Ciudad de México, marzo 19 de 2019.- Dirigentes del Movimiento Campesino, Indígena, Afromexicano “Plan de Ayala Siglo XXI” urgieron al gobierno federal a clarificar la política agropecuaria nacional para evitar confusiones sobre la inutilidad de las organizaciones político agrarias, tal como parece indicar que es la modalidad de la renovación del campo mexicano.
El movimiento campesino citado es un conglomerado de organizaciones agrarias que participan en el territorio nacional y que cuentan con distintas expresiones de organización en el agro nacional.
Dicha demanda surgió al considerar que la entrega de apoyos económicos a los hombres del campo se haga en forma directa, saltándose a las organizaciones político agrarias, bajo el argumento de evitar el intermediarismo y posibles acciones de corrupción en la entrega de esos apoyos financieros.
“Las organizaciones de este movimiento hemos sido conscientes de la necesidad de impulsar cambios de fondo y contribuir a la inclusión del campo y los campesinos en el proyecto nacional, a la par de construir condiciones para la realización plena de sus derechos y su enorme potencial de contribución de los grandes problemas alimentarios, de empleo, ambientales, de seguridad y estabilidad del país”, dijo Enrique Pérez, representante de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras (Anec), en comunicado leído, durante la conferencia de prensa sobre los 100 días de la nueva administración pública federal.
La actual política económica federal promueve la entrega de los beneficios económicos a la población en forma directa, lo que hace a un lado a las organizaciones de todo tipo, según lo expuesto por el Ejecutivo federal en reiteradas ocasiones.
Tradicionalmente, en México la entrega de esos apoyos a quienes laboran el campo se ha hecho a través de organizaciones campesinas que, en décadas pasadas, llegaron a contarse hasta cerca de un centenar de ellas.
Diversos registros e investigaciones concluyeron que, en muchos casos, esos apoyos federales no llegaban a los campesinos, sino a sujetos que nada tenían que ver con la actividad agropecuaria nacional.
En el posicionamiento de la agrupación de organizaciones político agrarias citada se insiste en un cambio de la política agropecuaria mexicana en la que se destierre el modelo neoliberal y, en concreto, prohibir la importación de maíces transgénicos.
En cambio, promueven un desarrollo agropecuario más ecológico y natural, mediante el apoyo a pequeños y medianos agricultores con vistas hacia la autosuficiencia alimentaria nacional.
Estas organizaciones celebraron que el presidente López Obrador esté decidido a desterrar al modelo neoliberal, mostraron su preocupación porque en las recientes Reglas de Operación no se considere al ejido y a la comunidad como ejes centrales de la nueva política hacia el campo, ni tampoco se tome en cuenta a los pequeños y medianos productores.
Expusieron que de los 65 mil millones de pesos asignados a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) sólo 2 mil millones de 5 mil millones serán destinados a los pequeños productores, lo que demuestra que no existe equidad y se deja en un estado de indefensión a la economía social.
Precisaron que en el impulso del nuevo modelo de desarrollo, es fundamental la soberanía alimentaria, por lo que es primordial la participación organizada de los pequeños y medianos productores, bajo modelos de agricultura sustentable, agroecología, nutritiva y sin transgénicos.
En ese sentido, expresaron que no basta la declaración de López Obrador, respecto a la prohibición de transgénicos, pues es necesario llevar a la práctica la importación de maíces transgénicos; abolir las siembras clandestinas de maíz transgénico y eliminar cualquier pretensión de promover la ley de variedades vegetales y ley de biodiversidad, en perjuicio de los intereses campesinos y de nuestros maíces originarios.
Al igual, dijeron no entiender porque aún en la actual administración hay personajes que pretenden alargar el modelo neoliberal, que por 36 años colapso al campo y arruinaron a los campesinos para beneficiar a de las grandes corporaciones agroalimentarias. “Es ahora o nunca cambiar de fondo y radicalmente las políticas anti campesinas”.
