Después de décadas de pelear el tema frente a la Organización Mundial del Comercio (OMC), México ganó el litigio y la OMC autorizó a México ejercer sus derechos e imponer medidas de represalia de 163 millones de dólares al año, a las importaciones procedentes de Estados Unidos, de conformidad con sus obligaciones internacionales, una decisión que destaca el desempeño ambiental de la industria atunera mexicana.

“Este triunfo llega después de invertir por más de 30 años en innovaciones ambientales y liderazgo en materia de sustentabilidad para estar siempre cumpliendo con los estándares más altos de protección del ecosistema de los océanos,” comentó Mariana Ramos Sánchez, directora ejecutiva de la Alianza del Pacífico por el Atún Sustentable.

Esta victoria para el gobierno mexicano viene sólo meses después de que la industria mexicana de atún fue reconocida mundialmente en la COP 13 (Convención de Biodiversidad), por su gran trabajo en proteger a la biodiversidad.

Durante el caso de la OMC, México demostró que la industria atunera mexicana cumple con estándares ambientales más rigurosos que muchos países en el mundo para la protección de los delfines y técnicas de pesca, incluyendo:

  • Cumplimiento al 100% de los lineamientos de un programa multinacional, el Programa Internacional para la Conservación de los Delfines, con sede en E.U, reconocido como un “Éxito Rotundo” por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
  • Cobertura del 100% de todos nuestros viajes de pesca por observadores científicos independientes, quienes monitorean nuestro desempeño ambiental e informan directamente al organismo regulador internacional, la Comisión Interamericana del Atún Tropical, con sede en E.U.

Además, la técnica principal de pesca de los mexicanos que es una de las más selectivas, enfocando en la captura de atún maduro para permitir que el atún juvenil pueda reproducirse y que las poblaciones de atún aleta amarilla y de barrilete se mantenga saludable y protegiendo los tiburones, raya, tortugas y ecosistemas marinos.

La industria atunera mexicana continuará liderando en los estándares más altos de desempeño ambiental, teniendo un claro compromiso con un manejo pesquero basado en ciencia y con la adopción de decisiones de negocios acordes con el medio ambiente.

“Nuestras compañías afiliadas continuarán realizando una pesca sostenible, que asegurará el bienestar de los consumidores que comen atún mexicano y en cooperación estrecha con Comisión Nacional de la Pesca (Conapesca), Instituto Nacional de la Pesca (Inapesca) y el sector social, incluyendo las ONGs mexicanas y globales enfocadas en la conservación de los océanos,” agregó Ramos.

Fallo refrenda compromiso de México con la sustentabilidad: Sagarpa
El fallo de la OMC en la disputa por las prácticas de pesca en el sector atunero mexicano, refrendan el compromiso con la sustentabilidad y le abren a México nuevas oportunidades en el ámbito global, aseveró el titular de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), José Calzada Rovirosa.

En el marco de una reunión con integrantes de la Barra Mexicana del Colegio de Abogados, Calzada Rovirosa recalcó que desde 2008 y 2011 se habían obtenido fallos favorables para el atún mexicano, sin embargo, a partir de esta resolución la OMC autoriza al país a implementar medidas comerciales compensatorias.

Señaló que se trabajará de manera interinstitucional con las demás instancias del Gobierno de la República para establecer las medidas pertinentes a los productos que se requieran.

Indicó que la industria atunera en el país tiene un valor estimado en 743 millones de dólares al año, genera 12 mil empleos directos y 60 mil indirectos y, en los últimos cuatro, años ha producido cerca de tres mil millones de latas, lo que habla de una industria robusta.

Agregó que el gobierno federal tomó la decisión de soportar la presión y esperar a la última resolución de la OMC, lo cual no es fácil y ahora tenemos la oportunidad de imponer impuestos por hasta 163 millones de dólares al año en productos que se importen desde Estados Unidos.

En el encuentro citado, destacó también que el crecimiento del sector agroalimentario ha sido un factor para el desarrollo de las comunidades y la paz social en el medio rural.

Expresó que en este rubro de la economía, en el que convergen los sectores primario y agroindustrial, laboran alrededor de siete millones de personas, tanto en la parte de producción agrícola y ganadera, como en los procesos de empaque, agregación de valor y procesamiento de los alimentos.

Subrayó que el sector agroalimentario representa el 8.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, con un valor que supera los 88 mil millones de dólares al año.

Afirmó que la apertura comercial y la competencia nos ha permitido mejorar e invertir en ciencia y tecnología en el campo, lo cual se ve reflejado en que México ya es una potencia en producción de alimentos y se posiciona en el lugar número 12 en el ranking mundial.

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