Ciudad de México, 14 de agosto de 2019.- Una creciente preocupación por la forma en que se producen los alimentos que consumimos inunda las conversaciones digitales en la actualidad. Mucha información se queda sin llegar a las personas del común, esas que compran a diario el sustento de sus hogares sin conocer de donde viene su comida, quiénes la trabajan y lo más importante, cómo y en qué condiciones se produce.
Por eso queremos presentarte BPAs para Citadinos, un recorrido sencillo y básico que te informa sobre la importancia de conocer la verdad detrás de la producción de nuestros alimentos. Las BPAs son las Buenas Prácticas Agrícolas que se aplican y promueven en el mundo agrícola.
Comenzamos contándote que a la hora de alimentarse no hay porque temer. Todos nuestros alimentos son producidos por agricultores que a diario mejoran sus herramientas y técnicas de trabajo para producir cosechas abundantes y sanas que han sido trabajadas con tecnología agrícola segura para el consumo humano.
Esta seguridad se da gracias a las Buenas Prácticas Agrícolas – BPAs – una serie de técnicas y principios orientados a la producción de frutas, hortalizas, legumbres, etc, que protegen al agricultor, al ambiente y garantizan que tu comida sea sana. Es decir, estas prácticas no sólo benefician la cantidad de alimentos producidos y su inocuidad, también contribuyen a la protección del medio ambiente y la estabilidad socio-económica de la población que trabaja en el sector agrícola.
¿Y cómo es posible esto? Con el buen uso de tecnologías, como semillas, insumos y maquinaria que se adapta a las necesidades del agricultor y cumple las exigencias de cada cultivo de forma responsable con el medio ambiente. Cuando esto se cumple e implementa, las BPAs son capaces de aportar a la conservación de los recursos naturales como el agua, el suelo y el oxígeno. También garantizan una mayor ganancia para los agricultores, además de producir alimentos de calidad que garanticen la nutrición y alimentación de la población.
Algunas BPAs
Un viejo dicho dice “la salud va primero”. Es por esto que los cultivos desde su siembra deben protegerse de posibles enfermedades, las cuales llegan a través de plagas que pueden ser insectos, bacterias, hongos o malezas que atacan las plantas. Para evitar cosechas enfermas, los agricultores hacen uso controlado de insumos para la protección de los cultivos y de fertilizantes que mantengan sus plantas fuertes. El uso de estos insumos se hace bajo un proceso de regulación estricta, asesoramiento de profesionales y guiado por BPAs como:
• Leer las etiquetas de los insumos para entender cómo usarlos
• Usar el equipo de protección personal necesario cuando se manipulen los insumos
• Buscar asesoría sobre la nutrición del cultivo y su protección contra plagas, malezas o enfermedades.
• Implementar un plan de monitoreo para prevenir y controlar las plagas, usando prácticas culturales y distintas medidas como productos químicos o biológicos.
• Almacenar los insumos de manera correcta para que no representen riesgo para la salud humana, animal y ambiental.
Estas prácticas son aplicadas y promovidas por múltiples entidades del universo agrícola como ministerios, secretarías, industria y universidades entre otros, además del intercambio de información a través de las tecnologías de la información y la comunicación – TICs. El acceso de internet a los agricultores ha facilitado mejorar las Buenas Prácticas Agrícolas, sin embargo, falta mucho por hacer, por eso cada día aparecen esfuerzos y alianzas que ayudan a mejorar las prácticas y técnicas agrícolas, tal como lo hacen estos emprendimientos.
Otra práctica es el interés y el compromiso por innovar en la agricultura; ahora es más frecuente el uso de paquetes tecnológicos que favorecen a todos, desde consumidores y agricultores hasta el medio ambiente y su biodiversidad a través de insumos como: semillas resistentes a plagas y a cambios climáticos, plaguicidas que se degradan fácilmente y requieren dosis mínimas, implementación de sistemas de riego que dan un mejor uso al agua, fertilizantes que contribuyen a una buena nutrición de las plantas, el uso de drones y una gran variedad de aplicaciones digitales que permiten tener todo el monitoreo del cultivo y producción en línea, así como implementar una agricultura de precisión que permite avanzar hacia la sostenibilidad.
Ahora que conoces qué prácticas intervienen en tus alimentos antes de que lleguen a tu mesa, te invitamos a alimentarte con confianza. Tu salud no será la única que agradezca tu buena alimentación, sino también los agricultores que se benefician cuando decides comprar directamente a ellos.
