Hamburgo, Alemania.- Como estaba previsto, el presidente Trump estuvo en el ojo del huracán durante la reunión cimera del G20. Su oposición al Acuerdo de París y su política económica proteccionista, en especial, por ahora, en su pretendida propuesta de imponer aranceles a las importaciones de acero, constituyeron puntos torales en este encuentro mundial.

Pese a su oposición al Acuerdo de París, el resto de los países asistentes dieron un espaldarazo total a la lucha contra el cambio climático, mediante la continúa búsqueda de nuevas fuentes de energía, más allá de las provenientes de recursos fósiles, propuesta de Trump, aunque mostró un tono más moderado del que venía expresando.

Esto hizo que el mandatario francés, Emmanuel Macron, expusiera su confianza en que Trump podría sumarse más adelante al acuerdo citado. Confió en que hablaría con él para convencerlo.

Mientras que en materia de comercio los mandatarios asistentes y organismos invitados, igualmente, acordaron en mantener el comercio abierto, punto en que, igualmente, Trump tiene otra visión más apegada a cierto proteccionismo a favor de la Unión Americana.

Según despachos de prensa internacionales, la Unión Europea señaló que el lenguaje de la declaración final del G20 no se aparta del sistema global vigente, que permite a los países tomar medidas defensivas dentro de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Esta declaración final destacó que los demás países y la Unión Europea apoyaron el acuerdo climático de París, rechazado por Trump. El documento indica que el acuerdo para reducir los gases de invernadero era “irreversible” y se comprometieron a aplicarlo rápidamente y sin excepciones.

Las potencias mundiales reafirmaron su apoyo a los esfuerzos para combatir el calentamiento global, a excepción de EE.UU. Como economías emergentes y productoras de combustibles “tomaron nota” de la posición estadounidense, a la que se dedicó un párrafo aparte.

De acuerdo a las reseñas informativas internacional, la canciller alemana, Ángela Merkel, habría dicho que «la posición de Washington» era “de lamentar”, pero que la cumbre había logrado “buenos resultados en algunas áreas”, como un trabajoso acuerdo sobre comercio que sí incluye a Trump y EE.UU.

En cuanto al comercio internacional, las medidas defensivas dentro de la OMC contemplan aranceles a la importación para compensar prácticas desleales como subsidios oficiales o precios por debajo del costo.

Al final, Merkel afirmó que “donde lamentablemente no hay consenso, hay que reflejar el disenso; no ocultarlo”.

“Tomamos nota de la decisión de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París”, indica uno de los párrafos del documento final. “EE UU se esforzará por trabajar estrechamente con otros países para ayudarles a acceder y utilizar combustibles fósiles más limpios”. Esta última frase del documento es la que más dificultades provocó debido a la resistencia de muchos países a respaldar la energía más contaminante. Finalmente se incluyó, pero dejando claro que se trataba de la postura de Washington.

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