Guillermo Ríos Munive

Zacatecas, Zac., 2 de febrero de 2019.- Cerca de medio millón habitantes del corredor Guadalupe-Fresnillo, del Estado de Zacatecas, enfrentan actualmente la disponibilidad de agua de buena calidad que permita abastecer la creciente demanda de la población y de los sectores económicos de la zona.

Para hacer frente a esta problemática y asegurar el suministro de agua de buena calidad para el consumo humano en el mediano y largo plazos, un grupo interdisciplinario de científicos y especialistas, encabezado por el Dr. Manuel Anaya Garduño, profesor-investigador del Colegio de Posgraduados (Colpos), llevan a cabo el proyecto Milpillas, que contempla la construcción de una presa de almacenamiento con una capacidad de diseño de 60 Hm3, un acueducto de 166 km para conducir el vital líquido hasta la capital y zona conurbada, tres plantas de bombeo y una planta potabilizadora de 1.3 m3/s, con un costo de seis mil millones de pesos.

El gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, fue quien propuso inicialmente a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dicho proyecto para aprovechar las aguas del Río Milpillas, localizado en el municipio de Jiménez del Teúl.

Entrevistado al respecto, el Dr. Anaya Garduño destaca que el impacto social del proyecto radica no nada más con la construcción de la presa, sino que en la cuenca hidrográfica que tiene 75 mil hectáreas, se beneficiará también el bosque, la agricultura, la ganadería, además de las poblaciones que están muy aisladas y requieren agua.

El experto en el tema refirió que México tiene cuerpos de agua superficiales y subterráneos “y todo lo que podamos almacenar de agua superficial en presas o lagunas es bienvenida por la sociedad, sobre todo cuando la cantidad de agua empieza a reducirse y también la calidad”.

Agregó que en forma paralela se está sugiriendo que se establezcan sistemas de captación de lluvia a nivel de vivienda, a nivel de escuela y de comunidad.

“También que se establezcan viveros para reforestación, huertos familiares, huertos escolares, huertos comunitarios con captación de lluvia”, detalla el especialista del Colpos.

Según estimaciones del Dr. Manuel Anaya Garduño, la presa quedará terminada en julio de 2021, la cual mediante un abastecimiento de 47 millones 300 mil metros cúbicos de agua al año, suministraría el vital líquido en un cien por ciento durante un aproximado de 50 años, aunque explica que la vida de las presas se calcula de 50 a 125 años, “así que es importantísimo establecer medidas preventivas contra el azolve para que la presa nos dure más años”.

Por último, comentó que una vez que el agua comience a fluir, el beneficio será para las ciudades de Guadalupe, Zacatecas, Calera, Enrique Estrada y Fresnillo, “territorios donde tenemos cultivos forrajeros para alimentar a los animales, también tenemos frijol, maíz, chile, hortalizas, y para poner un ejemplo, una hectárea requiere de 6 millones de litros por año”.

En la actualidad, el agua que abastece a los habitantes, la industria, los servicios y la agricultura del corredor Guadalupe-Fresnillo se extrae de los acuíferos Calera, Aguanaval y Chupaderos.
Estos acuíferos son actualmente los más sobrexplotados de la entidad precisamente por la demanda creciente de la población y de los sectores económicos de la zona.

Esto afectará en el futuro la disponibilidad de agua de buena calidad en las ciudades de Guadalupe, Zacatecas, Calera, Enrique Estrada y Fresnillo, no sólo en lo que respecta a la cantidad, sino particularmente en la calidad, pues hay riesgo considerable de que en la medida en que se mantenga la sobrexplotación y el descenso de los niveles de bombeo se registre la presencia de flúor y arsénico en el agua en cantidades que pudieran colocarse fuera de norma y, por tanto, afectar la salud de la población.

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