Ciudad de México, 6 de febrero de 2019.- Con el objetivo de entender la evolución del paisaje en el tiempo, utilizando los suelos como archivos históricos, Elizabeth Solleiro Rebolledo y su equipo de investigación del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) descubrieron evidencia del cambio climático que se dio en Sonora hace 10 mil años.

En entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, la doctora reveló que este periodo fue uno de los más secos en la historia reciente en lo que hoy es el Estado de Sonora, entidad del noroeste nacional, limítrofe con Estados Unidos, tanto así que los suelos no tenían condiciones favorables para su formación; por lo mismo, los recursos hídricos eran limitados.

“Particularmente, en el sitio arqueológico de La Playa, localizado en el noroeste de Sonora, se ha encontrado evidencia de agricultura temprana, a finales de este periodo seco. Lo que indica que, esta condición ambiental condujo a los pobladores de la zona a crear tecnología para adaptarse a este cambio climático”, comentó.

Las evidencias arqueológicas detectadas anteriormente por los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) revelan la presencia de canales de riego en la zona, la cual se encuentra en un abanico aluvial formado por la desembocadura del río Boquillas.

La investigación de la doctora, que fue recientemente publicada en la revista Quaternary International de la editorial de textos científicos Elsevier, reconstruye el pasado ambiental en esta zona e identifica las condiciones que enfrentaron los antiguos agricultores para desarrollar sus actividades, a partir de un análisis detallado de los paleosuelos (del griego palaios: antiguo) y sedimentos del sitio La Playa.

Reconstruyen la historia
Hace aproximadamente 11 mil años, “cuando los primeros hombres que cruzaron por el estrecho de Bering llegaron a Sonora, se encontraron con un ambiente más amigable de lo que actualmente es. Allí se asentaron como grupos nómadas dedicándose a la recolección y a la caza”. Durante el periodo conocido como Altitermal (hace 7 mil a 5 mil años) las condiciones fueron más secas y cálidas. En ese periodo hay poca evidencia de actividades humanas. Sin embargo, con el pasar de los años, se inicia la agricultura, de manera que los habitantes del sitio tuvieron que desarrollar prácticas que permitieran proveer de agua sus cultivos.

Gracias al estudio de los paleosuelos, el grupo de trabajo de Solleiro ha podido identificar las variaciones paleoambientales de la región. A finales del Pleistoceno e inicios del Holoceno (hace alrededor de 13 mil años) se tiene la presencia de un suelo rojizo, encontrado en varios lugares de Sonora, el cual tardó miles de años en formarse. Este suelo es el que encontraron los primeros pobladores y evidencia condiciones ambientales más estables, con un clima ligeramente más húmedo y con menores tasas de erosión. A diferencia, en el Holoceno medio-tardío (últimos 4 mil años) el clima ha sido similar al actual, con suelos que tienen un menor grado de desarrollo y que marcan periodos de formación y erosión cíclicos. Este es el ambiente en el que se desenvuelven las sociedades agrícolas.

“Reconstruir los ambientes del pasado nos ayuda a entender la evolución no sólo del paisaje, sino de cómo los grupos humanos se adaptaron ante diferentes escenarios”, concluyó la científica.

Anuncio

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí