En 2013, una docena de fundadores de emprendimientos tecnológicos navegaron alrededor del mundo. También estuvieron a bordo mentores e inversores dispuestos a ayudar a que crezcan sus empresas y a ayudarlos a hacer el bien a los demás.
Esta aceleradora de negocios en el mar se alimenta con la esperanza de que conforme crezcan las pequeñas empresas, también ayuden a resolver problemas sociales, sanitarios y ambientales en los países en desarrollo.
El Unreasonable Group (“Grupo no razonable”) cree que depender de las subvenciones y donaciones no es la mejor estrategia para erradicar la pobreza o las enfermedades.
El fundador del grupo, Daniel Epstein, considera que las empresas con fines de lucro pueden crecer más rápido que las entidades sin fines de lucro y pueden, por tanto, hacer frente a muchos desafíos mundiales más eficazmente. Este grupo tiene su sede en Estados Unidos, pero trabaja con empresas con fines de lucro de todo el mundo en desarrollo.
Brittany Lane, editora a nivel mundial de la publicación digital de Unreasonable, afirma que las empresas a menudo pueden llegar a una mayor cantidad de personas pobres más rápido que las organizaciones sin fines de lucro, y pueden hacerlo con los mejores productos y servicios.
La estrategia de “Unreasonable” es trabajar con socios para conectar empresas de rápido crecimiento del mundo en desarrollo con mentores, inversores y otros, y animarlos a compartir conocimientos.
A veces, señala Lane, los mejores mentores e ideas se encuentran en industrias no relacionadas. Por ejemplo, algunas empresas seleccionadas para los proyectos Efecto acelerador para las niñas y el Proyecto Brecha de Alfabetización (Project Literacy Gap) no suelen trabajar en la capacitación o alfabetización de las niñas. Pero las empresas que venden electricidad o iluminación limpia y asequible pueden estimular la alfabetización en lugares donde las niñas pasan mucho tiempo recogiendo leña.
El grupo “Unreasonable” desea que su experimento permanezca en curso. Al probar diferentes programas y enfoques pretende impulsar a los emprendedores que mejor puedan hacer frente a los problemas, los que no se desaniman por los desafíos que surgen y están decididos a ganar dinero, resolviéndolos.
Los emprendedores que quieren cambiar el mundo tienen que estar un poco locos, comenta Epstein.
