Seguros de que el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (Tlcan) continuará vigente, aunque con las modificaciones respectivas, ganaderos mexicanos, adheridos a la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (Cnog), dieron a conocer las dos propuestas que llevan a las mesas de negociaciones para la revisión del acuerdo trilateral.
El presidente del organismo pecuario, el más importante del país, Oswaldo Cházaro Montalvo, los detalló. Son los siguientes:
- Adecuar los compromisos en el capítulo de medidas zoosanitarias de las enfermedades animales en las que México las ha erradicado, lo que permitirá una mayor exportación de estos productos y que se reflejará en la venta de animales y cárnicos.
- Un Trato Nacional que deberá otorgarse a las importaciones sujetas a normatividad de calidad sanitaria o de buenas prácticas de manejo, con lo que esperan que los productos lácteos mexicanos logren posicionarse en el mercado norteamericano.
Ambas propuestas se complementan con el punto relacionado al reconocimiento de los sistemas de clasificación de calidad. “Ocurre que la comercialización de carne de bovino exportada no logra su clasificación de calidad, de acuerdo con los estándares de Estados Unidos, lo que significa que no se otorgará el debido Trato Nacional”, dijo.
“De lograrse la corrección de estas disposiciones en la modernización del Tlcan, consideramos que serían el punto de partida para mejorar las condiciones del intercambio comercial, pero, más importante, para mejorar la situación de la producción nacional y de sus productores”, explicó.
Desde luego, ambas propuestas tienen dedicatoria directa para las negociaciones con los norteamericanos, quien han puesto diversas barreras, algunas de tipo zoosanitario a las exportaciones pecuarias de México.
Dijo que los ganaderos mexicanos están conscientes de que existen temas álgidos en las negociaciones citadas en rubros diversos, como las reglas de origen en el sector automotriz, solución de controversias en materia antidumping, déficits comerciales, cuestiones laborales y de medio ambiente, pero confió en que “en nuestro sector, nuestros negociadores buscan lo mejor para México, que las preocupaciones señaladas serán debidamente atendidas y que no seremos perjudicados buscando compensar lo que no ha funcionado en otros sectores”.
En 2016, el intercambio pecuario de México fue de más de 9,000 millones de dólares, con una concentración de más del 90 por ciento con Estados Unidos y Canadá. En este intercambio comercial, destaca el rubro de bovinos de carne, donde, además de exportar anualmente a Estados Unidos un promedio de 1.2 millones de becerros en pie (este año sería de 1.3 millones), se colocó en el mercado estadounidense 90 por ciento de la exportación total de carne de bovinos, es decir, 160 mil de las 182 mil toneladas exportadas. La aportación de divisas del sector fue de 1,800 millones de dólares.
Las importaciones de mercancías provenientes de especie bovina que hizo México sumaron, en 2016, 1,400 millones de dólares, principalmente carne y despojos comestibles, originados de Estados Unidos y Canadá.
Este balance, sin embargo, es deficitario en materia porcina donde México importó 1,700 millones de dólares, que corresponden a carne de cerdo de Estados Unidos. Las exportaciones totales sumaron 460 millones dólares, pero no a mercados del Tlcan, por falta de reconocimiento zoosanitario de México en cuanto a la Fiebre Porcina Clásica, aunque se han dado pasos en la dirección correcta.
Algo parecido sucede en la comercialización de lácteos. México importa 1,600 millones de dólares en leche en polvo, sueros y lactosueros, quesos y preparaciones alimenticias, con una alta participación de Estados Unidos, mientras que la exportación es de apenas 420 millones de dólares, principalmente a mercados de Centroamérica. El acceso al mercado norteamericano se limita por regulaciones, como las de Grado A, dijo Cházaro Montalvo.
Por ello, las propuestas anteriores y “el respaldo sin reserva alguna, a nuestro gobierno en la postura de no ceder a peticiones irracionales que signifiquen un retroceso en la construcción de lo que puede ser una más próspera región económica de Norteamérica”, señaló.