Pedro Alejandro Díaz Hartz, presidente del Consejo Nacional de Productores de Arroz de México (Conapamex), aseguró que este sector propone al Estado y a los legisladores, examinar las políticas públicas diseñadas para enfrentar la problemática rural.

Señaló que también deben involucrarse en este reto nacional, la iniciativa privada, banca nacional de desarrollo, banca privada y las propias organizaciones de productores en busca de soluciones viables para el conjunto de problemas por la que atraviesan las mujeres y hombres que trabajan la tierra.

Sugirió pensar en nuevos diseños de fórmulas de solución a problemas recientes y antiguos en el ámbito del desarrollo agrario.

Refirió que hasta ahora y a partir de 1988, la definición de las políticas públicas se ha centrado en establecer lo que el gobierno no debe hacer. Es decir: “Dónde no debe intervenir y dónde debe ser reemplazado por el sector privado, por lo que Conapamex y Conspiro consideran que es tiempo de señalar y definir lo que el gobierno sí debe hacer”.

Explicó que a la luz de esta realidad, y desde el punto de vista de los productores de arroz, el Estado no debió dejar su función como rector del desarrollo y promotor de la actividad productiva rural como sucede en países con los cuales se tienen vínculos comerciales.

“Nuestra relación con esos países – como Estados Unidos-, exige, al menos, políticas de subsidios similares a los que ellos aplican, capaces de colocar a los productores nacionales en condiciones justas de competitividad. Por ejemplo, una Ley Espejo de la Farm Bill 2014/2018 donde los legisladores sí velan por los intereses de los productores”, explicó.

Díaz Hartz urgió encontrar nuevas formas de financiamiento y comercialización indispensables para producir y hacer crecer empresas familiares, con investigación y transferencias de tecnologías modernas como extensionismo y capacitación;
dotarlos de infraestructura hidroagrícola, acopio, almacenamiento y transformación, acompañado del desarrollo comercial bajo contexto de una agricultura segura por contrato anticipado y con precios justos (cobertura de precios a futuros).

Manifestó que en el contenido de su aportación en el marco de la inauguración del Seminario Permanente: “La Participación del Estado en el Desarrollo Agrario”, que se llevó a cabo en la Cámara de Senadores, en el Patio Xicoténcatl, antigua sede, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, a cargo de la senadora Hilaria Domínguez Arvizu, con la presencia del procurador agrario, Cruz López Aguilar, enfatiza: “No somos improvisados, sabemos trabajar y en este foro hemos propuesto qué es lo que requerimos, qué queremos y que necesitamos”.

Subrayó: “Sin un campo productivo y próspero es imposible imaginar un México integrado, solidario y moderno. Por ello, la alta prioridad y el vigor de las políticas de desarrollo rural tienen que constituir una parte fundamental de las políticas públicas nacionales”, aseveró.

Más adelante, afirmó que el campo se encuentra muy deprimido y en espera de su rescate por lo que consideró que es tiempo de que el sector público, con sus instituciones, volteen en serio a ver al medio rural nacional y le aporten sin burocratismo y sin corrupción los recursos que necesita para lograr su bienestar.

Expuso que el sector espera de los legisladores un actuar serio en su defensa, porque de ellos depende mucho cambie totalmente la difícil situación por la que atraviesan, y no sólo los arroceros del país, sino de las demás ramas de producción.

“No es una cuestión política, es de producción, meramente productivo. Que verdaderamente se apoye a las zonas que producen alimentos, como el arroz, porque con un respaldo en serio, podemos, otra vez, ser autosuficientes como lo demostramos en años anteriores, como en 1989”, enfatizó Díaz Hartz.

Subrayó que los productores de alimentos anhelan una tranquilidad y una paz social en el campo y mencionó que los arroceros mexicanos han hecho su tarea, con esfuerzo, dedicación, sacrificios y con problemas para salir adelante. “Con hechos, han remontado adversidades a pesar de que no tenemos el apoyo suficiente de las autoridades del sector”, apuntó.

Díaz Hartz hizo un llamado para que no se desatienda el gobierno de su obligación de ayudar a los productores mexicanos del campo con capacitación, recursos y fomento de las herramientas y tecnologías necesarias.

Hace 20 años, agregó, éramos 25 mil productores de arroz en el país y fuimos autosuficientes; hoy, con tan sólo 3 mil 500 productores, estamos en la disposición de producir suficiente arroz para el consumo de los mexicanos, aseguró.

Mencionó que la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) debe canalizar verdaderamente los recursos, y en el caso del sector arrocero, “necesitamos tecnología, coberturas de precios a futuro para poder igualarlos con los precios internacionales, y sobre todo tecnificación, tecnología y la cuestión hidroagrícola.

En cuanto a la Secretaria de Economía (SE), manifestó que debe regular el mercado interno por lo menos con una política de comercio interior con respecto a los insumos que utilizamos, porque la mayoría viene del extranjero y se basan al precio de dólar.

Explicó que, por ejemplo, el fertilizante, al aumentar el dólar se incrementa su precio, y si dentro de una semana baja la cotización del dólar, ya no se reduce el costo de este insumo. “Pero, si vuelve a elevarse el billete norteamericano, nuevamente sube su costo el fertilizante con su último precio que nos aumentaron”, detalló.

Al respecto, se quejó Díaz Hartz de que “siempre salimos perdiendo”, porque “el productor es noble y con poco ha podido vivir hasta el momento en el campo, pero no puede seguir soportando más miseria”, advirtió.

Con relación al seminario citado, expuso que estos encuentros ayudan a tener, al menos, voz y ser escuchados por los legisladores y los responsables de las instituciones federales del sector. “Y, por supuesto por los medios de información”, acotó.

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