantes de los pandas en el todo mundo, gracias en gran parte a las “cámaras de los pandas” del zoológico, unas cámaras localizadas en el espacio que ocupan los pandas y que mostraron los movimientos de Bao Bao desde su nacimiento en agosto de 2013.

Todos los cachorros de panda en el Zoológico Nacional deben retornar antes de los cuatro años de edad para vivir en China. Ese es parte del programa de cría que el zoológico tiene con la Asociación para la Conservación de la Vida Silvestre en China. En China, los pandas gigantes participan en el programa de cría cuando alcanzan la madurez sexual entre los cinco y seis años de edad.

Actualmente los pandas gigantes figuran como vulnerables según la entidad internacional que rastrea a las especies en peligro de extinción. La lista muestra una mejora en relación a la situación previa de “en peligro”. Sin embargo, apenas quedan 1,800 pandas en los bosques, y las amenazas continúan, entre ellas la pérdida de su hábitat.

Los científicos de China están comenzando a reintroducir en el bosque a los pandas nacidos en cautividad. Es posible que las crías de Bao Bao, o sus otros descendientes, sean reintegrados en el bosque.

Carga especial
Un guardia y un veterinario del Zoológico Nacional acompañaron a Bao Bao en su vuelo a Chengdu (China), en un paquete especialmente diseñado como “FedEx Panda Express,” una aeronave 777F decorada a propósito.

A bordo hubo 25 kilos de bambú, 0.90 kilos de manzanas, dos bolsas de galletitas de hojas, 0.90 kilos de camote cocido y 113 litros de agua.

Los cuidadores dedicaron los meses recientes a que Bao Bao se acostumbrara a la caja en la que viajó.

Bao Bao, cuyo nombre en chino significa “tesoro”, vivirá en una de las bases operadas por Conservación China y el Centro de investigaciones del panda gigante.

Antes de su partida, la Embajada de China invitó a Bao Bao y los admiradores del panda a comer “dumplings” (pastelillos de masa) el 16 de febrero en el zoológico. Al norte de China este es el alimento con el que se despide a los seres amados antes de su partida del hogar. La forma de los pastelillos se parece a una antigua moneda china, llamada “yuan bao“, que representa la prosperidad.

Una historia sobre la cooperación para la conservación
Las pandas gigantes llegaron por primera vez al Zoológico Nacional en 1972 cuando el primer ministro chino Zhou Enlai obsequió una pareja formada por Ling-Ling (hembra) y Hsing-Hsing (macho) al presidente Nixon y su esposa.

Desde entonces los científicos en el zoológico y el Instituto Smithsoniano de Conservación Biológica han trabajado con sus contrapartes chinos para aprender sobre el emparejamiento, la concepción y el crecimiento de los cachorros de panda.

La actual pareja de pandas en el zoológico, y la segunda, formada por Mei Xiang y Tian Tian, están en préstamo. A cambio el zoológico contribuye con fondos y técnicas para los esfuerzos de conservación en China.

Tai Shan, el hermano mayor de Bao Bao, nació en el Zoológico Nacional en 2005 y está en China desde el 2010. Su hermano menor, Bei Bei, cumple dos años en agosto y de la misma manera dejará el Zoológico Nacional para irse a China antes de cumplir los 4 años.

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