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jueves, marzo 28, 2024

Cuidado con el glifosato que hay en las tortillas de harina de maíz de la marca ‘Maseca’

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Escrito por Dr. Joseph Mercola*
Datos comprobado

Un estudio del Health Research Insititute (HRI) descubrió que las muestras de harina de maíz blanco y amarillo de la marca ‘Maseca’ contienen de 5.1 a 17.6 microgramos de glifosato, el ingrediente activo del herbicida ‘Roundup’ de Monsanto.

El estudio, que se realizó a nombre de la Asociación de Consumidores Orgánicos (ACO) en México, encontró que entre más elevada sea la concentración de organismos transgénicos (GMO) mayor es el contenido de glifosato. Se descubrió que tres de los nueve productos analizados contenían transgénicos y glifosato, mientras que el resto contenía pocos rastros o ninguno en absoluto.

También se encontró que algunas de las muestras de harina que se analizaron en busca de transgénicos tenían niveles de hasta 94.15 %, lo cual es un hallazgo sorprendente, al considerar que México prohíbe el cultivo de maíz transgénico en campo abierto.

John Fagan, uno de los científicos del HRI, comenta que es probable que el maíz transgénico de los productos ‘Maseca’ provenga de ingredientes de maíz importados de los Estados Unidos.

Esto es esencialmente alarmante para los consumidores, ya que no sabrán si la harina que compren o las tortillas que consuman se encuentran o no contaminadas. Lo que es aún más preocupante es que ‘Maseca’ es el mayor productor de harina de maíz y tortillas en México: Representa el 70% del mercado de harina y tortillas.

Emmanuel González, uno de los investigadores de la Unam, comenta que comer tortillas de ‘Maseca’ es como permitir que los mexicanos jueguen con fuego al poner su salud en peligro.

No deben existir cantidades “seguras” de glifosato en los alimentos
El glifosato es un herbicida que se emplea para controlar malezas agrícolas y vegetación que no fue intencionalmente cultivada. También se utiliza para ayudar a controlar los cultivos ilegales a través de la fumigación aérea.

Al inicio se creía que era beneficioso y que planteaba pocos riesgos, pero en el año 2015 la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (Iarc) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasificó como probable carcinógeno.

Este herbicida inhibe las enzimas del citocromo P450 (CYP), que ayudan a eliminar los químicos xenobióticos o sustancias químicas extrañas en el cuerpo. Esto puede provocar diversas afecciones, tales como:

• Inflamación
• Trastornos gastrointestinales
• Obesidad
• Diabetes
• Enfermedades cardíacas
• Depresión
• Autismo
• Infertilidad
• Cáncer
• Enfermedad de Alzheimer

Se debe tener en cuenta que incluso si el contenido de glifosato en los productos de harina de ‘Maseca’ se encuentra por debajo del límite recomendado por los Estados Unidos, el cual es de 122.5 microgramos al día, y 21 microgramos para las agencias reguladoras gubernamentales de la Unión Europea, cualquier cantidad de glifosato en los alimentos debe considerarse inseguro.

Tal como se descubrió en un estudio del año 2017, incluso los bajos niveles de glifosato podrían estar relacionados con la enfermedad del hígado graso no alcohólico.

La ACO también señala que estos límites «irrealmente altos» están configurados para crear un falso sentido de seguridad y sólo benefician a las empresas de agroquímicos como Monsanto, mientras que, al mismo tiempo, ponen en riesgo la seguridad y salud pública.

Pero a pesar de los hallazgos del estudio del HRI, Gruma, la compañía ubicada México que es dueña de ‘Maseca’, insiste en que no se detectan rastros de glifosato en las harinas que producen, ya que son monitoreados por la compañía y autoridades de salud de Estados Unidos y México. La empresa afirma: «En todas las plantas de Gruma a nivel mundial, aplicamos los más altos estándares y normas de calidad para el desarrollo de nuestros productos en beneficio de nuestros consumidores».

La producción industrial olvida el proceso tradicional de las tortillas
Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) encontró que el 90.4% de las tortillas de maíz que se consumen en México contienen maíz transgénico. Esto refleja una realidad brutal si tomamos en cuenta que México es el séptimo productor de maíz en el mundo.

Las tortillas son consideradas como el alimento básico de México, donde el 40% del maíz se utiliza para producir tortillas. México también ostenta el 42% de la producción mundial de tortillas. Este alimento en forma de panqueque es tan utilizado y versátil, que cada platillo mexicano que lo contiene posee su propio nombre.

Pero si está acostumbrado a comprar tortillas hechas con harina de ‘Maseca’, entonces quizá no haya probado una verdadera tortilla. Esto se debe a que la tortilla tradicional no se hace con harina, sino con masa de maíz para lo cual se muele el maíz, se mezcla con agua, se aplana y se cuece sobre comales que pueden ser de barro (planchas tradicionales).

El maíz utilizado se somete a un proceso llamado nixtamalización, una técnica de cocción introducida por los aztecas que consiste en cocinar el maíz en una solución alcalina para producir masa. Aunque es más lento si se compara con el uso de máquinas, este proceso ayuda a retener el contenido de fibra y calcio en el maíz.

Por otro lado, la producción industrializada de las tortillas elimina los nutrientes de la harina de maíz y las convierte en un alimento de baja calidad. Tales alternativas más baratas han dado lugar a la pérdida de calidad en la tortilla, ya que casi la mitad del suministro de tortilla utiliza masa de harina industrial o harina de maíz como ‘Maseca’.

Opte por las tortilla sin transgénicos
Es posible que las tortillas tradicionales sean más costosas, pero le aconsejo pagar un precio superior en lugar de arriesgar su salud al comprar y consumir productos poco saludables y de venta comercial. Busque productores y vendedores locales de tortillas, en especial aquellos que son miembros de la Alianza por Nuestra Tortilla, una coalición dedicada a promover las tortillas de maíz de alta calidad.

También puede consultar el mapa de la ACO donde puede ubicar tortillerías que utilizan maíz nixtamalizado en México y Europa. Esto no sólo podría mejorar su alimentación, sino que de esta manera también puede ayudar a mantener el sustento de estas personas.

Si desea producir su propia masa, puede comprar maíz de un agricultor local y nixtamalizarlo. Estos son los pasos que debe seguir:

Ingredientes:

• 1 kilogramo de maíz
• 2 litros de agua
• 10 gramos de cal de grado alimenticio

Procedimiento:

• Hierva dos litros de agua por cada kilogramo de maíz. Agregue 10 gramos de cal de grado alimenticio al agua.
• Una vez que hierva el agua, agregue el maíz y deje reposar durante cinco minutos.
• Apague el fuego y deje el maíz en la solución de agua con cal durante ocho horas.
• Escurra el líquido y enjuague el nixtamal (maíz).
• Muela el nixtamal usando un molinillo manual o metate (piedra mesoamericana para moler) hasta formar una masa. Si opta por utilizar un procesador de alimentos, es posible que sólo produzca una pequeña cantidad de masa.

También podría solicitar mejores y más saludables productos ‘Maseca’ al firmar las peticiones «Dile a Maseca: ¡No Queremos Harina OGM Contaminada con Pesticidas!» (en español) y «Tell Maseca: Consumers Don’t WantPesticide-Contaminated GMO Flour!» (en inglés) que propone la Asociación de Consumidores Orgánicos (ACO) en México.

Al hacer esto podría ayudar a exhortar a ‘Maseca’ a utilizar maíz 100% orgánico en sus productos.

* Joseph Mercola es un ameritado médico norteamericano que promueve las alternativas de salud. Sus artículos diarios se traducen a varios idiomas y cuenta con miles de seguidores en todo el mundo.

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