Sería lo ideal que el país produjera la totalidad de los alimentos que requiere para satisfacer estas necesidades; sin embargo, México seguirá acudiendo a mercados externos para la obtención de los alimentos que su población demanda, respondió el secretario de Agricultura (Sagarpa), José Calzada Rovirosa, a la petición del Congreso Agrario Permanente (CAP).

Tal respuesta parece lo más obvia y lógica dentro del mundo global en que vive y se desarrolla la humanidad, actualmente.

Acepto que aunque la reconversión en la producción para el autoabasto de la nación es lo óptimo, pero primero se debe acompañar este proceso con tecnología, con riego tecnificado, mecanización; se trata de un acompañamiento integral a los productores para poder sustituir importaciones, explicó.

El CAP es un conglomerado de organizaciones político-agrarias que, idealmente, presentaría la demanda nacional de los hombres del campo, pero que, en la realidad, sólo son organizaciones intermediarias, sobre todo, en materia política entre los núcleos agrarios y las dependencias gubernamentales de atención al campo. Dependen económicamente de los recursos que les otorgan las dependencias federales ligadas a la actividad agropecuaria y social.

Creado durante la administración del presidente Salinas de Gortari (1988-1994), en meses previos a la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), el CAP (conformados por 12 centrales campesinas de distinto signo políticos, en su origen) tuvo un inicio más o menos aceptable, pero en poco tiempo se hundió en medio de grillas interminable y con visiones más bien personales de los respectivos dirigentes, muy por encima de las necesidades de los hombre del campo.

Ahora es un conglomerado similar a la mítica Torre de Babel donde cada dirigente campesino vela por sus propios intereses, hecho que le ha restado seriedad y valor representativo de los trabajadores del campo.

Hoy, al presidir el cambio de estafeta en el CAP, Calzada Rovirosa planteó que lo que hace el gobernó federal es sentar las bases para construir un campo próspero, equitativo y justo. En una estrategia integral es momento de unir esfuerzos y sentar las bases para ese objetivo, dijo.

La nueva coordinadora nacional del CAP, Guadalupe Martínez Cruz, había solicitado a Calzada Rovirosa incluir a la máxima cúpula agraria del país en el proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio a fin de proteger los derechos de competitividad, comercialización y producción de poco más de 3.5 millones de pequeños y medianos productores y producir en México los alimentos que la población demanda.

La petición de buscar la autosuficiencia alimentaria ha sido un recurso recurrente entre los líderes político-agrarios que se ha magnificado a raíz de la asunción de Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Calzada Rovirosa puntualizó que en el gobierno federal existe el compromiso firme de transitar a un campo que integre más a los actores de la producción, con el objetivo central de hacer de México un país más productivo, con beneficios directos a las familias del sector rural.

Señaló que también es momento de ver más allá de la frontera norte y abrir las opciones a otros países para vender nuestros productos y comprar otros, proceso en el que las organizaciones de productores tienen un espacio para decidir juntos.

Martínez Cruz dijo que el campo debe ser prioridad en las políticas públicas del Gobierno Federal de ahí que solicitó la intervención de Calzada Rovisora, para que la secretaria de Desarrollo Rural, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga, atienda las peticiones de atención a diversos conflictos agrarios que hay en el país. Además de solicitar la interlocución de Calzada Rovirosa para buscar un Acuerdo Rural que siente las bases para el rescate del campo en las siguientes administraciones federales.

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