Ciudad de México, 6 de diciembre de 2023.- El 22 de agosto de 1911, el famoso cuadro de Leonardo da Vinci desapareció del Museo del Louvre y la pregunta que el mundo entero se hizo fue: ¿Quién se llevó la Mona Lisa?
Alguien ha robado la eterna sonrisa del Louvre y ahora, a modo de novela gráfica, el inspector René Didot nos narrará cómo resolvió el famosísimo caso. Por supuesto, no faltará el humor, las intrigas y el misterio, mientras guían a los más pequeños a descubrir cómo piensa un detective y aprenden la Historia de una gran historia.
Había dejado de llover, las nubes se iban con el viento y el cielo de verano alegraba los ojos de los vecinos de París. A las nueve en punto de ese martes 22 de agosto de 1911 el Museo del Louvre abrió sus puertas.
Tan solo un visitante hacía la fila para entrar un jovencito flaco como un espárrago, con la ropa húmeda y la boca entreabierta que exponía una dentadura perfecta. Su nombre era Jules Chigot y tenía veinte años. Se ganaba la vida haciendo copias de pinturas célebres y, por eso, concurría casi a diario al salón Carré, donde se exponían obras maestras. Los empleados, al verlo llegar murmuraban: “Ahí viene el Mono Liso”, apodo que le habían puesto sin que él lo supiera.
El día no había empezado bien para Jules, camino al museo resbaló en un charco, cayó, se le abrió la valija con pinceles y pinturas, el atril se embadurnó de barro junto con el pantalón, un desastre.
Logró quitar el lodo gracias al agua de una fuente, en el jardín de las Tullerías, mientras un cuervo parecía burlarse del accidente.
Autores: Esta es una historia de la historia, narrada por Franco Vaccarini e ilustrada por Jimena Tello.
