Ciudad de México, 11 de septiembre de 2020.- En México, las entidades federativas llevan más de una década desarrollando proyectos de transporte limpio y movilidad urbana sustentable. Por ello, es importante desplegar un mayor liderazgo a partir de iniciativas para combatir el cambio climático y resaltar cómo las acciones subnacionales son indispensables para alcanzar los compromisos nacionales de mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

Actualmente, México se encuentra en el proceso de revisión y fortalecimiento de su Contribución Nacionalmente Determinada (NDC), momento clave para incorporar la descarbonización del transporte en los instrumentos de política y crear sinergias con objetivos y líneas de acción establecidas en la NDC.

Lo anterior formó parte, del taller “Incorporación de las acciones subnacionales para el fortalecimiento de la NDC de México en el sector transporte”, realizado entre el Instituto de Recursos Mundiales (WRI), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc

En el evento inaugural, Adriana Lobo, directora ejecutiva del WRI-México, señaló que no sólo se tienen los retos habituales, sino también desafíos adicionales, como el financiamiento en el sector del transporte ante el desplome de su demanda y el home-office –que está ocupando un lugar impensable antes de la pandemia–, al igual que otros temas, como las afectaciones psicológicas del confinamiento y la implementación de ciclovías emergentes.

“La colaboración e interlocución entre distintos niveles de gobierno, así como la participación de la sociedad civil son esenciales para sumar esfuerzos y cumplir con nuestros objetivos climáticos. Hablemos de ayudar a nuestras ciudades y ver de qué manera podemos contribuir a las NDC de México”.

Claudia Octaviano Villasana, coordinadora general de Mitigación al Cambio Climático del Inecc, se refirió a la importancia de trabajar en sinergia con los estados en la búsqueda de posibles soluciones de manera más ambiciosa, lo que beneficiaría la calidad de vida y la salud de la población si se actúa a la par con el sector transporte, ya que se proyecta que para el año 2030 este generará 250 millones de toneladas de CO2, lo que lo convierte en el que más contribuirá a agudizar el cambio climático.

“Sabemos que nuestra NDC del sector transporte es muy importante para lograr este compromiso del país y que si trabajamos con las entidades es más probable que encontremos más acciones y medidas para así poder articular esfuerzos con los estados y también acciones de mitigación más ambiciosas y más alineadas a las prioridades estatales y de desarrollo en México».
César Rodríguez Ortega, director general de Evaluación y Planeación de la Semarnat, señaló que la política climática de la actual administración se orienta a vincular los beneficios ambientales con los objetivos de justicia social, y pretende cerrar las brechas de desigualdad al interior del país que afectan a la población más vulnerable, sobre todo ante fenómenos que pueden tener efectos tan importantes como el cambio climático.

Al mencionar algunos instrumentos clave para fomentar el tránsito hacia una economía baja en carbono, destacó que una de las acciones relevantes para el transporte público es el fortalecimiento de los vínculos de la banca de desarrollo para el financiamiento, de tal manera que los proyectos que se establecen tengan una alineación con la acción climática. Asimismo, señaló que la normatividad es fundamental por lo que la Semarnat trabaja en la publicación de la norma de GEI (y eficiencia) para vehículos ligeros y la promoción de la estrategia de movilidad eléctrica.

Javier Garduño, titular de la Unidad de Planeación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), destacó que la mejor manera de ayudar a reducir las emisiones en favor de una meta NDC alcanzable es fomentar un transporte público democrático y eficiente, además de proyectos de movilidad que garanticen los cuatro ejes planteados en la propuesta de movilidad 4S, presentada en días pasados: salud, seguridad, sustentabilidad y solidaridad.

Aseguró que tras la llegada del Covid-19, el regreso a la nueva normalidad implica actuar bajo una visión de sustentabilidad solidaria, mediante estrategias que permitan calles sin tránsito vehicular y reguladores de velocidad, a fin de que la gente pueda caminar y usar medios alternos como la bicicleta en beneficio de su salud y de un aire más limpio, además de reducir las horas-hombre y horas-mujer en vehículos.

Sergio Graf, secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial del gobierno de Jalisco, consideró que el cambio de la política energética impactará al transporte público y al tipo de combustible que se prevé utilizar en el futuro, lo cual podría representar un retraso en la movilidad eléctrica.

Anuncio

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí