Morena quiere entregar el campo a trasnacionales transgénicas

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Ciudad de México, 22 de junio de 2020.- El diputado de Morena Eraclio Rodríguez Gómez es el promotor de la iniciativa para entregar la riqueza del patrimonio nacional a las empresas trasnacionales que insisten en sembrar con transgénicos con una propuesta de reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales (Lfvv).

Este proyecto, presentado en marzo pasado ante comisiones de la Cámara de Diputados por el morenista, presidente de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria, además de que es un obstáculo para lograr la soberanía alimentaria tan importante para nuestro país, daría libre entrada a las grandes empresas extranjeras como: Monsanto, Dow AgroSciences, Pionner-Dupont y Syngenta, para adueñarse de las principales semillas, de las mejores tierras y del agua que es un bien común para todos los seres vivientes.

La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País, por medio de un Pronunciamiento denominado: “En Defensa del Campo y las Semillas y en contra de la Reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales”, advierte que esas empresas trasnacionales, apoyadas por legisladores y funcionarios desinformados de la riqueza del patrimonio nacional (sin decir nombres) han diseñado una propuesta de reforma a la Lfvv.

En forma contundente, las más de 100 organizaciones de agricultores, campesinos e indígenas, así como de colectivos que conforman la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País, advierten que el partido Movimiento de Renovación Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados, trata de aprobar reformas a estas Ley, que, traería, en principio, abrirle las puertas a las empresas trasnacionales para la siembra de semillas transgénicas.

Advierte en su documento que entre su articulado esta reforma considera costosas multas, penas de cárcel, e incluso la quema de las cosechas, si los campesinos intercambian libremente las semillas, las pencas de nopal, los esquejes de plantas que han heredado y diversificado por milenios. “Sumemos a ello que las empresas transnacionales podrían tener los derechos de propiedad intelectual de las semillas y otras partes de las plantas”, subraya.

Agrega: “la Lfvv de 1996, actualmente en vigor, reconoce el intercambio libre de semillas tan esencial para la protección de la riqueza biocultural y la soberanía alimentaria de nuestro país”.

Más adelante, en forma categórica, la organización citada que se integra con organismos como la ANEC, Semillas de Vida, Vía Orgánica, Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, GEA, Greenpeace e Instituyo Maya, entre otras más, se pronuncia en contra de esta reforma y advierte de las amenazas que dicha iniciativa conlleva pues “se verían afectadas nuestras semillas y los campesinos quienes nos proveen de alimentos de la más alta calidad. Buscamos, evitar que los intereses del pueblo mexicano se vean afectados”.

También se destaca en el escrito que una de las más grandes fortalezas de México ha sido y es la diversidad de sus plantas cultivadas y de sus parientes silvestres y que los antiguos pueblos mexicanos lograron domesticar más de cien plantas; algunas tienen un gran valor para la economía y para la alimentación mundial, como el maíz, frijol, chile, jitomate, calabaza, aguacate, nopal, cacao y vainilla, por solo nombrar algunas.

Al respecto, la Campaña, pide al Estado mexicano atender las obligaciones constitucionales que tiene en materia de protección de derechos, al mismo tiempo que hacen un llamado a las organizaciones y colectivos de agricultores, campesinos, pueblos y comunidades indígenas, que se verían afectados, así como a los fitomejoradores honestos, y en general a la sociedad civil, “para movilizarnos e impedir que se apruebe en la Cámara de Diputados el proyecto de reformas a la Ley Federal de Variedades Vegetales”, enfatiza.

Aseguró que es falso el argumento de que se requieran dichas reformas para atender la entrada en vigor del T-MEC. “Demandamos de manera enérgica a los integrantes de la actual legislatura de la Cámara de Diputados no aprobar esta iniciativa de reforma de Ley que traería afectaciones sociales y ambientales irreparables y que violaría los derechos de toda la población mexicana. ¡Digamos no a la reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales! ¡Digamos sí a la autonomía campesina e indígena, al derecho a una alimentación sana, segura, diversa y culturalmente adecuada y a un ambiente sano! Enmarcan en su escrito.

Gobiernos neoliberales apoyaron siembra transgénica
Desde el año dos mil, los gobiernos federales neoliberales, por medio de sus dependencias de apoyo al campo, consintieron a empresas como Monsanto, Dow AgroSciences, Pionner-Dupont y Syngenta que, desde hace muchos años tienen el campo mexicano en la mira.

Sin embargo, científicos, intelectuales, agricultores, artistas y activistas, así como organizaciones ambientalistas, productivas y de derechos humanos, han sido el frente que trata de repeler los constantes intentos de las transnacionales por sembrar transgénicos en México.

No es un secreto que, desde hace décadas, el campo de México es pretendido por las empresas transnacionales, apoyadas en sexenios anteriores, como las Secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para utilizar el suelo nacional y sembrar cultivos transgénicos.

Los grupos agrarios y civiles que pugnan por evitar que esto ocurra y se viole el derecho humano a la diversidad biológica, poco a poco han logrado victorias, aunque la batalla sea dispareja, como hoy se pretende hacer por parte de Morena.

De acuerdo a información que es del dominio público, una de estas luchas es la que se ganó –momentáneamente- a la empresa trasnacional Syngenta, a la que el Juzgado Federal Décimo Segundo de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, hoy Ciudad de México, rechazó por unanimidad el amparo que interpuso para poder sembrar maíz transgénico en México.

Como dato adicional, Syngenta AG es una agroindustria global con sede en Suiza que comercializa semillas y agroquímicos y que está involucrada en la biotecnología e investigación genómica. Fue formada en el año 2000 por la fusión de Agronegocios Novartis y Agroquímicos Zeneca. En 2009 esta compañía ocupó el tercer lugar en ventas totales de semillas y biotecnología en el mercado comercial. Cuatro años después, en 2013, las ventas en los mismos rubros fueron de aproximadamente 14.7 mil millones de dólares, según información publicada.

En otro caso, el 10 de octubre de 2013, el Juzgado Federal Décimo Segundo de Distrito en Materia Civil de la Ciudad de México emitió una medida precautoria, en la que ordenó la suspensión de permisos a empresas como Monsanto, Pionner y Syngenta, entre otras, para la siembra “experimental”, liberación y comercialización de maíz transgénico en el país.

Pero, a pesar de estos “triunfos” de los defensores de la tierra y de los alimentos naturales y orgánicos, éstas y otras empresas trasnacionales más, buscan salirse con la suya a como dé lugar y, claro ejemplo, es la propuesta de Eraclio Rodríguez Gómez.

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